Epílogo

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Owen:

Dafnée estaba embarazada.

Dafnée esperaba un hijo mío.

Así que no la interne durante el tiempo que duro su embarazo, ella me necesitaba y estuve a su lado todo el tiempo.

Los meses pasaron muy rápidos, meses en los que oficialmente salió mi divorcio y me convertí en un hombre libre, pero también meses complicados en la empresa y casi al cumplir los cinco de ellos, le pedí que dejara el trabajo, ella no estaba bien, habían comentarios de los trabajadores y hasta de sus socios que le alteraban los nervios y la condición en la que estaba.

Estaba estresada como nunca la había visto y se ponía a llorar muchas veces, ya no era la Dafnée dura que me había contratado o la que me ofreció dinero a cambio de una noche conmigo.

Esta Dafnée era frágil, delicada y temerosa, como si la Dafnée anterior hubiera sido una máscara y finalmente podía ver un poco de humanidad en ella.

O al menos eso creí.

Y mi mayor temor empezó a crecer cuando fuimos a la primera ecografía de nuestro bebé.

Resulto ser una niña, pero ella no lo quería.

Dafnée no sentía amor por nuestra hija.

Y eso solo fue una parte de lo que vino después.

—Melanny. —Pronuncio al doctor que nos observa a los dos, tengo cargada a mi hija en el quirófano.

Dafnée está acostada sobre la camilla, tan hermosa como siempre, aunque este llena de sudor y roja por haber traido a nuestra hija al mundo.

Mi corazón se emocionó por completo, porque ella estaba emocionada, es como si el sentimiento de conocer a Melanny, borrara todo lo que esa enfermedad podría causar en ella.

—Su nombre es Melanny. —Pronuncio y luego beso a la mujer que quiero.









(*)










—Casémonos...

El momento en el que se lo pedí fue cuando ya estábamos de regreso en casa, nos acabábamos de instalar y nuestra pequeña hija estaba descansando mientras los dos estábamos juntos en la sala.

—Owen...

—Dafnée Anderson.. —Pronuncio. —Te di cuatro opciones de las que tú tomaste tres, mi tiempo, mis habilidades y mi cuerpo.

Ella se sorprende de que lo recuerde.

—Lo tienes todo ahora. —Sigo. —Pero no quiero que te quede duda que también tienes la última opción.

Sonrio.

—Tienes mi corazón, Dafnée.

Ella sonríe despacio.

Máscara de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora