Operación Memoria ©

OO5

—¿Tienes muy en claro cuál es tu misión, Valeria?.— Preguntó Aristóteles mientras veía a la adolescente a través del retrovisor.

—No te preocupes Ari,tengo en claro cuál es misión, y le prometo a usted y a su esposo que no voy a fallar. En menos de lo que canta un gallo, Danjel y Sebastián recuperarán su memoria.— Contestó la rubia con una voz fria y firme.

—Confiamos en ti.— Finalizó el rizado.

Valeria tuvo que explicaré todo a su madre, quien accedió en dejarla ir mientras obedeciera en todo a los padres de Daniel. Ellos quedaban a cargo de Valeria durante su estancia en Oaxaca.

Pronto el pasado volverá a todos ellos, el Buenos Aires, Argentina; la familia de Sebastián abordaban el avión que los traería devuelta a México.

Dos almas que fueron separadas hace 3 años, están a punto de volverse a encontrar, pero bien dice que el destino nunca pone nada fácil.

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—¿Ya casi llega papi?.— Preguntó Isabela con un puchero y sus ojitos cristalinos.

—No creo que tar en llegar, mi vida.— Contestó Temo, mientras abrazaba a su hija.

En ese instante, el pito de un auto sonó afuera de la casa.

—¡YA LLEGÓ!.— Gritaron las niñas al mismo tiempo.

—¡Yo abro!.— Daniel bajaba las escaleras, de manera rápida.

—Te he dicho que no bajes corriendo, te puedes caer.— Regaño Temko.

Sin importarle los regaños de su padre, el ojimiel corrió a abrir la puerta de la mansión.

—¡Papá!.— Daniel abrazó a su otro padre, al otro lado de la puerta. —Por fín llegas.—

Daniel abrazó a su padre, sin percatarse de la presencia de la rubia.
Pero no Tarso tanto cuando por los encima de lo hombros de su papá, la vio.

—¿Y tú quién eres?.— Pregunto e ojimiel mientras se separaba del abrazó.

Valeria sintió una punzada en su corazón, ella sabía que Daniel no la recordaba pero jamas pensó que dolerá tanto sentirlo en carne y hueso.

—Ella es Valeria, es hija de una vieja amiga, se quedará por un tiempo con nosotros y también irá a tu colegio.— Rápidamente contestó Aristóteles, al ver que Valeria no sabía que responder.

—Entonces...¿Ella es la que me ayudará a recuperar otros recuerdos?.— Preguntó.

—Si, ella te ayudará.— Contestó Temo mientras se acercaba a su hijo. —Es un gusto volverte a ver Val, estás más grande.—

—El gusto es mio Temo, amo volver a Oaxaca.— Contestó con una tierna sonrisa.

—Daniel, lleva a Valeria al cuarto que fue asignado para ella.— Ordenó Aristóteles.

—Si claro, sigueme Valeria.— Daniel empezó a caminar con Valerias detrás de él.

—Me preocupa un poco, le estamos dando una gran responsabilidad a a Valeria, apenas una niña de 14 años o bueno, casi 15 años.— Decía Temo, mientras veía los dos adolescentes subir las escaleras. —Andrea me llamó y dijo que el vuelo se adelanto, están llegando a México en la madrugada.—

—Valeria es una chica muy inteligente y astuta, ella sabrá que hacer.— Decía mientras abrazaba al más bajo por la cinturas. —Verás que pronto todo volverá hacer como antes.—

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Eran aproximadamente las doce la madrugada en ciudad de Oaxaca. Todos en la mansión Córcega López se escontrabam dormidos, o casi todos.

Cierta chica rubia caminaba por el primer piso de la mansión, buscaba el cuarto donde Aristóteles y Temo le dijeron que estaban algunas cosas viejas de Daniel, cosas que guardaron después del accidente

—¿Dónde está ese cuarto?.— Valeria abría cada puerta que se cruzaba en su camino pero ninguna era del cuarto que buscaba.

No fue hasta que vio una puerta negra con un candando, ¡Bingo! Lo había encontrado, pero ahora la cosa era como abrirlo.

Miró a todos lados, cuando vio una sospechoso retrato cerca de la puertan.

Se acercó a ella, y como si fuera una puerta, de un jalón abrio de lado el retrato. Allí estaba la llave de el va dando.

Tomó la llamé y volvió a dejar el retrato como estaba antes. Con una sonrisa victoriosa y algo malvada, abrió el candando, por fín pudo abrir la puerta.

Todo estaba oscuro, con ayuda de la linterna de su celular, encontró el interruptor de la luz.

Al momento de prender la luz, sus ojos se encontraron con el cuarto lleno de cajas de diferentes tamaños.

—Muy bien Valeria, tu misión comienza ahora.— Dijo para si mismo,en un susurró.

Nomás esperaba que todo salga bien y que Damiel nunca la descubra en ese cuarto, Aristóteles y Temo le dejaron en claro que Daniel tenía prohibido entrar a ese cuarto.

La misión Operación Memoria comienza ahora.