(9) Reunited pt2

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El olor a sal marina inundó las fosas nasales de la niña, la brisa ponía su piel de gallina y los rayos del sol quemaban contra su rostro, brazos, abdomen y piernas. ¿Esperen? ¿Piernas? 

Al notar esto, Adore se levantó de golpe, y al no saber manejar aquellas extrañas nuevas partes suyas tropezó y cayó sobre la arena. Las pocas personas que daban sus paseos mañaneros solo la observaron, algunos con pena y otros entretenidos por su torpeza, pero ninguno la ayudó.

-Perras- rodó los ojos algo molesta, y como caminar no era su especialidad su única solución más o menos lógica fue arrastrarse sobre la arena, recibiendo cada vez más miradas de preocupación por parte de la gente.   


Luego de arrastrarse y verse ridícula por un buen rato, logró llegar hasta el comienzo de la ciudad que se encontraba pegada a la playa, allí pensó que para pasar desapercibida debía empezar a caminar como una persona normal ¿Tenia un plan? Quizás. 

-¡Mierda, mi pierna!- Adore golpeó un bote de basura, haciendo que se cayera, esparciendo gran parte de la basura por el suelo. 

Una mujer de vestido rosado oyó sus gritos, se acercó y la miró con preocupación: Adore se encontraba sentada en el suelo, abrazaba su rodilla con fuerza y en su rostro se podía ver claramente que algo le dolía. 

-Oh, ¿Te encuentras bien?- preguntó mientras enrollaba un mechón grueso y rubio alrededor de su dedo.

-Lo estoy, pero creo que lastimé mi pierna- dijo curvando sus cejas y mostrando una adorable cara.

-Está bien, te ayudaré- dijo conmovida la más alta. 














...













-¿Segura que no quieres que te acompañe hasta adentro?- La mujer cuyo nombre era Trixie la había acompañado hasta el hospital.

-No, de verdad estoy bien, muchas gracias- Adore no tenia un plan especifico, solo quería alejarse del agua para que nadie la atrapara.

Luego de despedirse de la rubia, la niña tuvo que pensar en un nuevo plan.

- Está bien, si vuelvo al acuario hay mas posibilidades de encontrar a Bianca, pero también estaría tomando un gran riesgo. No, dudo que me atrapen, si no soy una sirena no hay razón para que deseen que vuelva- reflexionó en voz alta, pero una voz familiar la bajó de su nube de pensamientos.

-¿Adore?-                                                                                                                                                                             Las ondas castañas de la mujer se veían arregladas gracias a un moño amarillo, un vestido amarillo con estampado floreado dejaba ver sus piernas gracias a su corte. Al ver a la pequeña sirena, que ya no lo era, a salvo, una gran sonrisa se dibujó sobre sus labios rojos. 

-¡Bianca!- realmente no esperaba verla allí, se ahorró todo su plan, sintiéndose más relajada al no tener ese peso. Por otro lado, estaba demasiado emocionada de ver a su amiga allí.

Adore se movió torpemente hacia el cuerpo ajeno, haciendo que Bianca perdiera el equilibrio por un momento al sentir su peso tan repentinamente.                                                                                    La distancia entre sus cuerpos desapareció cuando se unieron en un cálido abrazo, sintiéndose totalmente ajenas a lo que sucedía a sus alrededores. Las manos de Bianca se apoyaran delicadamente sobre la pequeña cintura de Adore, tratándola como una muñeca de porcelana que temía romper. 

-Te extrañé- dijo la más joven contra su cuello, haciendo que el aliento frío y mentolado acariciara su piel suavemente.



🍂Little Mermaid®🍂BiadoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora