El "plan" era calentarle la pava y después no tomar el mate. Más claro, échale cloro.
— Te va ver Troca.— Tiró su cabeza hacia atrás cerranco sus ojos.
— Troca se fue a dormir.— Me moví lentamente sobre su pija.
Tomás estaba en Bóxer.
Suspiró y puso sus manos en mí culo, para después apretarlo.
Gemí, obviamente a propósito.
Me acerqué a besarle el cuello y después subí mis besos hasta sus labios.
—Reina .— Gruñó.
Tomás con sus manos hacía que me mueva más rápido.
Seguí así hasta que sentí su erección.
Tomás me estaba por sacar la remera y se escucha un ruido desde arriba.
Alguien se había despertado.
Me bajé de encima Cenfe se sentó y agarró mí mano.
— Sos tan Linda, pero tan imposible.— llevó mí mano hasta su erección.— Te vas a ocupar de esto.
— Después, o otro día.— Reí y me dirigí hacia las escaleras.
— Ya vas a ver.— Se paró y se fue hacia el baño.
Ups.
Entré a mí pieza y Victoria estaba en mí cama sentada esperándome.
— Y ?— Preguntó.
— Ya está, lo conseguí.— Sonrió.— Con que hiciste el ruido.
— Me acosté en tu cama y agarré esto.— Mostró un perfume.— Y lo tiré.
— Gracias, pero no hacía falta lo de mí cama.— Se encogió de hombros.
— Vamos a dormir, que mañana tenemos que ir a la escuela.
— Se acostó en el colchón.
(...)
Viernes, bendito viernes, igual no hago nada, pero igual, al fin viernes.
Ya habíamos salido del cole y estábamos caminando hacia nuestras casas
— Se puede saber que hacías hoy escuchando música?— Le pregunté Victoria .
— Lo que pasa es que Salió Lambo.— Me miró.
— Eh?—
— Lambo, el nuevo tema de monkey, west dubai y c.r.o.— Se acomodó la mochila.—para que hablar cuando habla el dinero, Más calidad van subiendo los ceros.— contó y bailó.
— Para un poco, que vergüenza.— Reí.— Está bueno, lo escuché cuando vos lo escuchabas por décima vez creo.
— Si, está re bueno el tema.— Paró en la puerta de su casa.— Yo se lo bailo a Ema y vos a Valen, no, mejor a Cenfe.
— Victoria adentro.— Gritó la mamá, Esta rodó los ojos.
— Suerte.—
Reí y seguí caminando.
Me faltaba una cuadra, iba caminando por la orilla de la calle, ya que la verdadera está hecha pija, y me tocan el hombro.
— Hola linda.— se metió las manos en el bolsillo del lompa.
