Operación Memoria ©

O13

Era otro día, y faltaban solo tres días para el cumpleaños número 16 de Daniel.

—Escuchame, vas a ir y vaa a fingir como si nada hubiera pasado, se fuerte.— Decía Valeria, mirando seriamente a su amigo. —Llorar esta bien, es un acto humano, pero a veces debemos ser fuertes.—

—Tú no fuiste quien rechazó a alguien por miedo y que ahora no sabes que carajos hiciste.— Exclamó el mayor.

—Buen punto, yo no fui la pendeja que le dijo al chico que se te declaró y te besó "Fue un error".— Contradijo con sarcasmo. —No mames Daniel, ya ni las películas de Hollywood.—

—Como sea, vamos que llegaremos tardé.

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Valeria y Daniel ya se encontraban en la entrada del colegio. En eso, justamente también llega Sebastián.

Por unos milisegundos las miradas de ambos chocaron, pero rápidamente fueron desviadas y tomaron caminos degrados.

—Ay Diosito, dame paciencia con estos dos morros.— Exclamó Valeria mirando al cielo.

Soltó un pesado suspiró y luego fue por el lado que había tomado Daniel.

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En el salón de Valeria, todos era un relajó, alumnos escuchando música, otros tirándose bolitas de papel como si fueran niños de kinder y otros en grupo hablando de temas triviales.

Valeria se encontraba sentada en su puesto mientras utilizaba su celular, cerca de ella estaba el grupo de Luisa.

—¿Vieron como Daniel y Sebastián se ignoraron por completó?.— Hablaba una chica pelinegra y de ojos cafeses.

—Uy si, ¿Creen que realmente Dastián nunca regresé? ¡Wey, mi shipp!.— Exclamaba otra chica castaña de tez morena.

—Ay chicas, ¿No me digan que ustedes también shippea esa cosa? No mames, que asco.— Esta vez, exclamó Luisa.

—Luisa tú no entiendes porqué apenas entraste el año pasado.— Afirmó la chica morena.

—Ay si, tú estas desubicada. Todo el colegio ama la linda pareja que hacen Daniel y Sebastián, aparte que con catalogados como los chicos más lindos de todo el cole, sorry amiga, pero es la verdad.— Dijo la chica de ojos cafeses, con una voz engreída.

—Piensen un poquito, si ellos nunca recuperan la memoria y nunca vuelven a hacer novios, yo todavía tengo oportunidad de que Daniel se fijé en mi y yo ser la chica más popular del colegio al hacer novia de él.— Dijo con hipocresia. —Yo misma me voy a encargar de que Dastián nunca vuelva, será historia.—

Valeria quién escuchó todo, golpeó su puesto asustando al grupo de amigas, miró bseriamente a Luisa.

—Escuchame bien intento de persona, tú que te metes en mi misión y conocerás a la verdadera Valeria Ordóñez.— Valeria miraba seriamente la chica que estaba enfrente tuyo.

—Ilusa, ¿Tú realmente crees que Daniel recordará a un chico tan poca cosa con Sebastián?.— La chica castaña miraba cínicamente a Valeria. —Mejor abandona esa ridícula misión, Daniel será mio tarde o temprano.—

—Ay cariño, ¿Tú realmente crees que Daniel se fijará en una ofrecida? El perdió la mejoría, no la vista.— Valeria se retiró con una mirada triunfadora, pero volvió a mirarla. —vete de aquí, no querrás tener como enemiga.—

Valeria estaba decidida a volver a sentarse en su puesto, pero volvía a mirar a Luisa.

—Así como logré que Emiliano y Diana se fueran de este colegio, puedo hacer lo mismo contigo.— Dijo, tirandole una mirada fría.

Todo el salón fue testigo de esa pelea.

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La hora del receso llegó, y en la cafetería se encontraba Valeria juntó con los amigos de Daniel, Martín y Alejandro.

—Wey, en todas las malditas clases Daniel y Sebastián no se dirigieron ni un "Hola" ¿Valeria, qué ésta pasando?.— Martín miró a la rubia.

—Los chicos tuvieron una oelea y ya no son amigos.— Contestó en un hilo de voz. —Guarden silencio, acaban de entrar a la cafetería.—

Al tener amigos en común, no tuvieron más remedio que sentarse en la misma mesa, claro que Daniel junto a Valeria y Sebastián al otro lado de la mesa junto con sus otros dos amigos, ni las miradas se dirigían.

El ambiente era algo incomodo para ese pequeño grupo de amigos.

—Y dinos Daniel...— Alejandro decidió romper ese incomodo silencio. —¿Cómo celebraras tu cumpleaños?.—

No sé, quiero algo pequeño, algo sencillo.— Respondió mientras revisaba algo en su celular.

—Oye, ¿Y porqué no le dices a tu papás que hagan no sé, un asado? Estaría padre, una pequeña reunión con toda tu familia, tus amigos, todas las personas cercanas a ti.— Propuso Valeria, son una notable emoción.

—No esta mal la idea, podríamos hacer una fiesta en la piscina, y obviamente ustedes están invitados.— El ojimiel miró a los tres chicos al otro lado de la mesa.

—No lo sé, sabes que mis padres no me dejan quedarme en casas ajenas, pero pues gracias a la invitación.— Informó Martín.

—Y pues de mi papá, ni hablar.— Este vez fue Álejandro quién hablo. —Lástima que mi mamá está en España.—

—¿Y tú si irás?.— Valeria miró a Sebastián. La chica rezaba para que dijera que si.

—Amh...No sé, quizás.— Contesto, con una nerviosa sonrisa.

Valeria no mostraba emoción alguna rn su rostro, temía por que su plan se fuera al carajo. Si o si su plan tenía que funcuonar, ¿Cuál era su plan?.

Aristemo le contó a Valeria que los chicos antes de la pérdida de memoria, le gustaba hacer piyamadas los sábados y tenían varias canciones que a ellos le gustaba en común.

Su plan era que en la celebración del cumpleaños de Daniel, varias de esas canciones fuera colocadas y después vendría la piyamada.

Un último intento y si fracasa, fin del juego para todos.

Ese día, como sea los chicos tendrán que recuperar toda su memoria, o todo quedará en el olvido.

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