Capitulo 1

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Punto de vista de Gia.

A los diecisiete años la vida ya me había dado todos los golpes que a una persona le pudieran dar. Había sufrido mal de amores, el abandono de un padre y la muerte de mi madre. La vida la muy maldita me lo había quitado todo, y solo me había dejado a mi hermano Christopher, y en cuanto amistades solo tenía a los cuatro chicos con los que compartía grupo musical, y los cuales entre ellos estaba mi ex novio, aunque mantenemos una bonita amistad.

Actualmente vivía con mi hermano en Miami y sus compañeros de grupo, son CNCO, salieron ganadores de un talentshow llamado La Banda en el que se conocieron y se hicieron hermanos.

Me llamo Gianna Vélez y nací en Loja, Ecuador tengo diecisiete años y una vida en la que nada me sale bien.

— Enana, ¿que haces aquí? Ven a la sala con nosotros. — mi hermano apareció por el marco de la puerta blanca de mi habitación mientras yo estaba sentada en el pollete de la ventana mientras escuchaba música. Paro la canción que escuchaba y miro a mi hermano que tiene todo el pelo alborotado y sus jeans negros con una polera negra lisa de mangas cortas.

— No, Chris; estoy en mi momento de relax, de veras no tengo ganas de escucharos hacer los imbéciles. — mi hermano levanta una ceja.

— oye pero si nos adoras. — se acerca a mi haciendo un puchero.

— Claro que si. Pero me has interrumpido mi momento. — le sonrío. A Chris la vida le había golpeado tanto o más que a mi, pero él supo recomponerse y tiene la música, sus amigos y sus fans, mientras que yo solo le tengo a él.

— Ándale enana, vamos abajo. — le niego con la cabeza. — Anda o te llevo. — le niego una vez más y entonces me carga como si fuera un saco de patatas mientras yo le golpeo la espalda y el trasero para que me suelte.

— ¡Christopher Vélez bájame ya mismo si no quieres arrepentirte! — le digo golpeándole.

— Yo te dije enana y tú no escuchaste. — dijo sujetándome. — agárrate que vienen las escaleras.

— Como nos caigamos de veras que te juro por mamá que me las pagas Vélez. — con cuidado mi hermano bajó las escaleras hasta que llegamos a la sala y escuchaba los alaridos de Erick, Joel, Richard y Zabdiel. Mi hermano me soltó y empezaron a gritar y a reírse como unas focas retrasadas. ¿De verdad yo soy la menor de estos cinco?

— Bien siéntate nena. — me sujeta Erick por los hombros para hacerme sentar, él era mi ex novio, me cuidó como nadie pero no estaba lista para tener una relación con nadie, aún tenía muchas heridas que sanar, y aunque el daño real se lo hice yo a él, terminarle y separarme de sus cariños como tal me partió en mil.

— Tenemos una idea que proponerte y pensamos que te vendrá bien. — dice Joel sentado en el sillón de cuero negro.

— Hemos pensado que sería bueno que te mudaras a Ciudad de México. — me dice Richard sin ningún tipo de rodeo, porque él no se andaba con eso siempre ha sido un hombre directo.

— A CDMX para qué. — digo con mis ojos como platos. — ósea si quieren echarme díganmelo pero no me manden a la otra punta del continente.

— No nena, no queremos echarte. — dice Zab.

— ¿entonces por qué me quieren mandar a México? — les pregunto mirándoles uno a uno.

— Porque me mata ver cómo tienes diecisiete años y te encierras en tu cuarto a ver la vida pasar frente a ti. — me dice mi hermano serio y mirándome a los ojos, solo ahí entendí la seriedad de la situación. — Tienes que salir a vivir, conocer gente.

—¿ y por qué México y no Miami? Puedo hacer lo mismo aquí. — mi hermano me para.

— Aquí no lo vas a hacer. — me dice. — Miami te ha consumido poco a poco para la corta edad que tienes, y tienes que empezar de cero. — yo suspiro y sigo escuchando a mi hermano. — yo me recompuse de la muerte de mamá y del abandono de papá, pero tú enana cada día te hundes más pensando que todo fue culpa tuya.

— Pero Chris, ustedes son todo lo que tengo, si me voy no tendré nada...

— En realidad... — dice Joel. — Hemos pensado que podrías entrar en una fraternidad. — yo rápidamente dirijo mi mirada a Chris pidiéndole por favor que no me haga eso a mi.

— Pero eso es solo para hombres Christopher... — le pongo cara de cordero degollado.

— primero en esa fraternidad hay una mujer y Segundo ya vives rodeada de hombres que más daría eso. — se encoge de hombros.

— Pero tú eres mi hermano, ellos son puros desconocidos.

— chama, por favor.

— No Chris. ¿Además a que se dedican? — Erick suspira.

— son influencers, hacen TikToks y graban vídeos para subirlos a YouTube y alguno que otro canta también. — me llevo mi mano a la frente. — tú cantas y puedes aprender a hacer TikToks y grabar vídeos, y sobretodo ser feliz. Y conocer gente nueva.

— Además tengo un amigo allí, se llama Libardo. — me dice Zabdiel. — y dice que estarían encantados de recibirte allí. — froto mi cara y después les miro de nuevo.

— y a ustedes, ¿cuando les volveré a ver? — les pregunto mirándoles pero concentrándome en mi hermano.

— Mira el Press Start Tour va a comenzar pronto y México es cien por cien seguro que estará, y además iremos a visitarte y cuando estés mejor tu vendrás, sin contar que existen las videollamadas y skype. — yo cierro los ojos y los vuelvo a abrir mientras Chris continúa hablando. — Enana, prueba una sola semana, si en esa semana no puedes más yo mismo voy a buscarte a CDMX.

— Está bien. — les digo suspirando y veo como mi hermano sonríe. — ¿y cuando me iría?

— La próxima semana. — habla Erick.

— Vaya, si que tienen ganas de perderme de vista. — les digo riendo y ellos ríen conmigo a la vez que Chris me abraza y los demás se unen a nuestra piñita. Fue en ese momento que me di cuenta cuanto les iba a extrañar.

No Way - JeanCarlo León. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora