CAPÍTULO 15: Traición

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Estaba sentada en el borde de mi cama pensando en lo que había pasado hasta el momento. Aún no me podía creer que Hosho-kun no estuviera entre nosotros, que ahora estuviera en otro plano. Me tapé la cara y me eché a llorar. Mi corazón estaba partido en mil pedazos y ya no quedaban sino unas cuantas razones por las cuales debía seguir viviendo.

Oí que tocaron en la puerta y me sequé las lágrimas rápidamente.

-¿Quién es?

-Kokoro-chan, abre la puerta, soy Doreki.

-Está abierta.

Pude ver como entró lentamente a la habitación y se sentó a mi lado.

-Siento mucho lo de Hosho-kun, y entiendo que te sientas mal, pero no puedes seguir así, Kokoro-chan.

-¡¡NO ME DIGAS ESO!! ¡¡Dime!! ¿¡Qué harías tú si se muriera Tsuke-kun?!

Permaneció en silencio.

-No es lo mismo, Kokoro-chan.

-¡Claaaaro! No es lo mismo porque eso no ha pasado, porque como es mi vida, eso a ti no te importa, ¿verdad? Sentía amor por él, lo quería muchísimo, Doreki-chan.

Se levantó sin decir nada y se fue cerrando la puerta tras de sí.

-Tss, Kokoro-chan -oí una voz que provenía de la ventana.

Me asomé y lo que ví me dejó atónita.

-¡¡HOSHO-KUN!!-grité.

-¡Shhh, no grites! ¿Se supone que estoy muerto, ¿no? Pues entonces estoy muerto.

-Hosho-kun, ¿cómo es que estás bien?

-No ha habido ningún accidente, Tsuke-kun se lo inventó todo. Él es un maldito egoísta. Kokoro-chan, no fue él el que te salvó-se dio la vuelta y se quitó la camiseta. En su espalda había un enorme moratón y un arañazo-. Fui yo. Ese yeso que tenía él era tan solo una farsa, ¿comprendes? Me intentó separar de ti, entonces le hice creer que iba en el tren que tuvo el accidente.

Me quedé en pausa, no pude reaccionar. Y pensar que estaba enamorada de Tsuke-kun, el traidor. Emití un grito ahogado mientras brotaban de mis ojos muchas más lágrimas.

-No llores, princesa-subió hasta quedarse sentado en el marco de la ventana y me pasó la mano por la mejilla-. Estoy aquí contigo.

Me besó dulcemente en los labios.

-No le creas, Kokoro-chan. Estoy vivo y siempre estaré a tu lado, ¿confías en mí?

Asentí y volví a besarle mientras de nuevo se inundaban mis ojos.

No me podía creer que estuviera vivo, aunque tampoco pude creer que estuviera muerto.

Sentí que mi corazón se aceleraba, pero entendí que ya mi vida no tenía ni pies ni cabeza, tan solo estaba rodeada de traiciones. Me acordé de Doreki, ¿ella también sabía lo de la traición de Tsuke? ¿Y si ella era también una traidora? No quería pensar eso.

Me despedí de Hosho, aunque seguí con la duda de cómo se iba a ocultar del mundo si se suponía que había muerto.

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