No me olvides.

CAPÍTULO CUATRO.

___: Es un amigo mamá, se llama Dani.

M: ¿Segura? A él se le veía con ganas de ser algo más.

___: Acabamos de mudarnos. ¡No quiero novio, y menos a uno que acabo de conocer!

M: Vale hija, tranquila. Sólo he preguntado.

___: Ya, bueno, me voy a mi habitación.

DING-DONG.

Suena el timbre, mi madre abre.

M: ¡Hombre! Supongo que serás Dani, él vecino.

D: Sí, y usted la madre de ___, supongo. ¿Puede bajar?

M: Sí, claro. ¡___ tienes visita!

Bajo para abajo, será pesado. ¿Qué quiere ahora?

___: Hola… ¿quieres algo?

D: Antes no me has dado tu número de teléfono. ¿Cómo pensabas hablar conmigo?

___: No lo tenía planeado, pero bueno. Apunta, *le digo el número de teléfono*. ¿Ya?

D: Sí, esta tarde si quieres hablamos. ¿Vale?

___: Bueno, mejor podríamos ir a dar una vuelta. Y que se venga Jesús también, así nos lo pasamos mejor.

D: Claro, se lo diré. Bueno, adiós guapa.

___: Adiós.

Cierro la puerta y me dirijo hacia la cocina.

___: Mamá, ¿a que instituto iré?

M: Cuando te has ido me han llamado que tienen plaza en uno que se llama Huipatia. Y ya de paso te he apuntado.

___: Que bien, así iré al mismo que Jesús y Dani.

M: ¿Jesús?

___: Es el gemelo de Dani. Es muy adorable.

M: Haber si te vas a enamorar, y depende de cómo puedes acabar sufriendo.

___: Que va mamá. No me gusta ninguno de los dos. Jesús es adorable, y Dani es más seductor. Jajajajaja, pero enserio, no.

M: Vale vale, si yo te creo.

Me llega un mensaje, supongo que será de Dani. (Ahora es la conversación de whatsapp).

D: Hola guapa, soy Dani. ¿Sabes quién soy?

___: Claro que sí, el vecino jajaja.

D: Mi madre dice que esta tarde no podemos salir. Pero que mañana por la mañana podemos ir todos juntos, y así nuestros apdres se conocen. ¿Te parece bien?

___: Claro que sí. Oye, ¿con todas las chicas eres así?

D: No, la verdad es que soy sociable, pero tampoco tanto. Pero contigo me siento distinto. Aunque suene cursi jajajaja.

___: No suena cursi, a quedado bien jajajaja.

D: Supongo..

Fin de la conversación. ___ se tumba encima de su cama, suspira y se queda mirando el techo. ¿Se está enamorando de Dani? ¿Qué le pasa? Es todo muy raro. Se siente bien con Dani, se siente protegida. Pero acaba de conocerlo. Es imposible que se esté enamorando. ¿Y si le gustara Dani que pasaría? Ella jamás se a liado con nadie, ni siquiera a dado su primer beso. Y él… pues bueno, él seguro que más de uno. Tiene miedo, no sabe que hacer. Quizás solo acaben siendo amigos o quizás algo más. Pero ahora lo importante es que sola no está. De momento tiene a Dani, y a Jesús.

RING-RING.

___: Hola guarra.

Laia: Hola puta. ¿Qué tal por ahí?

___: Bien, mis vecinos son muy majos. Son dos gemelos, de mi edad, guapos, y bueno…

L: ¿Te gustan?

___: ¡Qué dices! No, por dios. Se llaman Jesús y Dani. Jesús es más adorable, y Dani, pues Dani es más malote. *Dice entre risas*

L: Uy uy uy, aquí veo yo a la futura señora de cómo se llamen.

___: Tampoco te flipes. Con Jesús no eh hablado mucho, pero Dani me a acompañado hasta a casa, me a pedido el número y me a dado un beso.

L: ¡¿Un beso?!

___: En la mejilla.

L: Pero ojalá hubiera sido en otro sitio, ¿no?

___: Yo no he dicho nada jajaja, a mi en el fondo me hubiera dado igual.

Estuve hablando casi una hora por teléfono. Cuando al fin acabé, bajé a comer. Toda mi tarde se basó en colocar la ropa, limpiar un poco y ver la tele. Preparé la mochila para la escuela. No cené nada, no tenía hambre. Sobre una silla dejé unos tejanos, un jersey, unos botines, la chaqueta, un fular y como un gorrito muy bonito, para así no tener que buscarlo por la mañana. Y sobre las 11 me quedé dormida, y como no, soñé con los gemelos.