d o c e

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Antes de ser novios, Jeno y Jaemin eran mejores amigos, bueno, aún lo eran, pero cuando solo tenían el título de amistad de años tuvieron una larga historia de amistad juvenil.

Se conocieron cuando ambos tenían diez años en el parque, y por cosas de la vida, sus madres se reconocieron en el instante que cruzaron miradas, ya que habían sido compañeras en la escuela. Los chicos se empezaron a ver más luego de aquel día, noches de películas, juegos de mesa los fines de semana, y cuando crecieron, las noches de películas se volvieron más tensas y los videojuegos pasaban a ser mensajes de texto hasta altas horas de la madrugada. Jaemin se había cambiado al colegio de Jeno luego de meses tratando de convencer a sus padres, y poco después entraron a la orquesta, a sus trece años. Jaemin había comenzado a tocar a los once y Jeno lo hacía desde los ocho años, así que lo vieron como la oportunidad perfecta para pasar más tiempo juntos.

El día del cumpleaños número catorce de Jaemin, Jeno y él pasaron la madrugada en el balcón mientras charlaban acurrucados por la misma manta. Jeno había ido la noche del 12 de agosto para cenar, y se quedó a dormir esperando la llegada del cumpleaños de su amigo, junto a su amigo.

Así que luego de los saludos de Jeno, su familia y amigos, Na pudo relajarse junto a su mejor amigo, pero lo que comenzó con un café y palabras bonitas sobre lo mucho que se querían, terminó con un beso suave y dulce, el primer beso de ambos chicos.

-Lo siento mucho Jen, de verdad no se que hice y-yo me deje llevar y no sabía q-que...- pero los balbuceos de Jaemin fueron callados por los labios del contrario, se unieron más de lo que ya estaban y se declararon un amor verdadero sin decir ni una palabra. -

Las caricias de Jeno en la mejilla de Jaemin y las manos de este último entrelazadas tras su cuello eran signos que daban a entender algo, no querían separarse uno del otro. Es misma noche, ya acostados sobre la cama del cumpleañero, se atrevieron a dar el otro paso, fue Jen quien comenzó la frase con un bajo pero audible "te gustaría ser mí..." pero fue el turno de él, en aquel entonces, castaño para interrumpir, "sí" soltó Jae sin siquiera pensarlo dos veces. Sus manos entrelazadas a la mañana siguiente, le indicaron a la mamá de Jaemin -quien entraba con el desayuno- que su hijo y su ahora yerno lograron tomar la valentía para decir algo que ya todos a su alrededor sabían, que se gustaban más que a nadie.

Trayendo la relación de los chicos a la actualidad, nada había cambiado más allá de sus alturas o rasgos faciales, los cuales ya no lucían tan infantiles como antes. Se seguían amando de la misma forma, solo que ahora ambos sufrían un torbellino de emociones gracias a un violinista extranjero que vino a tomar un lugar en sus corazones dos meses atrás.

Eran muy sinceros entre ellos, si había algo que los molestaba, que les gustaba o lo que sea, se lo dirían al otro. No por ser controladores, o por querer saber a toda hora que pensaban, sino porque esa era su terapia. Normalmente para desahogarse, las personas le cuentan a sus amigos los problemas que tienen, o buscan en ellos algún consejo, ellos hacían exactamente lo mismo y además reforzaban su confianza como una pareja, porque puede ser fácil decirle a un amigo que alguien te parece atractivo, pero puede ser diferente hablarlo con tu pareja. Ellos no eran así, no se iban a enojar por saber que su compañero veía a alguien lindo, con el tiempo aprendieron muchas cosas juntos, y entre ellas estaba la confianza a la hora de hablar con el otro.

Así que cuando notaron que ambos tenían un raro interés por Renjun, no titubearon a la hora de decirlo. Estaban acostados sobre la cama de Jeno, Na sobre el pecho del menor, dejando caricias en su cuello, mientras el contrario acariciaba la cintura de su novio con una mano, y la otra la se encontraba debajo de su cabeza.

-De verdad, la vez que lo vi entrar al auditorio, me pareció realmente atractivo, nada más que eso, hasta podría compararlo con la forma en la que veo a nuestros amigos. Pero ahora Jen, lo veo y siento la necesidad de abrazarlo, algo en mi pecho se mueve cuando esta junto a ti hablando y sonriendo. Lo veo de la misma forma en la que te veo a ti, amor. ¿Eso es malo?- Jaemin no pudo contener las lágrimas cuando dejo salir lo que sentía, y Jeno no dudó en abrazarlo con fuerza contra su pecho -

-No mi cielo, no está mal. Sabes, tal vez sería un poco más complicado de aceptar en otras circunstancias, pero siento lo mismo cuando te veo a ti y a Renjun juntos. Ahora que ambos sabemos que sentimos lo mismo, puede ser más fácil de llevar, cariño, pero no te sientas mal. Te amo Jaemin, eso no cambiará por nada-

-Yo te amo aún más Nono, gracias-

Se fundieron en un beso como el de aquella vez, el día en que se declararon su amor. Lo único diferente, es que aquella vez sellaron su amor, este beso, sellaba el amor por un individuo más.

↳orquesta ; norenmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora