—051120.
Soltó una carcajada al escuchar el chiste de uno de sus compañeros.
—Yah, Minho.— Lo llamó uno y él inmediatamente volteó.— ¿No te van a molestar los profesores estando allí?
Minho observó su posición luego de ser señalado y frunció el ceño.
—¿Por qué lo harían?— Preguntó con algo de gracia.
—Estás arriba del escritorio.— Jaehyun aclaró y minho sonrió mientras negaba.
—¿Y por qué ellos se tendrían que enterar?— Su mirada se enfrió, cambiando de una sonrisa risueña a resaltar con fuerza sus facciones, contrastada con su intensa mirada.
El contrario tragó en seco y suspiró.
—Es cierto.
Minho volvió a sonreír y sus ojos viajaron al reloj en su muñeca. Gruñó al ver que el horario de salida no estaba ni mínimamente cerca. Aburrido de todo, decidió abandonar al grupo de chicos sin decir nada.
Un paseo por el aburrido establecimiento a veces pegaba bien ¿No?
Tranquilamente comenzó a caminar por los pasillos, viendo a través de la ventana alguna de las clases en busca de algún atisbo de diversión, hasta que cerca de las escaleras, divisó dos figuras.
Su sonrisa se ensanchó mientras que comenzó a dar saltitos para llegar al lugar.
—¡Hwang, amigo!— Con algo de brusquedad pasó su brazo al rededor de los hombros del más alto que lo veía fastidiado.— ¿Cómo has estado? ¿Qué tal la familia?
—¿La última vez no te deje en claro que no quería verte al menos que fuera en un ataúd?— Sin cuidado se zafó del agarre.— Porque yo recuerdo que sí. Lárgate Lee.
Minho hizo un pequeño mohín, cruzandose de brazos.
—Qué aburrido eres, Hwang.— Viró los ojos y es entonces que su curiosidad recae en la tercera persona.— Oh, interesante.— Sonrió acercándose al chico y poniéndose en cuclillas para estar a su altura.— ¿Qué haces? ¿Puedo ayudarte?
El pelinegro del lugar bufó viendo al par en el piso, preguntando si era en serio lo que Minho preguntaba.
—No te importa.— Resopló tomándolo de la chaqueta y levantándolo.— ¿Acaso no me escuchaste? Lárgate.
Hyunjin lo soltó con brusquedad pero aún así la sonrisa de Minho no desaparecía.
Tres pasos fueron necesarios para estar lo suficientemente cerca al más alto.
—Tal vez a mí no me importe.— Se encogió de hombros.— ¿Pero sabes a quién sí?— Se atrevió a llevar sus manos a los hombros del contrario, intentando alisar la tela en la zona para que no tuviera arrugas.— Al entrenador.— llevó su vista directo a la del pelinegro, retándolo en silencio.
Hyunjin estuvo a punto de responderle, pero se distrajo.
—Ni se te ocurra moverte o te irá peor.— Amenazó al tercer chico en aquel pasillo desierto.
—¡Oh por Dios, Hwang Hyunjin!— Minho se hizo el sorprendido.— ¿Qué haces amenazando a un pobre e inocente estudiante?— Con tono triste mencionó e inspeccionó más detalladamente al pelirosa.— ¿Eso es sangre acaso?
Jeongin bajó su cabeza en cuanto minho quiso llevar una de sus manos a su rostro. Minho chasqueó la lengua algo molesto.
—No te iba a hacer nada, llorón.— Bufó.— Oye Hyunjin, tengo una duda.
—No me importa.
—¿Qué diría el entrenador si supiera que su jugador estrella es un bullie que fastidia a inocentes hasta hacerlos sangrar?— Preguntó con fingida inocencia. Sin prisa y sin molestia alguna sacó su teléfono, revisando su pantalla.
El más alto frunció el ceño al ver que no se iba.
—No tienes pruebas, nadie te creería.
—¿Tú crees?— Minho apuntó al chico con la cámara de su teléfono y el flash avisó que una foto había sido tomada.— Lo hice una vez, no me molestaría hacerlo dos veces.
Minho guardó su teléfono en su bolsillo, alarmado tras ver el acercamiento de Hyunjin.
—Tienes razón.— Soltó una pequeña risa.— Es cierto, lo hiciste una vez ¿Por qué no lo harías dos veces? ¿Papi y mami siguen arreglando tus cagadas?— Carcajeó viendo como el rostro victorioso de Minho se descomponía.— o tal vez ya te dan la mesada suficiente para que las arregles tú solo ¿No?
Para minho, ya no era divertido, para nada.
—No sé de qué hablas.
—Claro que no.— Rió irónico.— Tal vez tú no, pero ese chico...¿Cómo se llamaba...? Ni idea, pero ese, al que golpeaste con tanta dedicación durante años y terminaron por pillarte ¿Sabes cuánto le desgraciaste la vida?
Hyunjin sonrió complacido al ver que era él quien llevaba las riendas de la situación.
—¿Qué pasaría si después de tanto...yo hablo?— Lanzó la pregunta al aire, esperando alguna señal por parte del otro. Lanzó una risita al aire cuando vió justo lo que necesitaba.— Pero no hablemos del pasado. Dime ¿Cómo vas con...eso?— Preguntó señalando con sus labios su dedo pulgar cubierto con una bandita.
Minho cubrió su mano disimuladamente, siendo notado por ambos de los chicos que se encontraban en el mismo lugar.
Carraspeó dispuesto a hablar, pero un tono predeterminado inundó el silencio del pasillo.
Minho bufó.
—Anda, contestale a mami.— Se burló Hyunjin.
—Yo soy el que tiene la última palabra.— Soltó inútilmente antes de irse para contestar.
—Lo que tú digas.— Alcanzó a murmurar Hyunjin antes de girarse al otro chico.— ¿En qué estábamos?
El contrario sonrió, sabía lo que sé venía.
No iba a poner nota pero solo quería presumir que recuperé el separador 😎
Creo que está demás decir que decidí unir las introducciones de ambos.
¿Se fijaron en los números?