CAPÍTULO 5: Un beso al amanecer

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-Y esta es la cafetería, y bueno, creo que ya no queda nada más-dije mirando hacia el cartel que ponía: "Almuerzos Gratis".

-Muchas gracias, Kokoro-chan. Si no llega a ser por tí estaría perdida ahora mismo por los pasillos-dijo mientras entrelazaba sus dedos y los ponía al lado de su cara y sonreía alegremente-. Aunque ahora no sé con quién me voy a juntar-se puso seria y colocó su dedo índice en su mejilla mientras miraba hacia arriba.

Me quedé pensando un momento.

-Te puedes poner conmigo si quieres, que no va a pasar nada, además no suelo ponerme con nadie en la hora del recreo.

-Muchas gracias, Kokoro-chan-dijo volviendo a sonreír.

En ese momento apareció Tsuke acercándose a nosotras. Cuando vio a Doreki se quedó petrificado y sus ojos centellearon por un momento. La miré a ella y me di cuenta de que estaba mirándolo igual de pasmada. De repente, la chica miró al suelo y se dispuso a irse, pero Tsuke la agarró de la mano. Parecía que le estaba susurrando algo, pero no pude entenderlo. Vi a Doreki asintiendo con la cabeza y desapareció por los pasillos.

-¿Adónde va?-pregunté-¿La conoces?

Se quedó callado y miró al suelo.

-Bueno-dijo mientras ponía su mano tras la cabeza-. Siento haberte dejado sola este recreo, pero veo que te las has apañado bien sin mí. ¿Quién es tu amiga?

"Entonces, no la conoce, pero entonces... ¿por qué la a agarrado del brazo y le ha susurrado algo?" pensé.

-Se llama Doreki, Doreki Mizu-dije seria.

Me fui a clase debido a que acababa de sonar el timbre dejando a Tsuke atrás.

-¡Oye, espera!-dijo mientras me perseguía-. ¿Qué te pasa?

-Nada. Acaba de tocar el timbre, deberías ir a clase-dije fríamente.

Se quedó quieto entre toda la multitud corriendo a su alrededor.

***

Me levanté y me asomé por la ventana, aún era de noche. No podía dormir y no sabía por qué, incluso me encontraba rara. Fui a la cocina a tomar un té de chocolate, tenía sed. Mientras me lo bebía el recuerdo de Tsuke diciéndole lo que quiera que fuese a esa chica afloró en mi mente y me sentí celosa una vez más. "¿Qué te pasa, Kokoro? ¿Desde cuando estás tan pendiente de los chicos?" pensé.

Cuando vi que empezaba a amanecer fui a dar un paseo por la avenida de la playa. Estaba pensando en lo que me estaba pasando con Tsuke, ¿por qué no se fijaba en mí? Yo era la que había estado con él desde el primer día de clase, pero le había hablado a Doreki con demasiada confianza, tal vez se conocieran desde hace tiempo. Levanté la mirada y lo que vi me dejó petrificada. Eran Tsuke y Doreki, se estaban besando, como si les fuese la vida en ello. Mi corazón se comprimió y dejé que saliera un grito ahogado de mi boca.

Al parecer, los dos se dieron cuenta de lo que acababa de hacer y me miraron con cara de sorpresa. Yo agaché la cabeza para que no vieran mis lágrimas brotar, entonces me eché a correr avenida arriba. "¿Por qué me hace esto? El amor es un asco, no me quiero volver a enamorar en toda mi vida". Pensé mientras me secaba los ríos que se habían formado en mi cara. De repente me tropecé con algo y me caí.

-¿Estás bien?-oí una voz de chico y sentí que me agarraban de los hombros y me alzaban-. Tienes una herida en la cara-dijo señalándome.

Me quedé petrificada, era muy guapo. Tenía el pelo pelirrojo e iba vestido de una forma muy peculiar. Su sonrisa era enorme y reconfortante.

-Sí, estoy bien-dije entracortada.

-Mi nombre es Hosho, encantado, señorita...

-Kokoro Koe-continué la frase.

-Bonito nombre, Kokoro-chan-dijo con una sonrisa de oreja a oreja-. Permíteme que te lleve a tu casa.

-No quiero ir a mi casa, prefiero quedarme aquí.

-En ese caso me quedaré con tigo-no quitaba la sonrisa de su cara.

-¿Tu sonrisa es permanente?-le dije sin pensar mientras le señalaba.

De repente, puso cara de asombro y luego estalló en una carcajada.

-¡¡Qué graciosa eres, Kokoro-chan!!-estaba sujetándose la barriga y zarandeándose de la risa. Me reí a su vez.

Parecía un buen chico.

KOKORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora