12. El lugar y el momento equivocado

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Owen:

—¿Están completamente decididos a hacer esto?. —Nos pregunta el abogado.

—Si. —Karina responde sin ninguna duda.
Me vuelvo hacia mi abogado después de ver la actitud fría de mi ex mujer.

Asiento con un afirmativo.

—El acuerdo  que ofrece mi cliente es simple, su esposa se queda con todo lo que desee, pero la casa la obtendrá el señor Miller.

Karina suelta un bufido.

—No estamos de acuerdo. —Responde su abogado. —Mi cliente desea la casa a como de lugar y cree que es lo mínimo que se merece después de la infidelidad.

—¿Infidelidad?

—Infidelidad, Owen. —Responde ella. —Fue lo que hiciste.

Sonrio.

—Es increíble que estés haciéndome esto.

—Quien engaño no fui yo.

—¡Es la maldita casa de mis padres!. —Elevo la voz, mi abogado intenta pararme.

—Cálmese, señor Miller. —Me pide el abogado de ella. —Si pierde el control, mi cliente puede acusarlo de violencia.

—¿Violencia? ¿Es jodidamente en serio?
Observo a mi esposa.

—¿Realmente harás esto, Karina?

Ella solo escucha.

—Quiero la casa Owen. —Siento mis puños apretarse. —Podemos llegar a un acuerdo fácilmente aquí o ir a juicio, será como quieres.

¿Realmente cree que le dejare la casa?

—Iremos a juicio entonces. —Finalizo.

















(*)



















Tengo un buen abogado, eso quiero creer, me encargué de conseguir el que fuera el mejor con el dinero que me dio mi jefa.

Y Dafnée…

Realmente no se nada más que lo de estar hundida en trabajo todo el tiempo.

—Vamos a beber, Owen. —Me dice Alejando. —Iré con Rodrigo y otros tres chicos del área de abajo. Habrán chicas.

—¿No estás casado?

—Para ustedes, no para mi. —Me aclara. —Y al menos tu lo necesitas ahora que estás en proceso de divorcio.

—Lo lamento, pero por esa misma razón no puedo asistir.

Quiero organizar los papeles y leer la demanda con cuidado, no puedo pensar en nada más.

Levanto la mirada hacia la oficina de Dafnée, hay varios papeles encima de su escritorio, según tengo entendido, debe terminar algunas muestras de vestidos para el fin de semana.

Ella se exige demasiado

—Lo siento.

—Pedazo de hombre aburrido.


















(*)



















Ojalá no me hubiera ido esa noche.

Ese es mi pensamiento al día siguiente cuando asisto a mi trabajo y  encuentro a todos conmocionados afuera del edificio.

—La atacaron. —Me dice Alejandro. —A Dafnée, mientras salía de la oficina.

Me quedo sin habla.

—Eso es  lo que dicen, se quedó hasta tarde trabajando y salió de madrugada.

—¿Dónde esta? . —Hasta no hablar no me doy cuenta del nudo en mi garganta.

Maldita sea, Dafnée.

Todo estas son las consecuencias por exigirte tanto.

No, ella solo estuvo en el lugar y el momento equivocado.

Sofía llega al edificio y tiró de ella hacia una esquina, si alguien debe tener más información sobre lo ocurrido es ella.

—Owen…

—¿Dónde esta, Sofía?. —Vuelvo a preguntar, esta vez mi corazón se a acelerando mucho. —¿Dónde esta Dafnée?

—No estoy segura que ella quier..

—Me importa muy poco lo que Dafnée Anderson quiera. —Le respondo. —Lo único que quiero saber es donde está.

Intento controlar mis emociones, pero es inútil.

—¿En dónde está esa mujer? ¿Dónde carajos está Dafnée?

Es increíble que una mujer como tú me haga preocuparme al punto de volverme loco, Dafnée.



Máscara de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora