🍂Little Mermaid®🍂Biadore

(8) Courtney

(Holaa❤, antes de empezar les quiero decir primero que probablemente esté actualizando más seguido, y como estoy más inspirada también voy a actualizar mi otra historia, "RPDR Things", por lo que si actualmente la están leyendo estén atentos, y si aún no la leyeron pueden encontrarla en mi perfil. Gracias <3)

Un nudo se había instalado en su garganta, mientras las lágrimas amenazaban con salir. No parecía una situación grave, pero para ella lo era, y estaba totalmente nerviosa.

Adore se encontraba frente a la puerta de Laganja, ella quería un favor, pero la ultima vez que había pedido uno, ella había actuado muy extraño, y no quería que aquella situación se repitiera.

Laganja tenía algo especial, estaba estudiando magia y pociones, era la chica que conocía que mejor manejaba este tema. Este estudio consistía en poder imitar el poder de ciertas hechiceras marinas, pero con pociones, ya que no todos poseían el verdadero poder.

La mano de Adore quedó congelada frente la puerta, no se atrevía a tocarla, no quería ver a Laganja, pero sabía que aquella sirena era la única que podría darle una mano, o no... quizás no era la única... 

Tomó el riesgo, no quería ver a su supuesta amiga, en tal situación prefirió ver a quien si tenía el poder, la hechicera marina. No lo pensó dos veces y nadó lejos, por el momento era su mejor opción.

...

No le agradaba aquel lugar, su cuerpo estaba cansado de tanto nadar, y en aquellas profundidades sus aletas no brillaban como lo solían hacer siempre.

Miró la amplia puerta negra que se encontraba frente a ella, la golpeó despacio con algo de temor.

La puerta se abrió lentamente, dejando a la vista un pasillo de roca con escasa iluminación

Adore se adentró en el oscuro pasillo, luego de nadar por varios segundos dio con otra puerta igual a la de entrada pero más pequeña, inmediatamente dio tres golpes sobre ella. 

Una mujer abrió la puerta, su cabello era rubio, ligeramente ondulado, ella era muy femenina y lucía poderosa.

-Disculpe ...¿señora? Quería que me ayude con cierto tema- Se sentía muy intimidada por la mirada de aquella mujer, pero prefería aquello antes de la extraña mirada que Laganja le regalaba.

La misteriosa mujer nadó con sus tentáculos hasta dentro del lugar, haciendo que Adore la siguiera. Una vez dentro ambas se sentaron, una frente a la otra.

-Primero, llámame Courtney- la miró con desinterés - Ahora si, cuéntame sobre tu pedido-  

- Uh, claro. Se que tu eres muy poderosa y pensé que podrías ayudarme con esto... A mi me gustaría vivir en el mundo humano y ser... humana- soltó al fin.

Courtney la miró con sorpresa, las sirenas acudían con todo tipo de extraños pedidos, desde pociones de amor hasta  hechizos para convertir en cangrejos a sus enemigas, pero nunca le habían pedido algo así.

-Espero que lo tomes en cuenta- dijo nerviosamente cuando no oyó ni una pequeña respuesta.

-Claro, claro- respondió nadando a su alrededor, finalmente quedando frente a su espalda -¿Segura que deseas esto?- una sonrisa se instaló en el rostro de Courtney, sonrisa que no pudo notar al estar de espaldas.

-Si, lo deseo demasiado- un pesado suspiro se escapó de sus labios al acabar aquella frase. 

Frías manos se posaron sobre los hombros de la pequeña Adore, haciendo que un escalofrío recorra toda su columna vertebral. La niña miró por sobre su hombro con preocupación, y solo se encontró con los ojos celestes y aterradores, que provocaban miles de horribles sensaciones en su cuerpo.

-Si lo quieres así será- 

La mano de Courntey acarició su suave mejilla mientras esta la observaba temerosa. Acercó su rostro al de la sirena, y ahí empezó.

"¿Quien es ella?" "Su rostro se me hace familiar"

-Oh por Dios, ¡Espera!- en ese momento lo supo, pero no pasó mucho cuando su cuerpo se sintió débil y cayó inconsciente.