Pasan los días y pues deciden trasladarme de la prisión a un asilo para locos. Es la primera vez que veo a Minerva después de tanto tiempo, está fingiendo estar preocupada, pero yo sé que es solo para impresionar a los policías y doctores. Esa mujer no tiene nada de sentimientos en su corazón, creo que es lo único que tengo de esa vieja.
Según escucho, los resultados indican que tengo esquizofrenia, un trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida.
En este lugar todas las paredes son blancas al igual que las ropas. Te tratan como si fueras un bebé y se te dificultará entender. La mayoría son estúpido, pero en mi caso sé perfectamente que no lo soy. Tengo que actuar lo más normal y sano posible para salir.
Con el tiempo me envían a la casa de Minerva, pero tengo que asistir a una estúpida cita una vez por semana. Las cosas en la casa de Minerva son más flexibles. Trato de tener el menor contacto con ella. Empecé a buscar trabajo, ya que eso de que me estén manteniendo no es muy bueno que digamos. Además, no recibo casi nada, para todo lo que empecé hacer en la casa de Minerva.
Cuando no voy a las citas con el neurólogo, pasó el tiempo en una papelería donde trabajó como mensajero. Luego de un año me dan de alta los doctores, ya que consideran que no podría llegar a causar problemas. Eso es todo lo que he estado deseando desde hace tiempo.
En el momento que cumplo la mayoría de edad, me voy de la casa de Minerva. De seguro se preguntarán… ¿Qué paso con Rebeca? Ya que no la suelo mencionar. Resulta que cuando regrese a la casa de Minerva, ella se acababa de casar. Son muy pocas las veces que la veo. Mantengo la misma distancia que con Minerva. Busco un pequeño apartamento muy lejos de Minerva, no es muy cómodo, pero tiene lo necesario, una habitación, una sala, cocina y baño.
Ya he crecido bastante. Mido en eso de cinco metros. Me ha crecido la barba.
Tengo sed, no cualquier tipo de sed. Esa que tengo años no sacio. Ver la sangre correr o los gritos de miedo. Las mujeres solen ser mis favoritas. Siempre me tratan mal, son desagradables y cuando trato de tener contacto con alguna las cosas no suelen salir bien. Saciar mi sed una vez más no creo que le haga daño a casi nadie. Lo quiero hacer antes de emprender mi venganza en contra de Minerva.
Estoy pasando con mi auto por la carretera que conduce a mi casa. Es algo solitaria y desierta. En eso veo a una chica que me hace una señal para que me detenga.
̶ ¿En que la puedo ayudar señorita?
̶ ¿Me podría dar un aventón?
̶ Claro, no hay problema. ̶ Abre la puerta y se sienta en el asiento del copiloto, ese es el asiento favorito de Minerva. Esta chica tiene el cabello corto y rubio al igual que Minerva. Esa estúpida de Minerva.
̶ ¿Y tú eres?
̶ Shaun, pero me puedes decir Style. ̶ Mi papá me solía decir Style cuando era niño. Para darle a demostrar a los demás que podía ser dos personas a la vez, como si fuera un súper héroe.
Al parecer no sabe que decir, ya que mantiene silencio durante todo el camino. No sé en qué momento pasa, pero siento la necesidad de saciar mi sed con ella. Sentir otra vez la sangre correr por mis manos.
Al ella notar que empezó a introducirme al bosque y dejó la carretera, se pone algo tensa y empieza a preguntar. ̶ ¿A dónde vamos? ¿Tú casa queda por aquí? ̶ Pobre, tan indefensa. Me recuerda a la tía Margaret.
Luego de estar bastante lejos detuve el coche y me bajo, para luego ir a su puerta. No sé con qué lo hare, ya los estúpidos policías se quedaron con la pistola que use con la tía Margaret y el señor Sebastián. Cuando voy a abrir la puerta de la chica pise algo. Es un palo, grande, áspero y fuerte. De seguro me será muy útil. Lo tomó y abro la puerta del copiloto.
̶ Baja. ̶ Parece que no me escucha. Se queda quieta y empieza a temblar. ̶ Te acabo de decir que bajes. ̶ Lentamente se empieza a poner de pie. No espero a que hable o me diga algunas de sus súplicas. Inmediatamente la golpeo con el palo, una y otra vez, hasta que cae al suelo. Solo veo un cuerpo inmóvil y la sangre correr.
No quería volver a la cárcel o a ese manicomio. Por lo menos no hasta que cumpla mi misión y propósito con Minerva. Subo a mi coche, tomo el palo y salgo de ese lugar. Me siento bien, pero sé que nada se compara a la satisfacción que sentiré cuando acabe con Minerva, para que sienta lo que yo sentí por años, dolor.
Pasaron dos o tres días para que los inútiles de policías puedan encontrar el cuerpo y ninguna pista redundante. Bueno, sí una, según escucho en la televisión, la estación de gas que se encuentra cerca logró captar como un hombre se detuvo con su auto a recoger una chica tal cual, la descripción del cadáver encontrado. Hasta ahora solo saben que fue un hombre, parece que sirven para algo los estúpidos policías.
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Vindicta Minerva
Mystery / ThrillerTengo todo calculado. Cada una de las piezas caerá. Tú mi querida Minerva, seras la ultima en vencer. Te daré esa hermosa oportunidad. Al caer la ultima pieza, el juego habrá terminado. No tendré razón o motivo para volver a jugar. Seré libre. Ya ha...