CAPÍTULO 14:

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Me desperté de sopetón. Lágrimas surcaban mis mejillas cual río a rebosar. Sentí que mi corazón estaba a punto de estallar y mi respiración se atropeyaba. Miré a mi derecha, no había nada, estaba en mi habitación. Entonces suspiré aliviada. Aquello había sido un sueño, una pesadilla sin pies ni cabeza, aunque había sido muy real.

Cogí mi teléfono, que casi se me cae al rozarlo con mis manos empapadas de sudor. Me apareció una notificación de un mensaje, era Tsuke. Lo llamé, ya que era lo que me había pedido por escrito en el móvil.

-¡¡Kokoro-chan!! -dijo. Parecía que estaba asustado- Es... es Hosho-kun...

Sentí como mi estómago se estremeció.

-¿Qué ha pasado con él, Tsuke-kun?-grité.

-El avión en el que venía ha sufrido un accidente y no ha quedado ningún superviviente.

Entonces mis ojos escupieron lágrimas y mi boca se curvó hacia abajo, el estómago iba a explotarme y me dio la sensación de que el corazón se había parado por un segundo.

-¿Hosho-kun ha muerto?-pregunté en un susurro.

-Así es, Kokoro-chan.

Colgué el teléfono y subí de nuevo a la terraza, me subí al muro y miré a la carretera.

-Pareces estúpida-dijo una voz infantil tras de mí-. Tu mejor amigo te salva la vida, casi se mata por ti y ahora intentas suicidarte otra vez. Está bien, veo que una niña sabe más lecciones de la vida que tú. Siento que tengas que tragarte mis palabras, pero ten en cuenta que si mueres ahora, el golpe de la muerte de Hosho-kun será aún más fuerte. ¿A caso quieres que mueran por ti? Tienes una vida preciosa, abierta a nuevas oportunidades, ¿a caso no valoras lo que tu madre te ha dado? La vida es lo que tienes que valorar. Realmente pareces estúpida, Querida Yo.

Me bajé del muro y me acerqué a ella.

-¿Crees que me gusta sufrir? ¿Para qué quedarme viva si lo único que voy a soportar son miedos y desgracias, y lo único que escupiré desde mi alma serán gritos de agonía? No quiero vivir como una mierda, Querida Yo. No voy a vivir por otras personas que no viven por mí.

-El dolor se pasa y lo sabes. ¿Qué me dices de cuando tu padre murió? Aún no te has recuperado del todo, pero sigues adelante, ¿no? Intenta hacer eso, Querida Yo. Hay personas que te quieren, y aunque no vivan por ti, viven para ti. Sé positiva. Si te quieres olvidar del mundo, ¿por qué en vez de morirte, no te mudas a un sitio más lejano?

La niña se desvaneció en el aire y yo me quedé quieta y rígida, casi sin respiración. Volví a mi habitación como un alma en pena y comencé a reflexionar. Tal vez mudarme fuera una genial idea.

KOKORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora