La música sonaba tan fuerte en mis cascos que me separaban del mundo, de todo aquello que me rodeaba y esa sensación era tan gratificante, me sentía tan a gusto.
Mi pie se movía al ritmo constante de la música al igual que mi cabeza, una emoción crecía en mí, no sabría definir que era pero me encantaba.
Siempre me pasaba eso al escuchar música y lograba aislarme del mundo con ello, me ayudaba a sobrellevar los años, meses, días, horas, minutos y segundos de mi vida.
Fuera un día bueno o malo sabría con seguridad que la música me transportaria a donde sea que yo necesitará estar, era como con los libros ellos también eran mi escape que de la realidad.
Pero no siempre podía leer en cambio si podía escuchar música, sentía como el resto de mi cuerpo intentaba moverse también pues tenía el deseo y la necesidad de bailar de moverse al ritmo de la música.
Pero en ese momento era imposible. Para mí desgracia estaba en una cafetería, escribía en mi portátil una nueva historia y no podía parar de escribir o se me iría la idea que tenía en mente.
Aparte dudaba que los comensales de dicho café vieran bien a una chica bailar como si nada posiblemente pensarían que estoy loca, algo que no está muy lejos de la realidad pero eso es algo que ellos no tienen que saber cierto.
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Recopilación de Relatos Cortos
Historia CortaUna chica con mucho imaginación e inspiración, con la necesidad de transmitir y desahogar sus demonios internos y no hay mejor manera que la escritura... Quizás los sorprenda lo que aquí se encuentre! A abrir las puertas del alma!