No me olvides.

CAPÍTULO NUEVE.

“Creo que ya sé lo que quieres decirme. Pero por aclararlo… ¿qué tal si me lo explicas tú?”

Seguidamente respondo…

___: Puede que aciertes… pero hasta esta tarde no lo sabrás.

J: Venga, va. Por favor, necesito saberlo.

No quiero que se coma más la cabeza, así que decido enviarle un mensaje de voz explicándole sobre el que quería que hablásemos, pero no sobre quien.

“Jesús, verás… quería preguntarte sobre un chico. No sé si me gusta, porqué él se comporta muy bien conmigo, pero no sé si eso lo hace con todas o solo conmigo. Y quería hablar sobre eso…”

Lo ve, pero no responde. Pasa más de media hora cuando al fin, decide responderme.

J: Ah… pues mucho no he acertado… la verdad. Pero claro, nos vemos esta tarde. A las 19:00h te paso a buscar. Antes no puedo.

___: Gracias…

Ahora al menos ya sabe de que va, ahora solo falta decirle que el chico es su hermano. Ah, bueno, y falta también hablar con Dani, pero eso ya lo haré mañana. Por hoy ya hay bastante.

Me siento a ver la televisión. Cuando me doy cuenta ya son menos diez. Así que subo, me cepillo los dientes, me pinto un poco, me abrigo y bajo. Decido esperarle fuera, así que me despido de mis padres, y pongo la excusa de que voy a hacer un trabajo.

Se oye música de fondo… está sonando ‘Darte un beso’, así que supongo que será él.

___: Hola feo…

J: Hola guapa. ¿Me lo cuentas mientras andamos por el paseo?

___: Sí… supongo.

De camino al paseo ninguno de los dos dice nada. Pero al llegar me lanzo…

___: ¿Hablamos ya?

J: Sí, cuando quieras.

___: El misterioso chico es tu hermano.

J: ¿Dani?

___: Sí.

J: ¿Desde cuándo?

___: Bueno… en verdad son dos chicos…

J: ¡¿Dos?!

___: Los gemelos Oviedo…

Jesús no responde, se queda parado.

___: Sabía que era mala idea… adiós.

J: ¡No! Espera… sinceramente, creo que tú a mí también me gustas…

___: ¿Y a Dani?

J: A Dani…