Capítulo 07

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AYLA ESTABA INTRANQUILA, HABÍA ARGUMENTADO CON EL FIN DE TRANQUILIZAR A SU PRIMA, pero ella no se sentía mucho mejor de lo que estaba antes, jamás había estado verdaderamente alterada pero la cruda realidad era que a pesar de no tener miedo ella t...

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AYLA ESTABA INTRANQUILA, HABÍA ARGUMENTADO CON EL FIN DE TRANQUILIZAR A SU PRIMA, pero ella no se sentía mucho mejor de lo que estaba antes, jamás había estado verdaderamente alterada pero la cruda realidad era que a pesar de no tener miedo ella también sentía que estaba siendo vendida al mejor postor, y lo peor de todo, estaba siendo entregada a domicilio.

Apenas estuvieron afuera de la casa principal, Ayla no tardó en procesar las similitudes con todas las otras casas en el lugar, era básicamente como vivir en un condominio pero sin la fantástica casa club que tiene piscina, todas las casas eran sorprendentemente similares sin variaciones exteriores y con una fachada tan moderna que destruyo sus creencias de que los hombres lobo vivían en el pasado en cuestión de segundos.

Era todo allí tan moderno que Ayla se vio incapaz de referirse al lugar como una aldea pues eso significaría que ella estaba más atrapada en el pasado de lo que ellos estaban, pero no sabía que era ese lugar entonces, no era una aldea, pero tampoco encajaba bien en la descripción de un pueblo o ciudad, así que, ¿qué era en realidad?

La casa principal se veía similar al resto por fuera, cumpliendo con la misma estética, pero cuando la puerta crujió y ellas se encontraron en el vestíbulo pudo ver que era completamente diferente.

El interior de la casa parecía ser más rústico que moderno, el suelo cubierto de madera oscura, las paredes de un suave color hueso, la entrada tenía ciertas similitudes con el vestíbulo de un hotel siendo tan amplio, en esa zona el techo tenía la altura de la casa, al frente y al fondo había una escalera a una segunda planta y había algunos muebles que indicaban que esa era la sala.

La casa era gigantesca, como ninguna en la que hubiera estado antes, se preguntó a sí misma como harían para que funcionara la electricidad allí si no tenían postes ni cables ni nada que aparentara funcionar con energía, pero aun así había lámparas y enchufes que funcionaban, sin embargo, permaneció en silencio sin hacer ninguna pregunta que le hiciera parecer más tonta de lo que era.

Una joven mujer salió de una puerta al fondo del salón, tenía una extraña apariencia, su cabello estaba corto hasta sus hombros y parecía teñido para que las puntas fueran rubio cenizo mientras el resto de cabello era castaño oscuro, su piel estaba ligeramente bronceada y sus ojos eran ligeramente saltones, denotaban sorpresa, pero no se veía sorprendida de verlas allí, así que Ayla se imaginó que esa era su expresión facial habitual, era pequeña y delgada, tanto que los pómulos de su rostro se notaban a metros y le hacían parecer huesuda cuando si te acercabas en realidad era una complexión bastante normal para su estatura.

—Buenas tardes, ¿puedo ayudarles en algo?— pregunto con educación hacia ambas mujeres.

Ayla, astutamente, permaneció en silencio.

—Sí. Ella es la mate de William.

La expresión de la mujer adquirió emoción, una pequeña sonrisa de entusiasmo que trató intensamente de reprimir se observó en su rostro.

La Maldición de la Luna  [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora