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DaniEla

Estamos Tina y yo en el patio bebiendo un par de cervezas, llega el coche de tita Mimi con un tumulto enorme. Papi sale y miramos curiosas mientras aparcan mal. Tita Mimi sale rápido del coche.

-¡Rickyyyy!- gimotea- ¡rescátame de ese par!

Tina y papá se ríen. Niego con la cabeza.

-Pobres. Escucho a mi lado.

-Debe ser horrible...- agrego.

Sale Zen y Mario del coche riéndose como tontos, ahora que lo pienso, su risa es muy parecida. Decidida a no mirar a Zen y sintiéndome algo incomodo por dentro de mí, veo a tita Miriam bajar tan tranquila como siempre, nos saluda y se queda con tita Amaia que se abalanza sobre Mario. Después de todo, es su madrina. Papá de reojo me sonríe, entiendo que hice bien en "Solucionar mi discusión" con Zen.

-Ayúdame con las cosas hija- escucho a tita Mimi, la veo sacando unas cervezas y nuestras miradas se cruza, desvío rápidamente mis ojos a otro lado.

-¿Todo bien?- pregunta Tina.

-Sí- bebo un poco- no quiero verla simplemente.

-Cuando acabarán con eso...- se pone de pie y se estira- iré a saludarla.

-Ve.

-¿No vas a ir a saludar a tita Mimi?

Joder es cierto.

-Saludo a mis titas, después veo al par de tontos.

-Pesadillas- saludo.

-Pesada- saludan

Sigo a lo mío. Tina se quedó más tiempo, no sé cómo rayos alguien que se lleva tan malditamente bien conmigo se lleva también si problemas con Zen. Es cosa de ver lo cercanas que son. La dejo sola y voy donde esta papá que esta con tita María.

-Hola- digo sin más.

-Ela- sonríe papá- ayúdame con la carne- se queda mirándome, levanto las cejas- estás muy seria ¿está todo bien?

-Excelente.

-Pensé que estarías con Tina- comenta tita María mirándome burlona y jugando con su copa de vino.

-Está con Zen- sonrío fingidamente.

-Ah... ya veo- ¡¿Es idea mía o quiere reírse?! Había olvidado en los términos que quedamos la última vez. Decido ignorarla también a ella.

Para mi desgracias mi padre me deja a cargo de la barbacoa y va a la cocina a buscar cosas.

-No te preocupes por Tina- dice de repente.

-No me preocupo por Tina- repito con el mismo tono.

-¿Entonces por qué no vas para allá con tu noviecita?- la miro enojada, sonríe divertida.

-No es mi novia, ni siquiera me gusta, no me agrada y no quiero estar cerca de ella- Que le quede muy claro.

-Ahm, mira tú- sigue como si nada.

-¡Hola!- llega tita Ana- se nos había olvidado el hielo- sonríe ajena a mi cara de mierda. Tita María la atrae de la cintura y besa su mejilla. Odio reconocer lo lindas que se ven en este momento.

-¿Estás bien Ela? ¿Esta no te está molestando?

-Un poco- la acuso.

-Es mentira cariño, hablábamos del baile de hace casi un mes.

-¿Y qué tiene de malo?

-Parece ser que no quiere recordarlo.

Doy vuelta a la carne, viva la carne, concéntrate en tu labor Daniela.

Ella mi Enemiga de pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora