🍭Comeback Tae🍭

497 55 24
                                    

Cuando Jimin visualizó aquella imagen, aquel hombre, sintió como su alma se rompía en mil pedazos.

Dió un jadeo y de inmediato su cuerpo tembló.

Las lágrima no tardaron en caer.

Su Taehyung, aquel chico al que solía besar, abrazar y llenar de amor, ahora estaba ahí... justo frente a sus ojos.

– Tae... – susurró con dolor.

El joven trigeño metía su mano en el recipiente y consumía lo que adentro estaba.

Jimin volvió a observarlo, completamente en mal estado, así estaba.

– ¿Taehyung? – preguntó acercándose con temor. – ¿Eres tú?

Kim sin desviar la vista de lo que parecía ser su cena sonrió.

– El mismo.

– Oh, ¡Santo cielo! – Jimin no contuvo su fuerte emoción.

– ¿Qué desea? – preguntó limpiando su boca.

– Tae, amor, soy yo, soy Jimin

El menor tragó con dificultad y giró su cabeza chocando sus ojos con los llorosos del mayor.

– J-jimin... – balbuceó sin poder creerlo.

– ¡Si! ¡Jimin! – lloró el rubio conmocionado.

– Y-yo... no sé. – su voz tembló con temor.

– ¿Ah?

– Y-yo no se quién es usted.

Esas palabras atravesaron el corazón de Park, rompiendolo por completo.

– ¿Cómo? ¿no me recuerdas?

Tae negó y se puso de pie, lo vió a los ojos y sonrió.

– Tal parece que me ha confundido con alguien más.

– ¡No! ¡No! ¡Yo se que eres tú!

– No recuerdo haberlo visto antes señor. – el castaño dió unos pasos y se acercó a un carrito repleto de cajas de cartón y revistas viejas. – No...

– Dios mío Taehyung – vaciló Jimin.

– Disculpe pero debo seguir trabajando, con su permiso. – y dándo una reverencia, el menor jaló de su carro y siguió su camino.

Park, aún atónito, observó como nuevamente perdía al amor de su vida.

– ¡No, no, no!  – gritó y salió tras él.

Taehyung sabía perfectamente a quien había tenido al frente, podía perder muchas cosas, pero no la memoria.
Sabía que era Jimin, ese joven al que alguna vez amó y ahora quería olvidar.

– ¡Tae! – jadeó con desespero.

– ¡Demonios! – el menor también comenzó a correr, escapando de aquel joven.

– ¡No voy a volver a perderte! – Park corrió con todas sus fuerzas.

Kim tenía sus piernas heridas, y un terrible hambre que no ayudaba mucho, por más que lo intentaba, su cuerpo no aumentaba la velocidad.

Ji pudo alcanzarlo y lo jaló del brazo para voltearlo.

– Si no me recuerdas... – musitó agitado. – Pues esto te refrescará la memoria.

Con todo el impulso que guardó en años, de acercó a su rostro y tomándolo por la cabeza lo besó.

¿Beso suave y lento?

Para nada.

Un beso desesperado, apasionado y fuerte.

Taehyung no pudo.

Su corazón aún era de Jimin, todo de él solito.

Taehyung acabó correspondiendo, colocando sus manos en la pequeña cintura de Park.

Cuando sintieron el calor y el afecto que ambos de estaban emitiendo mutuamente, ya nada importó.

Nada.

Sus labios se movían y chocaban con furia y pasión, Jimin deliraba por el sabor de los labios de su amado y Taehyung sentía que perdería la cabeza si los gruesos y dulces labios de su Jimin lo seguían torturando así.

– Jimin-ah... – jadeó entonces.

– Shh~ – arrulló el mayor, para volver a juntar sus bocas.


Aunque sabía que todo era su culpa y que no merecía besar aquella boca, quiso seguir haciendolo, posiblemente por cuarenta horas más.



Cuando el oxígeno escaseo, se separaron.

– ¡Oh, Tae! – lloró. – Amor, mi amor perdóname, ¡te lo ruego!

– Jimin-ah, mi dulce y tierno Jimin-ah– Kim besó su frente. – Yo te perdono, te perdono bebé...es más,ba los cinco segundos de los que me fuí de tu casa, ya te había perdonado.

– Oh, ¡oh! – Park lo apretó contra su cuerpo. – ¡Taenie! – gritó desesperado.

– Shhh~ deja esas lágrimas, odio verte así.

– No merezco tu amor, soy una mierda.

– Eres todo lo contrario a eso...

Kim también comenzó a sollozar, contagiado por la angustia ajena y volvió a besar a Park porque no quería volver a olvidar su tacto, su sabor.


– Tae...

– ¿Si, bebé?

– Vuelve, vuelve...

– ¿Volver a dónde?

– A mi corazón...

– ¿Me he ido alguna vez?

– Te busqué por tanto tiempo, no sabes... Luego de que te eché,yo... quería matarme, lo intenté varias veces.

– ¿De que iba a servirte morir?

– No lo sé... pero prefería eso a no tenerte.

– Tu vida es valiosa, cuídala.

– Pero yo te arruiné, por mi culpa estás así.

– Lo que a mi me pasó no fue culpa de nadie.

– ¡Mía!

– No...

– Bebé – Jimin lo apretó.

– Jimin...

– ¿Mmm?

– Te amo.

– También te amo, mi hermoso pequeño.

Ambos se vieron a los ojos y de dieron un dulce besito, un besito como los que se daban cuando eran unos pequeños bebés y ya sabían que se amaban con todo el corazón.





•🍭•







◃───────────▹

Hola bebés.

Bueno, aquí el capítulo.

Corto, si, bueno.

Perdón :"(

Los amo. ❤

BesOS ❤

🍒𝑀𝑦 𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦🍒 [VMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora