𝐏𝐑Ó𝐋𝐎𝐆𝐎

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Narrador omnisciente.

En Ohio, una chica estaba realizando sus deberes, pero no cualquier deber.

-___- Su madre llamó a la puerta de su habitación temporal. -Te busca tu padre- Se reincorporó y se acomodó un poco.

Un hombre, un poco robusto, estaba en su sala, claramente era su padre, el cuál siempre guardaba su elegancia como cualquier hombre de negocios.

-___, tienes un trabajo importante- Dijo su padre al verla en la sala. -Iras a New York para tu deber-

-Dime a quién- Preguntó ella.

-Wyatt Oleff- Le respondió su padre.

-Tomalo como hecho- Dijo con una sonrisa egocéntrica.

-Necesito que seas lo más discreta posible, así que harás lo siguiente- El se paro y la miró. -Te tendrás que familiarizar con alguno de sus conocidos, de ése modo no te verás sospechosa-

-¿Tienes alguna idea de quién puede ser?-

-La compañía buscó- Empezó a hablar su padre. -Jaeden Martell, uno de sus mejores amigos, están siempre juntos, acercate a él-

-Está bien-

-Mañana irás al aeropuerto, éso es todo, te puedes retirar-

Con una postura firme, dejó la sala para preparar un bolso con ropa, después la compañía se encargaría de llevarle más ropa.

Se preguntarán que es todo éso, aunque se hagan una idea.

La familia de ___ era dueña de un negocio, pero no un negocio cualquiera.

Su negocio se trataba de secuestros y asesinatos encubiertos, uno de los negocios tan bien ocultos, que el FBI nunca pudo encontrar, y si se enterarán de quienes eran, no se lo creerán.

Tenían una fachada de ser una familia cualquiera, pero siempre se mudaban, para mantener su identidad en secreto, trataban de mudarse a lugares aislados para no ser encontrados.

El negocio recorría alrededor de ellos, si eras hijo/a de alguno de los trabajadores, no tenías otra opción que ser parte, a la edad de los 15 años empiezas a trabajar, sin otra opción de respaldó.

___, a sus 17, recién cumplidos, era uno de los miembros más importantes, la autoridad de su padre le daba fama, también el hecho de cumplir sus trabajos con total formalidad, lo hacía perfectamente.

En su habitación, estaba con su computadora buscando al tal "Jaeden Martell".

-Es lindo- Dijo al ver una foto de él.

Con tan sólo unos minutos, consiguió más información de la que se había dado la empresa.

-¿Teñido? Oh por Dios- Dijo y se empezó a reír.

El joven Martell estaba teñido de rubio, se notaba, ya qué en fotos más viejas se lo veía con su color natural.

"Por lo menos es lindo, ojala sea difícil" Pensó ___.

Los trabajos difíciles la atraían demasiado, cuando la presa no era fácil de cazar, ella le daba la vuelta y tenía un gran éxito.

Miró la hora y se dio cuenta de lo tarde que era, y se acordó de dormir para al otro día ir a New York.

"Jaeden Martell, allí voy"

-
Ese es el prólogo, ojalá les este gustando :)

𝐏𝐘𝐒𝐂𝐇𝐎 [Jaeden Martell] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora