Cuando Jimin visualizó aquella imagen, aquel hombre, sintió como su alma se rompía en mil pedazos.
Dió un jadeo y de inmediato su cuerpo tembló.
Las lágrima no tardaron en caer.
Su Taehyung, aquel chico al que solía besar, abrazar y llenar de amor, ahora estaba ahí... justo frente a sus ojos.
– Tae... – susurró con dolor.
El joven trigeño metía su mano en el recipiente y consumía lo que adentro estaba.
Jimin volvió a observarlo, completamente en mal estado, así estaba.
– ¿Taehyung? – preguntó acercándose con temor. – ¿Eres tú?
Kim sin desviar la vista de lo que parecía ser su cena sonrió.
– El mismo.
– Oh, ¡Santo cielo! – Jimin no contuvo su fuerte emoción.
– ¿Qué desea? – preguntó limpiando su boca.
– Tae, amor, soy yo, soy Jimin
El menor tragó con dificultad y giró su cabeza chocando sus ojos con los llorosos del mayor.
– J-jimin... – balbuceó sin poder creerlo.
– ¡Si! ¡Jimin! – lloró el rubio conmocionado.
– Y-yo... no sé. – su voz tembló con temor.
– ¿Ah?
– Y-yo no se quién es usted.
Esas palabras atravesaron el corazón de Park, rompiendolo por completo.
– ¿Cómo? ¿no me recuerdas?
Tae negó y se puso de pie, lo vió a los ojos y sonrió.
– Tal parece que me ha confundido con alguien más.
– ¡No! ¡No! ¡Yo se que eres tú!
– No recuerdo haberlo visto antes señor. – el castaño dió unos pasos y se acercó a un carrito repleto de cajas de cartón y revistas viejas. – No...
– Dios mío Taehyung – vaciló Jimin.
– Disculpe pero debo seguir trabajando, con su permiso. – y dándo una reverencia, el menor jaló de su carro y siguió su camino.
Park, aún atónito, observó como nuevamente perdía al amor de su vida.
– ¡No, no, no! – gritó y salió tras él.
Taehyung sabía perfectamente a quien había tenido al frente, podía perder muchas cosas, pero no la memoria.
Sabía que era Jimin, ese joven al que alguna vez amó y ahora quería olvidar.– ¡Tae! – jadeó con desespero.
– ¡Demonios! – el menor también comenzó a correr, escapando de aquel joven.
– ¡No voy a volver a perderte! – Park corrió con todas sus fuerzas.
Kim tenía sus piernas heridas, y un terrible hambre que no ayudaba mucho, por más que lo intentaba, su cuerpo no aumentaba la velocidad.
Ji pudo alcanzarlo y lo jaló del brazo para voltearlo.
– Si no me recuerdas... – musitó agitado. – Pues esto te refrescará la memoria.
Con todo el impulso que guardó en años, de acercó a su rostro y tomándolo por la cabeza lo besó.
¿Beso suave y lento?
Para nada.
Un beso desesperado, apasionado y fuerte.
Taehyung no pudo.
Su corazón aún era de Jimin, todo de él solito.
Taehyung acabó correspondiendo, colocando sus manos en la pequeña cintura de Park.
Cuando sintieron el calor y el afecto que ambos de estaban emitiendo mutuamente, ya nada importó.
Nada.
Sus labios se movían y chocaban con furia y pasión, Jimin deliraba por el sabor de los labios de su amado y Taehyung sentía que perdería la cabeza si los gruesos y dulces labios de su Jimin lo seguían torturando así.
– Jimin-ah... – jadeó entonces.
– Shh~ – arrulló el mayor, para volver a juntar sus bocas.
Aunque sabía que todo era su culpa y que no merecía besar aquella boca, quiso seguir haciendolo, posiblemente por cuarenta horas más.
Cuando el oxígeno escaseo, se separaron.
– ¡Oh, Tae! – lloró. – Amor, mi amor perdóname, ¡te lo ruego!
– Jimin-ah, mi dulce y tierno Jimin-ah– Kim besó su frente. – Yo te perdono, te perdono bebé...es más,ba los cinco segundos de los que me fuí de tu casa, ya te había perdonado.
– Oh, ¡oh! – Park lo apretó contra su cuerpo. – ¡Taenie! – gritó desesperado.
– Shhh~ deja esas lágrimas, odio verte así.
– No merezco tu amor, soy una mierda.
– Eres todo lo contrario a eso...
Kim también comenzó a sollozar, contagiado por la angustia ajena y volvió a besar a Park porque no quería volver a olvidar su tacto, su sabor.
– Tae...
– ¿Si, bebé?
– Vuelve, vuelve...
– ¿Volver a dónde?
– A mi corazón...
– ¿Me he ido alguna vez?
– Te busqué por tanto tiempo, no sabes... Luego de que te eché,yo... quería matarme, lo intenté varias veces.
– ¿De que iba a servirte morir?
– No lo sé... pero prefería eso a no tenerte.
– Tu vida es valiosa, cuídala.
– Pero yo te arruiné, por mi culpa estás así.
– Lo que a mi me pasó no fue culpa de nadie.
– ¡Mía!
– No...
– Bebé – Jimin lo apretó.
– Jimin...
– ¿Mmm?
– Te amo.
– También te amo, mi hermoso pequeño.
Ambos se vieron a los ojos y de dieron un dulce besito, un besito como los que se daban cuando eran unos pequeños bebés y ya sabían que se amaban con todo el corazón.
•🍭•
◃───────────▹
Hola bebés.
Bueno, aquí el capítulo.
Corto, si, bueno.
Perdón :"(
Los amo. ❤
BesOS ❤
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🍒𝑀𝑦 𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦🍒 [VMIN]
Romance✓Vmin. ✓ Amor asegurado :D 🍭 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒ñ𝑎𝑠 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑒 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑜𝑠𝑜 𝑠ℎ𝑖𝑝𝑝 🍭𝑃𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑙𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎𝑗𝑒 𝑣𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟 𝑜 𝑣𝑖𝑜𝑙𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎 (𝑐𝑜𝑠𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑑𝑜 (^._.^)ノ☆) 🍭¿𝑄𝑢𝑖𝑧á𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑒...