XXI - Reborn

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17 años atrás....

En el psiquiátrico Mount Massive, había una sala exclusiva para niños y adolescentes, el lugar estaba apartado de los adultos para evitar problemas.

Se podía observar a un Auron de 12 años jugando con arena de colores moldeable, pero no le prestaba demasiada atención a eso, sus ojos estaban observando a un chico castaño de ojos azules que armaba un rompecabezas.

A lado del castaño estaban cuatro chicos, uno de ojos morados y cabello negro; otro de cabello platinado y ojos verdes; otro de cabello oscuro y ojos verdes; y por último uno de ojos azules y cabello oscuro. A él le gustaba decir que era la pandilla de ojos bonitos, incluso había notado que a veces los ojos del castaño eran rojos, pero creía que era su imaginación.

—Luzu, déjame ayudarte -dijo el de ojos morados viendo a su amigo-.

—No Vegetta, quiero acabarlo yo solito -dijo dejando a un lado una pieza que aún no necesitaba-.

—Hay otros rompecabezas por aquí ¿Lo sabías? -dijo el más pequeño del grupo- creó que ví uno de un unicornio.

—¡Yo lo quiero! -Vegetta se levantó del asiento y salió en busca de los juegos de mesa y azar para tomar el rompecabezas-.

—Voy a acompañarlo, sirve que oculto ese rompecabezas -dijo Willy llendo tras su mejor amigo-.

— ... falta una pieza -dijo Luzu con el ceño fruncido al ver que no podría completar su rompecabezas-.

—Talvez está en otro caja, Vegetta estaría encantado de buscar en cada caja hasta encontrarla. Vamos Alex -el de ojos verdes tomo de la mano al más pequeño y se alejaron de ahí-.

—Maldita pieza -con un puchero- ¿Ahora que hago?

En ese momento Auron llegó a un lado del castaño y de un manotazo lanzo el rompecabezas al suelo separando cada una de las piezas, a la vez que soltaba una risita de satisfacción.

—Mi esfuerzo... -dijo mirando el rompecabezas esparsido por el suelo- ¡Niño tonto! -miro enojado al moreno-.

—¿Para que enojarte? Le faltaba una pieza.

—¡Pero podía estar en cualquier lado! ¡En otra caja! Y ahora se van a perder más piezas por tu culpa -su voz se fue apagando cada vez más, solo se arrodilló y comenzó a juntar las piezas- ¡Ayúdame!

—De acuerdo -se agachó y juntó las piezas junto a Luzu- te recuerdo más amable, más tierno.

—Mi ternura se la merecen pocos. Hay personas que solo me utilizaron por ser demaciado amable... pero creo que al final es algo que no puedo evitar, me gusta ayudar a los demás.

—Es muy tonto de tu parte querer seguir ayudando a los demás, supongo que eso te trajo aquí desde un principio.

—Pues si, tienes razón, por eso estoy aquí. ¿Y tú porque?

—Me gusta destruir cosas.

—Dicelo al rompecabezas -dijo dejando la última pieza en la caja para después volver a empezar a armarlo-.

—Lo se, lo siento. Digamos que termine destruyendo un par de huesos en mi casa, así que me trajeron aquí.

—¿Huesos decorativos?

— ... si... supongamos que si -rascandose la cabeza nervioso-.

Se quedaron hablando un poco, hasta que algo los interrumpió, entro un chico de cabello castaño y ojos oscuros a la sala, todos los chicos de aquel lugar comenzaron a murmurar cosas al verlo.

—¿A ese niño no le habían puesto una camisa de fuerza? -pregunto Auron sin dejar de ver al que caminaba a una mesa algo cerca de donde estaban ellos dos-.

—Deja de mirarlo -dijo sin dejar de armar el rompecabezas- si te quedaras viendo detenidamente a cada loco en esta sala nunca acabarás. Por cierto, ese "niño" es mayor que tú.

—¿Lo conoces?

—No, pero creo que se llama Reborn, tiene 16 años, escuché que tenía alucinaciones o algo así.

—Dejen de hablar de mí -volteo el de ojos cafés a verlos con cierto enojo-.

—No te preocupes, a mí me importa poco tu existencia, como los de la mayoría que están aquí -hablo "terminando" nuevamente el rompecabezas- y ahora faltan cinco piezas...

—Me lo esperaba de la pandilla de ojos bonitos, solo importan ellos mismo -respondio Reborn, al parecer Auron no era el único que les decía así al pequeño grupito-.

—No es que solo me de importancia a mí, pero yo quiero irme de aquí, y no lo haré pronto si me sigo fijando en lo dementes que están los demás.

—Asi que crees que estoy demente -se sentó junto al dúo-.

—Todos lo estamos, nosotros dos -dijo apuntandose- tu y tu y todos aquí -apunto a los contrarios al decir "tú y tú".

—¿"Nosotros dos"? -pregunto Auron curioso-.

—Tengo doble personalidad.

—Yo tengo esquizofrenia -admitio el mayor al ver que el chico admitió lo que padecía-.

—Problemas destructivos -dijo el menor- no es precisamente una enfermedad, pero yo lo llevo al siguiente nivel, ya que no necesariamente destruyó por irá.

—Vaya tontería ¿Enserio destruyes por puro gusto? Hasta donde yo sabía el ser humano siempre hace eso.

—Y tu lo demostraste hace una semana, rompiendo una estantería de juguetes -dijo Luzu recordando aquello- por tu culpa no puedo completar el rompecabezas, también por tu culpa Auron, perdiste 4.

—Reborno empezó, el tiro la estantería -Auron trato de quitarse toda la culpa de encima a pesar de que el perdió más piezas del juego-.

—¿Cómo me llamaste? Inútil -se quejo el mayor por la mala pronunciación de su nombre-.

Ese día parecía que se habían hecho buenos amigos aquellos tres. Luzu solo recordó aquel día estando recostado en su cama con una sonrisa nostálgica. Después del incendio le había perdido la pista a los otros dos, solo llegó a Karmaland con sus otros cuatro amigos tres meses después de ese incidente, Auron apareció en Karmaland varios años después, pero Reborn... ese era otra historia, nunca lo volvió a ver y ni escuchar de él, era como si se lo hubiera tragado la tierra, quizás estaba muerto.

Siempre que trataba de buscarlo en su esfera de cristal, está solo mostraba aquel día del incendio. Él solo se quedaba varios minutos, incluso horas viendo aquella imagen del psiquiátrico en llamas, por algún motivo le daba tranquilidad.

—Talvez... -suspira- talvez nunca debimos comenzar el incendio. Lo siento Reborn... prometimos que los tres estaríamos juntos hasta el final pero... nos separamos y... y tú nunca volviste -varias lágrimas volvían a caer por sus mejillas, le dolía recordar aquel chico dos años mayor que él-.

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Aquí otro capítulo, quizás de relleno... perdón :'v

Y bueno, aquí solo están aclaradas un poco mejor las edades...

Auron tiene 29 años
Luzu tiene 31 años
Y si es que Reborn siguiera con vida tendría 33 años

Pero quien sabe si sigue con vida... quien sabe :v

Tan cerca y tan lejos [Intenabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora