27 de diciembre
ZENdaya
-¿Qué hace él aquí?- bromeo mirando a Mario sentarse a mi lado del coche. Mi madre Miriam, sólo habló por teléfono con tito Kibo, dijo que hablaría algún día con Daniela y ya está.
Pero mi madre Mimi, necesita ver a tito Ricky. Ahora este metiche no sé qué diablos hace aquí.
-Soy tu hermano mayor, tu mejor amigo y tu mitad. Tengo que hablar seriamente con esa- dice poniéndose fuertemente el cinturón de seguridad.
No se lo discuto, se ha tragado toda mi depresión y no me ha dejado sola, además le conté varias cosas. Sé que, aunque no se lleve con Daniela o se enfade y se preocupe, su cariño es incondicional.
Vaya, que sensible me he puesto.
-Te quiero- le digo a mi hermano.
-Lo sé.
-Dime "Hermanita guapísima yo también te quiero"- me enfado.
-No
-¡Dilo!
-Hermanita guapísima yo también te quiero.
-Muy bien- viajo feliz.
Hasta que llegamos al barrio de Daniela, me da un poco de miedo tito Ricky, si me dice que está enfadado o no me quiere lloraré. Ando con las emociones un poco a flor de piel estos días. Debe ser las fechas.
-¿Lista?- pregunta mami.
-No estoy segura ¿Y tú?
-Es mi mejor amigo, si se pone pesado sabe lo que le espera- levanto el puño. Mario se ríe.
Caminamos por el jardín delantero y mami llama al timbre, la puerta se abre y sale tito Ricky con una cara de absoluta seriedad, nos mira de reojo hasta llegar a mí, abro los ojo con pánico. Se acerca lentamente y peligrosamente a mami. Es algo más alto que ella, pero mamá se ve fuerte.
-Bueno, bueno- sonríe creído sin quitar la mirada de mamá- Que puedo decir, nunca esperé que una hija mía se fijara en una hija tuya; ya sabes, eres muy llorona y las costumbres se pegan. La mira de pies a cabeza.
Mario los mira de reojo.
Para nuestra sorpresa mami apenas se inmuta.
-Qué puedo hacer, eres un bruto impulsivo, temo por la seguridad de mi bebé- tito Ricky levanta una ceja.
-Culona.
-Pichacorta.
Nuestros ojos viajan de una al otro como un partido de tenis. Se evalúan en silencio, hasta que la seriedad de tito Ricky se rompe y mamá lo mira creída. Se abrazan y se quedan así con los ojos cerrados. No estoy segura, pero me atrevería a inferir que su amistad lleva tantos años que con un simple abrazo o palabras vacías pueden decirse muchas cosas.
-No te mueras nunca- bromea dándole un cachetazo. Mami se ríe, me mira y le da una miradita de advertencia pasando.
-Mario, ¿Qué tal?- lo saluda con la mano y un beso.
En eso mira hacia abajo y se encuentra conmigo. Trago saliva mirándolo con precaución lista para echar a correr.
-Yo no fui- gimoteo.
-Si, tú si fuiste.
Miro mis pies, decido "tirarme a los leones"
-Su hija esta buena ¿Qué quería que hiciera?- hago un puchero. Lo miro y está con el ceño fruncido.
ESTÁS LEYENDO
Ella mi Enemiga de pequeña
FanfictionContinuación de Ella es perfecta. Daniela (Ela) de 21 años es una chica aburrida, se encuentra en el limbo entre poner fin a su relación porque su novia la deja o hacer lo posible por conquistarla de nuevo. Desesperada, le pide ayuda a la persona má...