16. No es compasión

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Owen:

No me deja acercarme.

Y si lo hace solo es para darme ordenes o sobre trabajo, pero más allá de eso, soy nadie como ella misma lo describió.

Después de esa noche, intente meterme bajo su piel un poco, busque información y curas, entonces a mitad de la noche mientras lo hacía, comencé a preguntarme : "¿ Por qué hago esto?" "Debería estar desvelándome por la demanda, no por esto"

¿Qué rayos es Dafnée Anderson para mí y porque busco desesperadamente ayudarla?

—Se hubiera quedado en casa.—Escucho unos murmullo cuando Dafnee llega a la oficina.

Entre el pequeño grupo que habla a sus espaldas esta Alejandro y también Rodrigo, tolero cada uno de los comentarios y Dafnée aparenta no escucharlos mientras Sofia la pone al día con todas las cosas sucedidas en la oficina durante sus faltas.

—Se ve fatal.

—Belleza es lo único que tenía y mírala ahora, ya todo es horrible en Dafnée Anderson.

Mis manos se vuelven puños.

—Preferiría que se tomara unos días más, tener que soportarla otra vez.

Ese es Rodrigo.

—O mejor aún, nos habrían hecho un gran favor si la golpeaban más fuerte.

Todos se ríen, solo Alejandro se mantiene sereno.

Y el continua.—Es mucho mejor que soportarla, así tendríamos más días libres de Dafnée Anderson ¿No lo creen?

—¡Hey!.—Lo llamo.

Rodrigo se vuelve hacia mí y antes de que pueda agregar una puta palabra, mi puño ya ha golpeado su rostro.









(*)










—Owen, los enfrentamientos entre empleados no están permitidos en mi empresa.

¿Es en serio, Dafnée?

—¡Y una mierda! ¿No oíste lo que dijo?

—Claro que lo he oído.—Me respondo.—Siempre escucho todo lo que hablan a mis espaldas, soy la jefa dictadora ¿No?

Trago saliva.

—Pero se mi lugar y no voy a ir a pelearme con cada empleado que piense distinto hacia mi persona... ¿Qué clase de imagen daría?

—¿Vas a dejar que hablen de ti solo así porque te importa la imagen? ¿Dónde queda el puto respeto?

—Hablas de respeto y me sueltas todo esto.

Ella sonríe.

—Si a mí no me afecta a ti menos, Owen.—Continua.—Somos tan diferentes.

—Claro, tu eres alguien que está dispuesta a tolerar cualquier cosa con tal de no manchar tu imagen y yo...

—Alguien que se deja calentar la cabeza y actuar por justicia propia.

Me quedo en silencio.

—Debería suspender.

—¿Es una broma, no? Lo hice por ti.

Ella niega.—¿Acaso te lo pedí?

¿Qué rayos sucede con esta mujer?

—No, no me lo pediste, pero sentí en la necesidad de darle una lección por hablar así de ti.

—¿Y por qué sentirías eso?.—Me interroga.—¿Por qué sentiste lastima de mí? ¿Ahora sientes lastima? No te conté mi historia para que sintieras lastima de mí, lo hice porque de esa forma ibas a alejarte.

—¿Eso esperabas que hiciera?

Sus ojos me miran fijos.

—¿Esa es la razón por la que estas alejándome, Dafnée?

La observo tragar despacio.—Ya no tenemos asuntos que tratar.

—¿Y qué hago aquí?

Ella no responde.

—Dafnée.. ¿Por qué sigo aquí?

—No se supone que estés aquí, después de lo que dije.

—Te pregunto de nuevo y soy franco.. ¿Eso querías que hiciera?

Esta mujer no pierde su postura y se mantiene en silencio, así que yo soy el que hablo.

—No me iré a ninguna parte, mucho menos después de lo que me confesaste.

—No necesito compasión, Owen.

—No es compasión.

Sus ojos me observan.

—Ni siquiera yo sé que es.

Dafnée alza una ceja.

Mis manos se forman puños.—No sé qué demonios me sucede contigo, pero no puedo alejarme.

—Owen...

—Así que no me alejes de ti, Dafnée.—Le pido, mientras intento descubrir que es lo que esta mujer está causando en mi.—No lo hagas.





A partir  de aquí la historia girara a un rumbo inusual.

Aun no han leído todas las sorpresas que tengo preparadas.

Solo preparen su corazón que lo haré lo más real posible y tengan a la mano sus pañuelos.

>>Yiemir.

Máscara de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora