Máscara de Cristal

23. La Dafnée que deseo

Owen:

—¿Un viaje?.—Dafnée repite mis palabras, tiene una expresión de desaprobación, lo cual me dice que la idea no le agrada mucho.—¿Quieres que nos vayamos de viaje?

Siento que es lo que necesitamos.

—Este fin de semana.

Sus labios se separan.—Soy la jefa, no puedo tomar vacaciones.

—Por eso mismo puedes decidir que sí.

Ella suelta una sonrisa, pero enseguida se le borra.

—No estoy segura, Owen.

—Piénsalo.—Le pido y ella se mantiene mirándome sin decir ni una palabra.—Solo piénsalo, Dafnée.

Un viaje quizás no cambie nuestra situación, pero estar alejados de todo esto quizás le ayude.

Dafnée:

¿Hace cuánto no vas de viaje, Dafnée?

Y cuando Owen, un hombre que a pesar de todo se mantiene a tu lado te invita a ir de viaje con él, lo rechazas.

Aprieto los labios y muevo el boli en mis manos.

—Dafnée.

Mi mirada sube al oír mi nombre, olvide que me encontraba en reunión y ahora mismo todas las miradas de los hombres y mujeres con los que trabajo están sobre mí.

—No has dado tu opinión.—Me recuerda Paula, observo el marco de presentación de la próxima colección de verano que será lanzado.

Todos lucen nerviosos.

Suena simple darle el visto bueno a un proyecto, pero escoger los colores, la tela que se va a usar y conseguir a los diseñadores no es para nada simple.

Hay gente trabajando detrás de esto y miles de personas esperando impresionarse con los diseños en esta estación.

—Demasiado amarillo.—Pronuncio.

Ellos ponen la mirada sobre el marco.

—En cada traje hay demasiado amarillo.—Vuelvo a decir.—Y algunos colores no combinan, como ese.

Señalo el segundo diseño, un vestido que hace sentir el amarillo como uno fosforescente.

—Demasiadas flores, lanzamos una campaña de verano, guarden el exceso de flores para primavera.

Me pongo de pie.

—Dafnée.

—Hasta el lunes.

—¿No lo quieres mañana?.—Pregunta Paula estupefacta.

Sonrio.

—¿Hay algún problema?

—No.—Jim responde esta vez, quien está a mi izquierda.—Es que nunca das más de un día.

—Ahora lo doy... y..

Pienso en Owen.

—Estaré fuera de la ciudad el fin de semana... tendrán tiempo para resolverlo ¿No?

Ellos se intercambian miradas.

—Que sea para el Lunes.

"¿Qué le ocurre?"

"¿Estará enferma?"

"¿Ya está totalmente recuperada?"

"No es normal que de muchos días"

"Debe ocurrirle algo"

Esos son alguno de los murmullos entre tantos que escucho mientras abandono la reunión.

Para mis socios, también soy la jefa dictadora que todos en mi zona de trabajo ya piensan, sin embargo es algo que ya tolero y hoy más que nada.

Me acerco a Sofia, quien ha estado esperándome fuera de la sala de reuniones.

—¿Ira de viaje con Owen?

—Lo haré..—Mi sonrisa se borra.—Pero antes necesito que hagas algo por mí.

Ella alza las cejas.

—Como ordene, Señorita Dafnée.

Owen:

—Iré.

Estamos en la cama a punto de dormir o ese era mi plan, ahora ella me ha dado una increíble noticia.

Tengo una sonrisa en el rostro.—¿Lo pensaste mejor?

Dafnée asiente con la cabeza.—Es algo que me gustaría hacer y te debo después de quedarte conmigo.

—No me debes nada, Dafnée, si estoy contigo es porque quiero.

Ella sonríe y se arrastra hacia mí, me besa en los labios, me dejo llevar y rodeo su cintura con mis brazos.

La derribo y me subo en su encima, ella se ríe.

Estoy adorando esto.

Dafnée me coge el rostro, sus dedos recorren mi cara y su mirada se mantiene sobre mí, una mirada tranquila.

¿Esta es la Dafnée que deseo?

—Antes tengo algo que hacer.

—Dafnée.

—Luego nos iremos de viaje.—Pronuncia y vuelve a repetir.—Nos iremos de viaje.