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12 años después

DaniEla

Entro en el bloque de piso de una de mis mejores amigas, bueno ahora ella es la mejor ya que la otra es mi novia. Pulso el botón del ascensor dirigiéndome al último piso aprovechando de arreglarme el pelo en el espejo que este tiene. Ordeno mi chaquetilla hacia arriba y el lado mientras el resto de mi pelo cae en mis hombros. Al abrirse las puertas voy a la derecha del pasillo.

Llamo al timbre. La puerta es abierta por una mujer estilizada con un delantal puesto, levanta una ceja y yo levanto otra. Continúa mirando un poco hacia arriba hasta que...

-¿Qué deseas?

-Vengo a ver a Tina- sonrío. Se aparta a un lado con su típica sonrisa creída, me da unas palmaditas en el hombro y me saluda más amable cuando entro en su lujosa casa.

-Deja de crecer mocosa.

-Lo siento, aunque creo que ya llegué al tope.

-Eso espero- suelto un par de carcajadas. Yo sólo soy unos centímetros más baja que mi papá Ricky, tampoco es para tanto.

-¡Ela!- sale de la habitación de al lado una mujer más baja, de pelo negro y ojos color café, se quita el delantal y me abraza cariñosamente.

-¡Tita Ana!- la acerco más a mí. ¡Es tan linda y tierna! ¿Cómo demonios lo hizo alguien como la tía María? No creo que el dinero le ayudara mucho. ¡Nunca nos lo quiere contar!

Al menos la versión real.

-¿Cómo estás? ¿Cómo esta Ricky y Kibo? No nos vemos desde hace un tiempo, ¡Habrá que quedar para ponerse al día!

-Están muy bien, gracias- sonrío- creo que mi padre dijo lo mismo- recuerdo.

-¡Soy la peor!- busca su móvil- llamaré a Ricky.

-¿Cómo sabes que lo dijo él?- me sorprendo.

-Conozco a tu padre desde antes que pensó tener una niña- ¡Pero si ya tengo 21! Elevo los hombros.

-¡Ah sí! ¡ya no eres una niña! Llévate esto, Tina esta donde siempre- Me pasa una bandejita con refrescos y cosas para picar.

-¡Gracias!- que linda incluyó mi refresco favorito.

Dejo a mis locas tías hablando solas. Me crié de pequeña con ellas, con tito Alfred y tita Amaia, Tita Mimi y tita Miriam, entre otros. Así que ya tengo la costumbre de tratarlos como si fuesen mis verdaderos tíos. Es muy bonito que me haya criado así en mi opinión, al final los hijos de algunos son como primos para mí. Bueno, menos ese par...

Llamo a la puerta con el pie y abre Tina.

-¡Ey Ela!

-Hola- digo detrás de la bandeja.

Niega con una sonrisita- Mamá...

-tú madre es un amor- como dice mi papá.

-No la has visto enfadada- dice dejando las cosas en la mesita del centro, cerca de unos sofás al fondo de su habitación. Miro la ciudad por la gigantesca ventana de la pared de al lado y me siento en un sillón al lado de ella.

-Aaaah- me relajo.

-Jejeje- se ríe creída- ¿Me extrañaste Ela?

12 años atrás

-Clase- la profesora sube el volumen de su voz- esta es Daniela. Se incorpora a mitad de año al igual que Martina, sean amables con ella- Veo a una niña de pelo castaño con una bufanda negra además del uniforme, me mira con curiosidad desde el final de la clase.

Ella mi Enemiga de pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora