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ZENdaya

Viernes

Después de clases, me siento en el ordenador, me pongo música y hablo con Vane y Andrea, supongo que mis queridas compañeras también quieren enterarse de primera fuente de las fiestas de fin de año y organizar nuestras vacaciones. La semana, al menos la mitad ha sido tranquila, salvo por el hecho de que no tenía idea de que mi hermano tenía tantas fans, ¡morirán! ¡Morirán todas! ¡Monstruos insaciables de lujuria!, gimoteo internamente.

Hablo con Tina por Facebook y veo que dejan caer una rosa frente a mí. Mami Mimi levanta una ceja. La cojo, descubro un exquisito aroma, algo suave, la rosa es natural, de color rojo oscuro.

-¡Qué bonito detalle!- alabo. Aunque por su cara no me la trajo ella.

-Venía con esto- me entrega una nota.

-A ver, a ver- me río entretenida, ¡no es mi culpa ser tan popular! La leo para enterarme de quién coño es, pero en lugar de tener un nombre dice "Espero que ya estés mejor del cuello..."

Enrojezco y miro de lado a mami que tiene los brazos cruzados lista para interrogarme ¡estúpida Daniela! ¡Te has ganado 10 golpes más! Aunque... sea bonito.

-Ya sabes... por el resfriado.

-Zen... no soy tan tonta.

-Muy bien, cosas que pasan ¿A ti nunca te ha pasado?

-Si...- frunce el ceño- ¿Es la chica esa?

"Esa" jajaj

-Si... ¿te molesta?

-Bueno que te deje el cuello así...- me mira seria- supongo que va en serio- Exhala resignada.

-Ay mami, sólo es una flor.

-No me refería sólo a la flor.

Nos quedamos mirando.

-No me la imagino- sonríe burlona y se sienta en mi cama- ¿Cómo es?

-Pues... tiene... tiene el pelo negro- si con eso basta...

-Ya...

-Es... es más alta que yo.

-Ajá- cierra los ojos- ¿Y psicológicamente?

-Ummm es más tranquila que yo.

-Eso es obvio- bromea. Dejo la rosa en mesita y me lanzo sobre ella.

-Ya basta de interrogación- ¡Por favor!

-¿No tienes una foto?- tengo sólo una, muy escondida en mis carpetas.

-Ummm no- me ruborizo.

-Oooh, ¿No podré saber quién es esa que atrapo a mi niña?- Hace un puchero fingido. Río nerviosa.

-Algún día- la miro seria, dentro de lo que se puede...

-Eso espero- sonríe- Oye, estaba pensando en pasar un día juntas.

-¿Ah sí?

-Si... como cuando eras peque y nos escapábamos- debe pensar en esa vez que Mario acompañó a mamá donde nuestra tía abuela por un día ¡Comimos hasta reventar!

-Lo pasamos genial- recuerdo también cuando íbamos a pescar. Aunque esa vez llevamos a mi hermano... se cayó al agua y espantó a los peces. A mamá Miriam casi le da un infarto, nunca la vi tan enfadada, y eso que el agua en general estaba bastante tranquila y Mario nadó sin problemas.

-¿Vamos a pescar?- hace una mueca- y no nos llevamos a mamá- bromeo.

-Suena bien, pero invitémoslos a ver que dicen.

Ella mi Enemiga de pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora