09/02/2020

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Lágrimas caen de mis ojos, mi cuerpo se mueve por los espasmos del llanto, me siento sin fuerzas, sin ganas de luchar y me preguntó ¿Por qué luchar?

Por qué luchar ¿De que sirve? Busco y busco una razón.

Soy fuerte lo sé pero de qué vale si me siento así... La vida me ha enseñado tantas cosas... Me ha golpeado lo suficientemente fuerte para moldearme, con el suficiente dolor para fortalecerme y a la vez partir me en pedazos...

Las lágrimas siguen saliendo aunque es un llanto silencioso, callado, tranquilo, de ese que no quiere ser escuchado, que no quiere perturbar, ese que te oprime el pecho de una manera dolorosa, que no deja respirar, no te deja hablar, ni siquiera pensar, solo causa más y más sufrimiento.

Para comprender a las personas hay que pasar exactamente por el dolor que ellos pasaron sino solamente eres un mero espectador...

Me gustaría poder gritar pero solo salen gritos mudos, que son aún más dolorosos. Así que muero lentamente, este dolor va consumiendo mi vida de a poco.

Intento tomar una respiración profunda, un hálito de vida que llene de calma mi cuerpo.

Pero fallo me cuesta mucho ingresar tanto oxígeno a mi cuerpo así que tomo pequeñas respiraciones, poco a poco mi cuerpo se calma.

Me gustaría decir que es la primera vez que me sucede pero ya conozco el proceso tan bien, que en parte me resigno a vivirlo porque es una constante en mi vida.

Recopilación de Relatos CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora