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La pequeña fiesta ya había finalizado, todos los invitados ya se habían retirado a sus respectivas casa, bueno, excepto Sebastián y su familia, esa noche ellos dormiran en la mansión de los Córcega López.

Los tres adolescentes se encontraban sentados en un sofá del living de la la mansión, Valeria se encontraban en medio de Daniel y Sebastián, y era algo incómodo.

—Emmh...¿Si vemos una película en Netflix?.— Propuso Valeria, para poder romper el incómodo silencio.

Los dos con una bajita voz, casi un susurró; contrataron un "Si".

—Voy a preparar las palomitas.— Dijo Daniel de uma manera seca.

Mientras el ojimiel se retiró a la cocina, Sebastián soltó un pesado suspiró.

—¿Qué pasa?.— Pregunto Valeria, mirando a su amigo.

—Me cuesta procesar todo lo que pasó hoy.— Dijo mientras cubría rematadamente su rostro con sus manos.

—Eso lo sé, ¿Pero por qué dejarse de hablar? Ahora es donde más que nunca los dos deben de estar unidos, los dos necsitan darse apoyo mutuo. Para ninguno de los dos es fácil procesar todo.— Valeria sostenía  a Sebastián de los hombros para que la mirala fijamente. —Ahora que sabes quien es el chico de tus recuerdos, ¿Lo dejaras ir?.—

Un silencio que hizo presente, Valeria sentía que todo el plan había sido un fracaso, hasta que por fín Sebastián habló.

—No, por muchos tiempo esperaba poder conocer a la persona de mis recuerdos y por fín se quién es y no pienso dar marcha atrás.— Afirmó seriamente.

—Entonces ve, porqué que el tiempo corre.— Valeria le brindó un pequeña sonrisa para luego retirarse a su cuarto.

Arriba con Valeria, caminaba por el pasillo de los cuartos en dirección al suyo. En eso Temo venía saliendo del cuarto de las mellizas.

—¿No qué harían pijanada?.— Pregunto el castaño.

—Solo diré que hubo vambio de planes.— Dljo de manera simple mientras una siniestra sonrisa se djbujaba en su rostro. —Todo saldrá perfecto, y de preferencia no bajen al living.—

Dicho eso, Valeria ingresó a su cuarto dejando a un confundido Temo.

Regresando al primer piso de la mansión, en la cocina con los chicos.

El menor estaba en la entrada de la cocina mirando al mayor, sintió como un nudo de saliva se formaba.

—¿Qué haces ahí?.— Pregunto Daniel al ver al menor en la entrada.

—Nada,sólo...— Las palabras parecian no querer salir.

—¿También es difícil para ti procesar todo, verdad?.— Preguntó mientras se acercaba al menor, Sebastián asintió. —Créeme para mi también, pero tampoco deberíamos apiclarnos la ley del hielo.—

Un leve sonrisa se dibujó en el los labios del menor.

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Ya los dos se encontraban acostados en el sofá-cama del living, ambos había acordado ver la tercera parte de la películas de Chucky.

Daniel tenía un pequeño trauma con ese muñeco, pero prefirió no decir nada. Oh, pero había olvidado que ellos ya habían recuperado la memoria.

—Le tienes una fobia a ese muñeco, ¿Por qué aceptaste ver la peli?.— Sebastián miraba al mayor mientras alzaba una ceja.

—¿Qué? ¿De qué hablas?.— La mirada de Daniel fue desviada a otra parte que no fuera la mirada del menor.

—¿Se te olvida que recuerdo todo? Le tienes una fobia a Chucky que cuando eras más pequeño quemaste todos tus peluches.— Afirmó el menor. Daniel estaba por protestar pero Sebastián se le adelantó. —Me los dijiste cuando ya llevábamos un año de amistad.—

—Si, va ser difícil aceptar que ya recordamos todo.

(ULTIMOS CAPÍTULOS)

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•¡AAAAAH! Sólo 3 capítulos gente, 3 capítulos y acaba esto 💔






Operación Memoria ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora