Capítulo 05

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LA ESPACIOSA CAMA JAMÁS HABÍA SIDO TAN INCÓMODA, el insomnio siempre era horrible, como rodabas por la cama tratando de conciliar el sueño, como las sabanas se pegaban a tu cuerpo y quedabas enredado en las mismas sintiéndote atado en ellas, tenía...

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LA ESPACIOSA CAMA JAMÁS HABÍA SIDO TAN INCÓMODA, el insomnio siempre era horrible, como rodabas por la cama tratando de conciliar el sueño, como las sabanas se pegaban a tu cuerpo y quedabas enredado en las mismas sintiéndote atado en ellas, tenías toda una noche para mirar el techo, como lo odiaba.

Él ya no se tomó ni siquiera la molestia de acostarse en la cama, no tenía sentido cuando sabía que no podría dormir ni siquiera usando un sedante.

William había hecho tantas cosas mal durante su vida, jamás había sido una buena persona, siempre antipático, amargado y sin una mísera pizca de culpa al acabar con una manada completa, jamás tuvo problemas con dañar y herir con aquellos que se oponían a su poder, y quizá su actualidad era el castigo de la diosa Luna.

La diosa Luna le había enviado al peor de los alfas una mate humana como su castigo, pero aun cuando lo intentaba, él no podía pensar en la chica como un castigo, porque la magia de la Luna y el destino habían hecho que él se enamorase al instante de sus desbaratados rizos castaños que parecían querer desaparecer, su piel pálida de porcelana que nadie en la manada tenía y sus ojos azules casi grisáceos.

¿Tanto lo odiaba la Luna? ¿Tan terribles habían sido sus actos que la Luna lo condenaba al peor dolor del mundo? Antes de ella ya había habido una mujer que fue mate de un lobo y el final había sido atroz, el final había sido tan horrible que su historia perduró en cada generación desde entonces, había cosas a las que él le temiera, pero en el momento en que él había visto sus ojos, que el destino de ambos fuera el mismo que el de sus antepasados era algo que lo aterraba, porque como cada hombre lobo, sabía a la perfección que su vida no volvería a tener sentido sin ella.

El conocimiento de una historia tan antigua como el tiempo, y la certeza de que era real, era como una pequeña astilla clavándose en su corazón y quebrándolo con dolorosa lentitud, hasta el momento en el que la historia que sabía que era cierta se volviera a repetir.

El único modo de salvarla, era mantenerla lejos de él, el amor que la Luna había puesto en su pecho, que crecía y se volvía verdadero con cada instante, era suficiente para querer mantenerla a salvo, pero era su misma naturaleza la que no lo permitía, porque él era un alfa, él era egoísta y ruin, y estaba enamorado de una humana que no comprendería jamás la naturaleza del lazo que los unía a ambos desde el momento en el que ella nació, desde el momento en el que ambos fueron creados el uno por el otro.

La Luna la había creado para él, y era egoísta por querer amarla, pero también sería egoísta dejarla ir sabiendo que aun siendo humana ella se sentiría incompleta sin él. Si ella se iba, ambos morirían, él por la agonía y ella por circunstancias que crearía una diosa enfadada por tal desprecio a su regalo, pero si ella se quedaba, la historia se iba a repetir en algún momento, era algo destinado a suceder.

Era egoísta, tan egoísta, pero prefería disfrutar el lazo y el amor que estaban destinados a compartir antes de que la vida los arrebatara uno del otro.

La Maldición de la Luna  [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora