- Así que... ¿Tienes una pesadilla en la que aparece Charlotte? - Dante miraba a Vergil, curioso - Pues resulta que yo tengo también un sueño raro, en el que aparezco en una mansión enorme llena de zombies y... monstruos.
- Ya... - dijo Vergil - raro.
De repente un silencio sepulcral puso a Vergil nervioso.
- ¿Dante? ¿Dónde...?
En ese instante estaba en un sitio vacío. No había nada. No era el mundo demoníaco. Era como... Una dimensión de bolsillo. Un universo vacío. Solo había un demonio capaz de hacer eso.
- ¡Mundus! - la voz de Vergil estaba llena de ira.
- Ja, así que están los dos aquí... Con el mundo humano sin protección. Lastima que no podamos salir de aquí ninguno de los tres.
- Dejame. No te acerques a mí.
- Oh, el frío y calculador Vergil. Si no hubiera estado escuchando tu historia, seguiría pensando que eres un hombre sin sentimientos. - Mundus pronunció la palabra "hombre" con un tono burlón.
- ¿Qué pretendes, escoria?
- ¿Yo? Dominarlo todo, nada más y nada menos, querido ex-siervo. Y eso lo conseguiré matándote a ti y a tu molesto hermano.
- Si, claro. Aunque pudieras hacerlo, yo tengo un hijo. Y tiene un poder que nunca has visto.
- Mmm. Dante me había prometido que el hijo sería el suyo. Qué importa. Y tu hijo será como su padre, supongo.
- En lo que a aspecto se refiere, si, se parece a mí, pero en personalidad... espera, ¿por qué te estoy contando esto a ti?
- No te preocupes, solo te estoy distrayendo.
- ¿Qué?
- No estás realmente aquí, iluso. Ahora mismo tu hermano se está divirtiendo mucho.
- Mundus... Sácame de aquí.
En ese momento Vergil se descubrió a sí mismo golpeando en la cara a Dante, que tenía una sonrisa boba en el rostro.
- ¡Dante!
- Menos mal, me hablas. Y me golpeas también. Oye, ¿desde cuando tienes Nelo-ataques?
- ¿Qué?
- Bueno, de repente tu voz sonaba grave y tus ojos eran rojos, como en la isla Mallet. Como Nelo Angelo.
- Yo... Vi a Mundus.
- ¿Cómo? ¿Has visto a...?
Vergil se puso a caminar sin rumbo. Dante se levantó del suelo y le siguió en silencio.
Vergil pensaba, y recordaba los días en los que fue el siervo de Mundus, Nelo Angelo. Primero, antes que nada, aquella pelea, en la que Vergil, arrogante y cansado, perdió contra el antiguo emperador de los demonios.
- ¿Sabes? - dijo Dante - Mundus dijo que si no hubieras estado cansado, le habrias derrotado con facilidad.
Un poco desconcertado por aquel comentario que pareció como si su hermano le leyera los pensamientos, Vergil siguió a lo suyo. Cuándo Mundus le venció, le metió en una armadura hecha por Maquiaveli, el herrero demoníaco. Con esa armadura, su poder era mayor y, aunque había perdido Yamato, su espada no estaba tan mal. Mundus lo torturaba, ya que no le obedecía. Hasta que le devolvió su colgante, aquel regalo de su madre que ahora era uno solo en la espada de Dante.
Cuando empezó a obedecer a Mundus, él le envió para matar a Dante bajo el nombre de Gilver, y para que no le reconociera, se puso vendas en la cara. Mató a Nell Goldstein, con lo que desencadenó una furia en Dante, pues él la tenía como algún tipo de figura materna. Fue vencido por su hermano, otra vez.
Y después, fue derrotado por su hermano una vez más, en la isla Mallet.
Vergil recordó que había desaparecido, pero no sabía cómo siguió con vida. Después, mucho más tarde, separó sus partes demoníaca y humana, para volver a ser vencido por Dante.
- Bueno Vergil, podrías seguir contandome la historia de...
- Claro.
Así dejaría de pensar en sus fracasos... más recientes.•••
"Cuando despertamos, se escuchaban gritos a lo lejos. Marcus y yo salimos, dejando a Agnus y a Charlotte en el refugio.
Cuando llegamos a la ciudad, vimos cómo esos demonios parecidos a espantapájaros, junto con los demonios de Haeresis, (armaduras con aspecto monstruoso), estaban matando a la gente. Incluso a mujeres, niños, era un espectáculo de sangre, dirigido únicamente hacia mí.
- Así que, el hijo de Sparda por fin viene a mí. Bueno, demasiado tarde.
- Haeresis.
- Dime, niño, ¿ha válido la pena esconderte? El caos reina en Fortune, gracias a ti.
Marcus se me adelantó, corriendo con su espada hacia el demonio. Haeresis lo esquivó rápidamente y le asestó un golpe en la nuca.
- Solo dame a Yamato y no le mataré.
- ¿Creés que me importa la vida de un soldado? Mátale si así lo deseas.
- No hablaba del soldado, querido muchacho - su voz ronca y metálica se intensificó - ¡Que la traigan!
Me quedé paralizado al ver cómo traían a Charlotte, que intentaba soltarse, en vano.
- Tic, tac, niño. Ella muere o me das tu espada.
Yo, presa del pánico, le lancé Yamato. Haeresis la cogió en el aire.
- Matenla.
Cuando escuché eso, me enfurecí. Mi aspecto se tornó en mi forma demoníaca y, más rapido de lo que la vista humana puede asimilar, corrí hacia Charlotte.
Arranqué las cabezas de aquellas armaduras, sin prestar atención, sin ver si había gente dentro o estaban vacías, y cogí a Charlotte en brazos.
- ¡Vergil!
Aquella voz era de Agnus, que corría hacia mí con una espada de la orden.
- ¡La espalda! ¡Ataca a su espalda!
Me lanzó la espada y me dispuse a atacar. Haeresis se estaba marchando, pero yo era más rápido. Le clavé la espada dónde Agnus señaló.
Todas las armaduras empezaron a emitir un chillido agudo lleno de rabia y corrieron hacia donde me encontraba yo. Cogí a Yamato y me aparté. Ellos levantaron a Haeresis y se lo llevaron. Iba a seguirles, hasta que Charlotte me llamó.
- Vergil, Marcus necesita ayuda.
Nos llevamos a Marcus al refugio, donde Agnus le atendió. Yo le pregunté:
- ¿Por qué la espalda?
- En las notas de Solemnis decía que las armaduras tenían fallos. Decía que la zona más debil de la armadura era la espalda, ya que el poder se repartía entre la cabeza, las manos, las piernas y por último el tronco.
Al repartirse de esta manera, lo más vulnerable es el tronco, ya que no se usa para nada.
La cabeza usa el poder para pensar, asimilar, y moverse más rápido, gracias a la disminución del tiempo que tardan neuronas y nervios en activarse.
El poder en manos y piernas es, naturalmente, para la fuerza. El individuo es más vulnerable cuánto más poder use para estos fines. Y la armadura es mas débil si tiene un huésped. Como una simbiosis que perjudica al simbionte.
- Vaya, me he perdido desde... "Fallos"- dijo Marcus.Por la noche, Charlotte y yo estuvimos hablando sobre su seguridad.
- Ya te he dicho que no me alejaré de ti.
- Lo sé, Lottie.
Después de un pequeño silencio, dije:
- Podríamos irnos. Cómo los padres de Credo. Ellos también se fueron por un embarazo. Podemos... podemos conseguir una armadura y darsela a Marcus, y que Agnus y él se ocupen de Haeresis.
- No digas tonterias. Sabes que sólo tú podrías derrotarle. Ya viste lo que le hizo a Marcus. Le venceremos, y después nos iremos y... Y viviremos juntos, y criáremos a nuestro hijo... - se ruborizó - y... y haremos el amor...
- No pienzo tener otro hijo, ni siquiera queria este.
- ¡Vergil!
Los dos reíamos como los jóvenes de dieciséis años que eramos."•••
Dante y Vergil dormían. Los dos tenían una pesadilla. Vergil, como siempre, no la recordará. En cambio, Dante sueña con el momento en que Nelo Angelo le estuvo a punto de matar en la isla Mallet, y después cuando él mismo le derrotó, y vio su colgante caer, descubrendo así que era su hermano gemelo.
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La historia de Vergil y Charlotte
FanfictionTenía la idea de hacer una historia sobre Vergilxla madre de Nero, y encontré algunas imágenes de un fanart sobre esto y el nombre de ella era Charlotte 《Lottie para los amigos》. Espero que les guste. ¡Saludos! En esta historia ambientada después d...