Máscara de Cristal

4. Te dare todo

Owen:

—Karina.

—Quiero el divorcio.

No puedo creer lo que escucho.

—Fuiste al hotel y te acostaste con ella, no puedo perdonártelo.

Mis manos se forman puños.

—Quiero divorciarme de ti, Owen Miller.

—No me he acostado con ella.

Karina frunce el ceño. —¿Esperas que crea eso? No soy estúpida, te fuiste al hotel con esa mujer.

—Y ella te envió el mensaje ¿no?

Karina se queda helada.

—Si  hubieras querido, pudiste ir.

—En primer lugar yo no tengo porque ir a ningún lado, tu como esposo debiste saber cual es tu lugar y no ir desde el inicio, ni siquiera debiste aceptar esa propuesta, ya veo lo poco que te importa nuestro matrimonio.

—¿De verdad estás soltando toda esta mierda, Karina?

—Soy clara, Owen, si acepte es porque crei que tu voluntariamente decistirias de todo, porque soy mucho más importante que eso.

—La maldita casa está hipotecada, Karina, nos la iban a quitar.

Esta es la casa que me dejaron mis padres, no voy a dársela a nadie.

—Y yo te di maneras, la casa de mis padres y aún así te importo poco y fuiste a revolcarse con esa zorra.

—Ya dije que no lo hice.

—Y yo digo que no te creo. —Me responde. —Y aunque no fuera cierto, fuiste con ella, tuviste la intención de hacerlo y por eso mismo ya es traición para mi.

No doy crédito, mi mujer está soltando todo por decir.

—Quiero el divorcio, Owen y quiero todo lo que me corresponde, ahora que tu puta pago todo, la casa tiene que ser mía. Es lo menos que merezco por soportarte todos estos años.

—No teníamos plata ni para pagar la deuda y ahora quieres gastarlo en abogados para nuestro divorcio.. ¿Qué tienes metido en la cabeza? ¿De dónde vamos a sacar dinero?

—Tu no se, yo tengo mi dinero.

Mis ojos se abren. —¿Y teniendo dinero no me  has ayudado a pagarlo cuando fuiste tu quien me metió en este problema?

—¿Esta a tu nombre no?

Me quedo en shock.

—Como yo lo veo ese no es mi problema.

—Es el problema de los dos ¡Carajo! ¡ Somos un puto matrimonio!

—Ya no.

—Karina.

—Consigue tu abogado porque no me quedare con las manos vacías, lo quiero todo.

¿De dónde coño voy que sacar el dinero?

¿Y ella?

—¿Esto has querido siempre, no?

Su ceja se alza.

—Has buscado la excusa perfecta y de esa forma quedarte con todo por una infidelidad ¿ Es así?

O ya mismo me estoy montando una historia en mi cabeza.

Estoy deseando con toda ni alma equivocarme.

No lo admite, pero tampoco lo niega.

—Quiero el maldito divorcio, Owen.

¿Qué carajos voy a hacer ahora?

Dafnée:

—¿Ya elegiste quien te acompañara a la siguiente presentación?. —Me pregunta mi asiste.

—Solo consigue alguien que recuerde el nombre de todos los invitados correctamente.

—¿Te doy opciones?

—Que sea tu elección, si eliges alguien que no me convence, el peso de tu error irá sobre ti.

Ella palidece.

Yo sonríe. —Ya puedes retirarte, Sofia.

Sofía sale de mi oficina y en la puerta observo a Owen, sin permiso, el ingresa.

—Owen..

El guarda silencio.

—¿Has venido a insultarme de nuevo?

—No.

Examino su expresión, la misma con la que vino al pedirme pagar su deuda.

—Ya he pagado tu deuda completa… ¿Por qué esa cara?

—Vine a pedirte algo.

Vaya sorpresa.

—¿A mi? . —Sonrio, que divertido.—¿Ya no soy la mujer mucho peor de la que todos hablan?

El no responde mi pregunta.

Suelto un suspiro agotador. —Se rápido.

—Necesito un préstamo.

Mis ojos se abren.

—Owen Miller, acabo de pagar tu deuda y ya quieres tener otra y esta vez con una mujer como yo..  ¿ Que eres? ¿Adicto a las apuestas?

El no responde.

—Porque no veo otra razón para que quieras un préstamos cuando no han pasado ni 24 horas de tu última deuda saldada por mi.

—Solo necesito el dinero.

—¿Y que obtendré a cambio?

—Todo.

Mis ojos se abren.

—No solo una noche. —Me asegura. —Mi tiempo, mis habilidades .. incluso mi cuerpo.

Guarda silencio por un momento.

—Mi corazón.

El  niega y sigue.

—Todo lo que me pidas, todo de mi vas a tenerlo. —Me asegura. —Te daré todo, Dafnée  Anderson.

Hola...

Esto es lo que esta dispuesto a hacer Owen por no perder la casa de sus padres.

Un trato peligroso con una mujer como Dafnée, pero que terminara acercandolos como el nunca imagino.

Nos leemos.

>> Yiemir.