No me olvides.

CAPÍTULO DÍEZ.

En ese mismo momento aparece Juan Carlos, el hermano de los gemelos.

J.C: ¿Estáis en una cita?

___: ¡No!

J: No digas tonterías. -dice a la vez que se sonroja.

Con quedamos los tres en silencio, es un momento muuy incómodo. Alguien tiene que romper el hielo, pero esa no quiero ser yo. Por suerte, se adelanta Jesús...

J: ___ ya hablamos luego, adiós.

___: Sí... bueno, adiós.

Jesús coje y se va por el camino de la derecha, y Carlos se queda donde estoy yo. Se sienta a mi vera, me mira, sonríe.

J.C: No me extraña que mis hermanos te quieran tanto.

No tengo palabras para responderle.

RING RING. Llaman a Carlos.

J.C: Hola Jesúpupurupu. ¡Cuánto tiempo!

Nose que responde Jesús, ya que los gritos de los niños que juegan al lado no me permiten oírlo. Una vez a colgado se despide de mi, y se va.

Me quedo pensativa por lo que me a dicho Juan Carlos. ¿Los gemelos me quieren como amiga o algo más? Lástima que no me salieran las palabras, sino, antes, se lo podría haber preguntado a Carlitos.

Hace mucho que mo hablo con mi mejor amiga, así que la llamaré, pero no hoy, por hoy ya he tenido bastante. No puedo ni con mi alma. Llego a casa y mientras subo por las escaleras se oye a mi madre.

M: Cariño, ¿algo que contar?

___: Nada, es largo de explicar.

M: Tengo tiempo. -dice mientras se sienta en el sofá.

Le cuento todo, y a mi madre tampoco le salen las palabras. Y eso es raro, porqué mi madre suele ayudarme siempre, pero en este caso no le sale.

M: Nose que decirte, la verdad. No sé como estarás tú, pero yo me he liado.

___: Yo también mamá. Quizás debería preguntárselo a Dani... o hablar con Juan Carlos.

M: Supongo que eso sería lo correcto, todo depende se ti y de tu corazón.

Se levanta, se acerca y me da un beso.

Por mi mejilla se deslicza suavemente una lágrima. Y la verdad es que no sé porqué es, si por el beso de mi madre, por la mdanza, los gemelos, etc. Ya son muchas cosas. Antes de que me vea mi madre me levanto y me voy a mi habitación. Sin cenar ni nada me acuesto en la cama, y al cerrar los ojos me quedo dormida. Mañana ya será otro día.