Esta oscuro. Ya es de noche y pues he hablado con unos chicos para comprarles algo en un callejón no muy lejos de donde vivo. Decido irme en el auto, luego de llegar aparco. El lugar se ve algo deteriorado y abandonado, la puerta esta toda sucia y a punto de caerse. No digo que mi apartamento sea la mejor cosa, pero supera este lugar en muchos ámbitos. En eso sale un chico, en lo que puedo notar aparenta superar la mayoría de edad.
̶ ¿Y tú quién eres?
̶ Soy el de la fallout 4. ̶ Veo como este chico vuelve a entrar al lugar y regresa con mi regalito.
̶ ¿Y mi dinero?
̶ Aquí está. ̶ Es un intercambio rápido, pero satisfactorio para ambos.
Regreso a mi casa, me doy un baño, para luego descansar un poco. Siento que no he dormido nada, ya escucho la alarma sonar y tengo que ir al trabajo. No soy de llegar tarde. Lo que más odio es que las personas se comporten como estúpidos conmigo y para escuchar esa parte de mi jefe, prefiero primero darle un adiós como a la tía Margaret.
Me alisto para luego preparar algo de comer e irme al trabajo. El camino es un poco lejos, ya que la papelería en la que trabajo se encuentra en la urbanización y vivo un poco retirado, por aquellos lugares deteriorados y abandonados. Cuando llegó lo que hago luego de saludar a todos, es tomar los libros que están listos en la mesa de pendientes, para entregarlos a sus respectivos dueños. Salgo a la calle y empiezo a entregar. Ya solo me queda un libro, algo particular porque es de color negro y unas letras al fondo que dicen: "Yo no soy el asesino", salgo del auto y toco la puerta de la casa. Lo primero que veo al abrirse la puerta es a una chica algo pequeña de estatura, delgada, tes blancas, cabello oscuro, largo y ondulado. La cual me sonríe de una manera particular.
̶ ¿Usted es la señorita Sharismell?
̶ Si.
̶ Muy buen gusto. ̶ Digo extendiéndole el libro.
̶ Gracias. ̶ Su voz es algo tímida pero segura. ̶ ¿Ya lo leyó?
̶ No, pero el título resulta ser algo atrayente.
̶ Era de mi hermano.
̶ ¿Era? ̶ Su mirada se torna algo triste y desaparece esa sonrisa tan radiante.
̶ El falleció, no tuvo el tiempo de publicar su libro. Solo saqué el físico, no sé si lo publiqué.
̶ Lo siento mucho, este es mi número por si necesitas algo. ̶ Le extiendo mi tarjeta. No sé, pero ella no me parece igual que todas las mujeres, mandonas e irritables.
̶ Gracias, y ¿Cuál es tu nombre?
̶ Para ti soy Shaun.
̶ Pues mucho gusto Shaun. ̶ Dicho eso regreso a la papelería, para continuar con mi labor del día de hoy.
Luego de terminar, en eso de la cinco de la tarde, me retiro. Decido comprar algo de comer, para luego ir a mi casa. Estoy algo cansado como para cocinar y no creo que haya muchas cosas en mi nevera. Necesito ir al supermercado.
El camino es algo rápido en el sentido de que no hay mucho tráfico. Llego, como, veo algo de televisión, luego me doy una ducha y acuesto.
Los días pasaban rápido y Sharismell no me llama. De seguro ni se acuerda de mí. Debe de ser igual a las demás, no es de gran importancia.
Salgo a correr un poco, ya que hoy tengo el día libre y no hay nada interesante para ver en la televisión. En eso pasa un auto en el que van dos rubias. Estas detienen el coche justo a mi lado.
̶ ¿Necesita un aventón? ̶ Dice la que va conduciendo, refiriéndose a mí.
̶ Oh sí. Iba a la ciudad. Mi auto se ha dañado.
̶ Eso no es problema. ̶ Me indican que entre. Me siento en la parte trasera. La que va de piloto es rubia, pero con cabello largo. La otra es rubia, pero con cabello corto. No sé si esto es casualidad o simplemente es una señal. Mejor dicho, oportunidad.
̶ ¿Y cómo te llamas? ̶ Esa es la rubia de cabello corto.
̶ Me pueden decir Style.
̶ Tú cara parece la de un osito. ̶ No creo que eso haya dado risa, pero ambas empezaron a reír como locas. ̶ Te ves adorable y tierno.
En eso saco mi pistola y le disparo. Ya deben de imaginarse a quien, la rubia de cabello corto que se encuentra en el asiento del copiloto. La otra parece no darse cuenta, ya que continua serena y alegre.
̶ Detente. ̶ Parece que no me escucha, por lo que lo repito una vez más. ̶ Te acabo de decir que pares el auto.
̶ Pero aún... ̶ En eso gira su cabeza hacia atrás y ve a su amiga en el asiento del copiloto tirada, mientras la sangre sale de su cabeza. La veo palidecer y empezar a temblar. Detiene el auto y no dice ni una palabra.
̶ Gracias por el viaje. ̶ Salgo del auto y regreso a mi casa. Necesito una buena ducha, he sudado bastante.
Aún no me siento satisfecho, pero si bien. Necesito más y más, para poder llegar a mi mejor plato y favorito "Minerva". En eso empieza a sonar mi teléfono y dejo a un lado la toalla que tengo secándome el cabello.
̶ Buenas.
̶ Hola, soy yo.
̶ No conozco a nadie que se llame soy yo. ̶ Sharismell, hasta que me llama.
̶ De seguro hablas con muchas que no sabes quién soy.̶ Nada que ver, solo bromeaba. ̶ Hasta el momento parece buena chica, pero no me puedo dejar fiar. ̶ ¿Pasa algo?
̶ Es para preguntarte... ¿Qué si vas a hacer algo?̶ ¿Ahora?
̶ Si.
̶ No, ¿Por?
̶ Para que salgamos a tomar un café o té, lo que gustes.
̶ En treinta minutos estaré en tu casa, hasta luego.
Me alisto, ya que me he bañado y tomo mi pistola como siempre. Nunca se sabe que puedes encontrar en el camino.
Mientras voy de camino pongo la radio y escucho una voz que me parece conocida, es la rubia de hace un rato. Me llega a sorprender lo rápido que pueden ser las noticias. No hace ni una hora y ya la rubia está siendo entrevistada.
̶ Dos veces, siendo las chicas descritas con características similares, cabello rubio y corto. ̶ Así termina el reportaje. Les faltó un dato importante, pronto les daré una pista para que se den cuenta, ¿Saben a qué me refiero? El asiento del copiloto.
̶ Solo dijo que se llamaba Shaun, era alto, muy alto, delgado y parece un osito. ̶ En la voz de la rubia, parece que está llorando y asustada.
Por fin llego a mi destino. No más noticias, no más rubias por un buen rato. Sharismell decide irse conmigo, en mi auto. Vamos a la cafetería más cercana. Ella pide café, mientras yo té, odio el café.
̶ ¿Y qué haces en tu tiempo libre? ̶ Esa pregunta me llega desprevenido, ya que estoy muy concentrado en tomar mi té.
̶ Ver televisión, correr. ̶ Y matar rubias como la estúpida de Minerva. ̶ ¿Y tú?
̶ Leo libros, veo películas y me encanta la naturaleza. ¿Tienes novia?
̶ No. ̶ Ya empieza con ese tipo de preguntas que no me gustan. ̶ ¿Y tú? ¿Tienes novio?
̶ Si hace unas semanas. Pero a veces se comporta como un patán.
̶ Eso es normal. ̶ En verdad no sé, pero se supone que tengo que decir algo de relleno.
Nuestra plática es algo extensa y pues según ella le inspiro confianza. Ya me considera su amigo. La llevo a su casa, voy al supermercado por algunas cosas, regreso a casa, preparo algo de comer y me pongo a ver la televisión mientras la disfruto.
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Vindicta Minerva
Mystery / ThrillerTengo todo calculado. Cada una de las piezas caerá. Tú mi querida Minerva, seras la ultima en vencer. Te daré esa hermosa oportunidad. Al caer la ultima pieza, el juego habrá terminado. No tendré razón o motivo para volver a jugar. Seré libre. Ya ha...