(13) The Potion

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El sol brillaba calentado la arena de la playa. Por alguna extraña razón, el paisaje era totalmente hermoso aquel día. Las hojas de las palmeras se balanceaban delicadamente con la suave brisa matutina, y a los costados, enormes rocas eran golpeadas con las constantes olas del cristalino mar.

Laganja observaba fascinada como restos de caracoles eran llevados hacia la arena gracias al oleaje. Aún no se acostumbraba a la tierra, era realmente hermosa.

- Entonces... ¿Cuál es tu plan?- preguntó Bianca con una gran curiosidad, sacando a la rubia de sus pensamientos.

La rubia se sobresaltó al oír su voz.
- Debemos buscar a Adore, no estoy segura de que es lo que puede sucederle, pero dudo que sea algo bueno-

Antes de que Bianca pudiera abrir la boca para formular su pregunta, Laganja continuó:

- Deben haberla llevado al mar, probablemente cerca de la guarida de la hechicera, por lo que tu no podrías ir, pero si me das algo de tiempo, creo poder hacer un hechizo- le contó -No es un hechizo demasiado complicado, con un poco de esfuerzo convertiré tus piernas en aletas-

-Oh dios, ¿eso es posible?- Laganja respondió asintiendo con la cabeza.

- Entonces no perdamos el tiempo, ve por la poción-
Dijo Bianca decidida.

Intentando perder el menor tiempo posible, ambas se separaron.























...
























Las tranquilas olas marinas acariciaban los pies descalzos de Bianca, ella se encontraba sentada en la misma roca desde hace media hora.

Al estar sola no podía evitar pensar en Adore, se había mostrado serena con Laganja, pero la verdad es que estaba muy preocupada ¿Ella estaba bien? No tenía idea y eso la hacía sentir tan mal.

La fresca brisa marina solo le recordaba que el calor de Adore no estaba sobre su cuerpo , le dolía.





























Unas manos se apoyaron sobre sus hombros, al sentir el repentino tacto, Bianca lanzó un puñetazo al aire.
Cuando volteó, pudo observar a la rubia tendida sobre la arena, sosteniendo su mejilla que había sido golpeada brutalmente.

-  Oh-- Lo siento Langanja, realmente me asustaste. - Bianca mostró su característica sonrisa, cubriéndola con una de sus manos para disimularla, pero a Laganja no le pareció nada divertido.

- Está bien, está bien, no pasa nada - Laganja frunció el ceño.
- Ah, por cierto ya lo conseguí - La rubia metió una de sus manos en el bolsillo, de allí sacó un diminuto frasco que contenía un extraño líquido anaranjado -¿Estás lista?-

- Lo estoy - dije tomando el frasco entre mis manos. Debía salvar a Adore, y lo haría a cualquier costo.

🍂Little Mermaid®🍂BiadoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora