CAPÍTULO ONCE.

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Me despierto a las séis y cuarto de la mañana. No puedo dormir, enciendo el móvil con el fin de quedarme dormida, pero veo uns mensaje. El sueño no me deja ver bien bien de quien es, pestañeo un poco y finalmente puedo llegar a leer que es de Laia. Dios, cuanto tiempo, con esto que me está pasando casi no me acordaba de ella. Abro el mensaje y dice así. 
L: Fea, no sé si ya te has olvidado de mi o no. Sólo quería recordarte que aquí te espera una gran amiga. Y que ella aún no se a olvidado de ti. Un beso, y por si lees esto cuando te levantes ya te deseo los buenos días. 
Madre mía, ¿como podía haberme olvidado de ella? En verdad la echo muchísimo de menos, lo que pasa es que con todo lo que me está pasando no he tenido tiempo. Empiezo a recordar los viejos tiempos, todos los buenos momentos que he pasado junto a ella y no puedo evitar derramar una lágrima. 
___: Joder, siento no haberte hablado ni nada, enserio. He tenido muchísimos problemas y no he tenido ni un momento libre. Cuando puedas llámame y te lo cuento todo.
Al minuto se conecta y lee el mensaje. Está escribiendo...
L: Claro, no pasa nada. Ahora no que mis padres están durmiendo, ya mañana te llamo. Que yo tengo una sorpresa para ti.
___: ¿Para mi? ¿Porqué? ¿Qué es?
L: Buenas noches orco, hasta mañana.
___: Buenas 'noches' bebé.
Apago el móvil y miro el despertador, ya son las siete. Y como no, suena el despertador. Cada día la misma rutina.
M: ¡Hoy es sábado! -se le oye decir de fondo.
___: ¿A si? Pues buenas noches mamá.
Me doy media vuelta, apoyo la cabeza en la almohada y a los minutos me quedo dormida. 
-A las diez de la mañana-
___: Mamá, he pensado en ir a hablar con Dani, ahora. 
M: ¿Ahora? Bueno tú verás, pero a las dos en casa para comer, que hoy hay macarrones. 
Asiento con la cabeza y voy a mi habitación a vestirme. Opto por una camiseta un poco larga, unas mayas y unas botas. Y como no, un gorrito muy bonito. Cuando llego a casa de los gemelos, que está al lado, veo a Eva regando unas margaritas muy bonitas que tiene en la entrada.
___: Hola Eva, ¿está Dani?
E: Hombre, hola guapa. No, a salido a comprar al súper con Jesús y Juan Carlos. ¿Quieres esperar dentro?
___: Vale, gracias. 
Entro y me siento en el sofá. Me pongo la televisión y espero. Al cabo de más de tres cuartos de hora aún no han llegado. Así que decido ir andando hasta el súper. Una vez allí veo a Dani de espaldas, en la sección de congelados. Cojo carrerilla y me tira encima de él. 
D: ¿Quién es? -dice mientras ríe. 
___: Adivina. 
D: La vecina fea de al lado.
___: Puede...
Me bajo de su espalda, le saludo y le doy un beso en la mejilla.
D: ¿Cómo sabías que estabamos aquí? 
___: Tu madre. Verás, quería hablar contigo...
D: Dime, que me estás preocupando. 
Cuando me lanzo a explicárselo y aclarar la duda me suena el móvil. Miro de reojo y veo que es Laia, y a ella no puedo colgarla. Salgo fuera a hablar con ella.

No me olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora