Maze Runner. Las Pruebas (Newt y tú)

Capítulo 1

El sonido de las aspas del helicóptero me despiertan y me hacen saber dónde me encuentro, con un vacío inmenso en el pecho por la figura que tengo entre las manos. Las lágrimas no han dejado de salir hasta que me he quedado dormida.

Alguien zarandea mi cuerpo y me despierto del todo, abro los ojos y no ha sido un sueño, es real, hemos escapado del Laberinto y estamos a salvo, o eso creo.

-Vamos a llegar- dice Newt suavemente, me encuentro apoyada en su pecho, así que me enderezo en seguida.

Miro a mi alrededor, Teresa, Wyatt, Minho, Fritanga, Thomas, Winston...todos estamos a salvo, vivos y juntos. Teresa me mira triste y yo la miro igual, todo lo que ha pasado nos puede a las dos, descubrir de esa manera que somos hermanas...no hay palabras para describir lo que siento.

Fuera, es de noche, seguimos en el desierto pero ante nosotros hay unas instalaciones enormes, con muchas luces iluminando los alrededores. También hay mucha gente armada, cubierta por la desagradable arena que se levanta cuando el helicóptero desciende.

-Vale, ahora quiero que corrais, ¿me habéis entendido?- dice el hombre que va con nosotros. ¿Correr? ¿Es que no hemos tenido suficiente?

Las puertas del helicóptero se abren y las personas cubiertas de fuera nos gritan, diciendo que corramos hacia las puertas lo antes posible. Thomas es el último que se queda, ya que se está despertando y no le da tiempo a asimilar lo que pasa.

-¡Los Raros! ¡Se acercan!- grita uno apuntando a una gran montaña de arena a nuestras espaldas, con personas un tanto extrañas en lo alto que se acercan a nosotros. Mientras nuestros compañeros corren hacia delante, voy a por Thomas.

-Thomas, vamos- le cojo del brazo y los dos corremos hacia aquellas instalaciones, nada más pasar dos puertas enormes de metal, estas se cierran a nuestras espaldas.

Me doy la vuelta y observo el lugar, es enorme y hay gente por todos los lados, parece más un almacén que un refugio.

Nos llevan a una sala, allí descansamos tirados en cualquier sitio. Más tarde, la puerta de metal se abre y ante nosotros se encuentra un hombre vestido de negro y con un arma, este abre más la puerta y entra un hombre, vestido normal con una chaqueta de cuero y sin ningún arma.

-¿Estáis bien, chicos?- pregunta el hombre que no va armado, el que sí va armado se va- Siento mucho todo el follón, nos ha atacado toda una manada

-¿Quién es usted?- pregunta Thomas.

-Soy la razón por la que aún estáis vivos, y es mi intención manteneros así. Y ahora acompañadme, os ayudarán a instalaros- el hombre empieza a caminar, nos miramos entre nosotros y le seguimos.

-¿Quieres que le lleve yo?- pregunto mirando a Newt, quien tiene a Wyatt en brazos, él asiente y me lo da sonriendo. El niño se chupa el dedo y apoya su cabeza en mi pecho, está asustado y se le nota por los restos de las lágrimas que ha soltado antes de llegar aquí.

-Podéis llamarme señor Janson, dirijo todo esto. Para nosotros es un santuario, a salvo de los horrores del mundo exterior. Una especie de hogar entre hogares, con cuidado- nos avisa Janson cuando pasamos por un cable que echa chispas.

-O sea, ¿qué nos llevan a casa?- pregunto.

-A una especie de casa, tristemente no quedará mucho del lugar del que provenís. Tenemos un lugar para vosotros, un refugio fuera de la Quemadura donde CRUEL no podrá volver a encontraros- mi cuerpo se tensa cuando dice eso último- ¿Qué tal suena eso?

No respondemos ninguno, yo no me siento segura estando allí y hay algo que no me hace confiar del todo en esa gente, algo me hace desconfiar.

-¿Y por qué nos ayudan?- suelto de repente.

-Digamos que el mundo exterior se encuentra en una situación un tanto precaria, todos pendemos de un hilo finísimo. Que podáis sobrevivir a ese maldito virus os convierte en la mejor oportunidad para la supervivencia de la humanidad. Desgraciadamente eso también os convierte en objetivos, como sin duda ya habréis observado. Al otro lado de esta puerta, está el comienzo de vuestras nuevas vidas- Janson abre una puerta mecánica con una tarjeta. Esta se sube casi inmediatamente y ante nosotros aparece un pasillo muy largo e iluminado por las luces del techo- Pero primero lo primero, hagamos algo con ese tufo

-¿Podéis acompañarme, por favor?- nos pregunta un hombre a Teresa y a mí.

-No- susurra Newt.

-¿Pretendes ducharte con ella?- bromea Janson sonriendo, me sonrojo.

-Estaré bien, Newt- le aseguro, él parece tranquilizarse.

-Tienes que darnos al bebé- me dice otro hombre.

-Por favor tened cuidado con él, es bastante sensible- me da miedo dejar a Wyatt entre los brazos de esa gente, pero no tengo más remedio. Teresa y yo seguimos al hombre por delante de los chicos, nos llevan a unos baños especialmente para las mujeres.

-Ahí tenéis vuestra nueva ropa y todo lo que necesitáis- dice el hombre, colgadas en unas barillas de metal, están algunas prendas de ropa y abajo en el suelo hay jabón para que nos podamos duchar.

Nos metemos en las duchas, relaja un montón poder recordar cómo es una ducha en condiciones, y no solo con agua, como en el Claro. No me puedo quitar de la cabeza a Chuck, mientras su sangre resbala de mis manos hacia el suelo desapareciendo por completo. Cada vez que cierro los ojos, al que yo consideraba mi hermano aparece en el suelo, con una bala metida en su cuerpo y con todo su torso lleno de sangre, cómo me protegió ante la amenaza de Gally, cómo arriesgó su vida por mí...eso es algo que jamás podré olvidar.

Cuando Teresa y yo terminamos, llegamos a un sitio iluminado con una muy leve luz azul, eso me recordaba a CRUEL. Doctores y doctoras van de aquí para allá, vemos a los chicos y yo puedo tranquilizarme. Lo único por lo que sigo en pie es por ellos, si no, no sé que sería de mí.