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El pelirosa había soltado los hombros de los otros muchachos luego de algunos minutos de camino, ahora caminaba a un costado de Renjun quien estaba sonriente en medio de la pareja. El viento volaba sus cabellos y el cielo ya anaranjado se reflejaba en los ojos de los tres chicos. Jeno comenzó contando cosas graciosas de la orquesta o algunos errores en medio de los conciertos, esas anécdotas que fueron vergonzosas a la hora de ocurrir y que a día de hoy eran más que cómicas.

Renjun había enviado en mensaje a el grupo que tenía con sus padres anunciando su regreso a casa, así que iba relajado, sin ninguna preocupación más que memorizar la risa de aquellos hermosos compañeros que lo acompañaban como sus guardaespaldas. En algún momento los chicos comentaron sus inicios en la música, y pudo notar la felicidad en las voces ajenas.

-Ese dia no lo podía creer, mi mamá había llegado a casa con una viola solo para mí, únicamente mía, y juro que fue el día más emocionante de mi corta vida.- Jeno tenía plasmada en su rostro una bella y sincera sonrisa al decir lo último- Siempre use las que estaban disponibles en los salones de la orquesta, a veces conseguía una en buen estado, otras veces tenía que esforzarme en mantenerlas afinadas cada segundo. Tener en mi manos al fín mi propio instrumento fue genial.-

-Debe ser asombroso, yo siempre pude tener todo lo que quise en mis manos antes de siquiera poder decirlo en voz alta, creo que eso le quita lo emocionante- Dijo Renjun cabizbajo -

-Eso es mentira Jun- Jaemin dio la vuelta y comenzó a caminar de espaldas mientras miraba a Renjun, como si fuera algo de todos los días -Te escuchamos en la audición, eres bueno en lo que haces. Eso demuestra de qué verdad te gustar tocar, y que amas lo que haces. Podrías simplemente haber pedido un violín para usarlo una vez y abandonarlo, pero estudiaste y practicaste todo lo necesario para ser el mejor. Te pueden haber dado un violín, pero el conocimiento y la agilidad para poder tocarlo a la perfección fue producto de tu trabajo, no te quites el crédito Junnie-

Jeno asintió varias veces ante lo dicho por el menor de todos y Renjun solo pudo sonreír ante ambos. El resto del camino fue silencioso, pero nada incómodo. A veces Jaemin hacía chistes ante cosas que veía y Jeno entre risas agitadas le decía lo malos que eran sus chistes. Se sentía acogedor, una sensación vibrante y dulce se abría paso en su pecho al oír las risas ajenas.

Ya frente a la gran entrada de su pálido y elegante hogar, Renjun no se contuvo, y con un color carmín en sus pómulos se abalanzó sobre sus acompañantes en un abrazo cálido

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Ya frente a la gran entrada de su pálido y elegante hogar, Renjun no se contuvo, y con un color carmín en sus pómulos se abalanzó sobre sus acompañantes en un abrazo cálido. Fue sorpresivo para la joven pareja, pero para nada incómodo, tal vez algo gracioso, porque los cortos brazitos de él extranjero no lograban rodearlos del todo.

Cuando se separaron Jeno acarició la cabeza de Renjun, quién río diciendo que parecía un niño pequeño cuando lo trataban de esa forma, aunque parecía un niño pequeño a todo momento. Jaemin pudo ver por el rabillo del ojo a alguien que aparentaba unos 27 años, vestido con un traje negro, que los miraba con una ceja en alto, pero de fondo solo escuchaba las peleas infantiles de Jeno y Renjun.

-Mmm, ¿JunJun?- Jaemin susurro algo incómodo mientras el de pelo grisáceo daba una vuelta para verlo -Ese hombre nos está mirando como si te fuéramos a hacer algo, ¿lo conoces?-

-Oh, claro. Es Jaehyun, el chico de seguridad, debe haber traído algo, suele estar en la entrada del barrio, no en la puerta de casa.-

Antes de llegar a la puerta de los Zhang, habían pasado por una gran entrada parecida a un peaje, donde un hombre dejó pasar al grupo de chicos a penas vio a Renjun. Claramente notaron que Jun vivía en un barrio privado, era normal en esa zona de la ciudad.

Renjun estiró su mano haciendo señas en forma de saludo a Jaehyun, quien sonrió y en vez de irse del lugar, se quedó quieto viendo al grupo de chicos.

El extranjero rodó los ojos y tratando de salir de esa situación un tanto molesta decidió despedirse de sus nuevos amigos para luego entrar a su hogar, pero antes de hacer cualquier movimiento Jaemin dejó un beso en su frente dando unos pasos en reversa, Jeno echó su cabeza hacia atrás riendo para dejar un beso igual de corto en la mejilla de Jun, para tomar la mano de su novio y comenzar a caminar oyendo la protestas del más bajo de fondo.

Renjun corrió a su casa riendo avergonzado, bajo la atenta mirada del seguridad que reía mientras iba en camino a su puesto de trabajo, Jae y él se conocían hace tiempo, ya que fue seguridad de la casa de verano que tenían en Corea hace un tiempo, y él les comentó que había una casa en venta en un lugar donde trabajaba, en recomendación ante la búsqueda de un nuevo hogar en el país. Así que tenían cierta confianza, y al mayor le encantaba molestar a Renjun.

Luego de pasar vergüenza frente a Jaehyun y al par de bobos que tenía como nuevos amigos, se sentó en el sofá de su casa, pero parecía que hoy no era su día de descanso. Porque su papá lo miró con curiosidad, diciendo que no conocía a los muchachos con los que había llegado, en señal de que debía contarle muchas cosas. Sería una noche larga.

↳orquesta ; norenmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora