Maze Runner. Las Pruebas (Newt y tú)

Capítulo 2

Cuando me doy cuenta de lo que nos van a hacer, entro en pánico. Después de recordar una gran parte de lo que hicieron conmigo los de CRUEL en aquel laboratorio del Laberinto, le he cogido un pánico a las agujas terrible. Y es que lo que nos van a hacer, son varias pruebas.

-¿Qué es eso?- pregunto cuando me siento en una camilla por órden de una mujer morena de piel con una bata blanca, una de las doctoras de allí.

-Todo de lo que habéis sido privadas en el Laberinto, no te preocupes, a tus amigos también se lo están poniendo- señala a su izquierda y veo a Newt, está limpio y cambiado de ropa, sentado en una silla con un doctor calvo a su lado, a punto de inyectarle lo mismo que a mí. Su mirada conecta con la mía y sonreímos, entonces la doctora cierra las cortinas blancas que nos rodean para que nadie más pueda ver a través de ellas.

-Le tengo mucho miedo a las agujas- confieso.

-Es normal después de lo que te hicieron antes del Laberinto- cuando clava en mi la aguja, me siento relajada, con ganas de dormir. Cuando el líquido entra en mí y vaga por mis venas, me mareo- Tranquila, relájate

-¿Qué me están haciendo?

-No te preocupes, no es nada malo, tranquila- me asegura, cuando me saca la aguja me siento más tranquila, pero la cabeza me duele bastante- Hmm

-¿Qué pasa?- pregunto cuando me doy cuenta de la cara que pone la mujer.

-Voy a tener que hacerte otra prueba, después de los experimentos que han hecho contigo es probable que tu sangre y tu manera de seguir con vida sea diferente a la del resto

-¿Más agujas?

-Solo es por tu bien, te prometo que se pasará muy rápido y que no te pasará nada- sus palabras de alguna forma me hacen confiar en ella un poco, pero solo un poco- Ahora necesito comprobar que estoy en lo cierto, cuando todo esté listo algún guardia te traerá aquí. Gracias por no perder los nervios y entrar en pánico

-Gracias a ti por calmarme- la agradezco sonriendo- ¿Cómo te puedo llamar?

-Doctora Crawford

-Yo soy Blue

-Lo sé- me sonríe y yo la devuelvo la sonrisa.

-Tienes que venir con nosotros- dos hombres armados esperan por mí cuando la doctora abre las cortinas, así que les sigo a través de la sala, mis amigos me miran expectantes y yo les sonrío para tranquilizarles.

Me llevan a una habitación muy pequeña, con una mesa en el centro y tres sillas. Cuando entro, está Thomas sentado en una de ellas.

-Hola- le saludo, él me sonríe. La puerta se abre al mismo tiempo en el que nos fijamos que hay una cámara en una de las paredes.

-Thomas, Blue- Janson entra y se sienta frente a nosotros- Gracias por venir a verme, perdón por las molestias, esperaba que pudiéramos hablar un momento en privado, lejos de los demás. Bueno, no os haré perder demasiado tiempo, la verdad es que solo tengo una pregunta. ¿Qué recordáis de CRUEL?- los dos nos quedamos callados, ¿por qué quiere saber eso?- No os pasará nada, solo estamos conversando para intentar entender

-¿Entender qué?- pregunto confusa.

-De qué lado estáis

-Recuerdo que trabajábamos para CRUEL, yo fui la primera en llegar e hicieron experimentos conmigo desde muy pequeña. Luego fueron llegando los demás, entre ellos Thomas que también fue uno de los primeros. Para que los niños no se preguntaran demasiado qué estaba haciendo yo allí sin motivo, me hicieron trabajadora de CRUEL- explico.

-Recuerdo que nos enviaron al Laberinto- sigue Thomas- Recuerdo ver morir a mis amigos ante mis ojos

-Estamos de su lado- explico refiriéndome a ellos y no a CRUEL, ¿cómo voy a elegir a esas personas que por poco me quitan la vida?

-Interesante- dice Janson- Trabajabais para CRUEL, pero os enviaron al Laberinto. ¿Por qué iban a hacer algo así?

-Debió preguntárselo antes de matarlos a todos- respondo antes que Thomas.

-Te aseguro que tomaré nota- Janson se levanta de la silla- Disfrutad de vuestra estancia

-¿Ya está?- pregunta Thomas.

-Sí, ya me habéis dicho lo que quería saber. Vosotros y vuestros amigos ya podéis uniros a los demás y pronto disfrutaréis de una vida mejor- sale de la habitación y miro a Thomas.

-¿Los demás?- pregunto confusa, los hombres de Janson nos llevan a través de las instalaciones hasta una especie de comedor o cafetería. Hay muchas mesas, pero no están vacías, están llenas de gente desconocida para nosotros, tienen más o menos nuestra edad.

-Eh Thomas, Blue- Minho aparece de la nada.

-Eh Minho, ¿qué pasa?- pregunta Thomas mientras el asiático pasa un brazo por mis hombros y los tres empezamos a caminar, cosa que me hace perder el equilibrio, suerte que ninguno de los dos se da cuenta.

-Nuestro Laberinto no era el único- nos lleva hasta una mesa, ahí están todos más tres chicos más.

-Hubo una explosión enorme y unos tíos aparecieron de la nada, empezaron a pegar tiros, fue muy fuerte. Nos sacaron del Laberinto y nos trajeron aquí- explica uno de los chicos, moreno de piel. Thomas, Minho y yo nos sentamos, yo lo hago al lado de Newt, el rubio me mira y sonríe y yo le devuelvo una sonrisa cansada.

-¿Y el resto? ¿Qué fue de la gente que se quedó atrás en el Laberinto?- pregunta Newt apartando su mirada de mí.

-No lo sé, seguirán siendo presos de CRUEL 

-¿Cuánto lleváis aquí?- pregunta Newt.

-Muy poco, un día o dos. Ese tío de ahí- miramos en su dirección a un chico solitario, con la cabeza agachada y el gorro de su chaqueta puesto. Al mirar tan rápido en su dirección me mareo por un segundo y tengo que apoyar mi cabeza en mi mano, a la vez que apoyo el codo en la mesa- Es el que más lleva aquí, casi una semana

-¿Te encuentras bien?- pregunta Thomas, es el único que se ha dado cuenta de mi estado, quiero cerrar los ojos pero me niego a hacerlo, debo de estar muy cansada. Asiento haciendo que se relaje, parece preocupado.

-En su Laberinto solo había tías- dice otro chico refiriéndose al chico de antes.

-¿En serio?- pregunta Minho con una media sonrisa.

-Los hay que tienen suerte- dice el moreno, de repente posan sus miradas en mí. Newt se revuelve incómodo y pasa su brazo por mi cintura carraspeando la garganta, Minho ríe.

-Esta está pillada- dice el asiático.

-¿Eras la única chica en tu laberinto?- me preguntan.

-Sí- respondo, sin querer dar más explicaciones, aunque no sea cierto, porque Teresa también estuvo.

-Entonces vosotros también tenéis suerte- dice el moreno riendo.

-Buenas noches caballeros, señoritas- Janson llega con un par de sus hombres y siembra el silencio en el lugar- Ya sabéis cómo va esto, si digo vuestro nombre os levantáis de manera ordenada y os pondréis al lado de mis colegas que os acompañarán hasta el ala este, donde comenzarán vuestras nuevas vidas- la gente aplaude feliz, ¿nuevas vidas? Yo no me creo nada de eso.