XLIII - Final

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La comisaría estaba de cabeza por la desaparición del chico de la cresta, todos hacían lo posible por buscar pistas, rastro o algo que sirviera de ayuda, pero nada resultaba. El más preocupado era Gustabo, no quería que le pasará nada a su hermano de otra madre.

Auron estaba en la cocina de la casa que compartía con su pareja, agarro el bote de pastillas, pero fue detenido por Conway.

—Ya tomaste bastantes estos días, te dijeron que no podías cambiar los horarios ni la dosis.

—Estoy desesperado y estas cosas me mantienen tranquilo.

—Porque matan las pocas neuronas que tienes, anormal -lo toma de ambas manos- encontraremos a Perxitaa, ten paciencia.

—Jack, no quiero que le pase nada, es alguien inocente.

—Hago lo que puedo para encontrarlo, incluso tú lo haces, pero recuerda que todos tenemos un límite.

Se unieron en un abrazo que Auron realmente necesitaba, sentía que moriría al perder a su mejor amigo ¿Así era como se sentía? Era horrible. Si Reborn no estuviera a su lado se hubiera desmoronado y cometido varias locuras, si, hizo unas cuantas, pero pudo ser peor. Se había dado cuanta cuánto necesitaba a ese hombre en su vida, lo saco de un terrible agujero en el que se quedó estancado desde hace años, por fin le estaba dando un final a ese ciclo sin fin.

De un momento a otro les llego un mensaje de un anónimo, habían mandado localización. Ambos intercambiaron miradas y fueron armados a aquel lugar. Era una casa abandonada, así que entraron con cautela, no había absolutamente nada extraño ahí, quizá era una trampa, sin embargo, había una puerta que a diferencia de las demás estaba cerrada, todas estaban abiertas, incluso apunto de caerse, pero esa no.

Conway tomo el picaporte y abrió la puerta, ahí mismo se encontraba Horacio con la mirada gacha, no parecía lastimado y no estaba atado, lo cual sorprendió a los dos hombres, aquí ya era una sorpresa y un alivio verlo vivo.

—Perxitaa -Auron lo abrazo con fuerza, el pelirojo correspondió con algo de tristeza- ¿Que te hicieron? ¿Quien te secuestro?

—Fueron Luzu y Dimitar, solo querían estar juntos... querían una familia -volteo viendo unas hojas rotas y arrugadas en el suelo- se fueron... dijeron que no volverían, que no los volveríamos a ver.

—¿No te hicieron nada? -Conway tomo un trozo que aquellos papeles rotos- ¡Oh! -lo comprendió al ver la palabra "adopción"-.

—¿Porque se fueron? ¿Porque no los detuviste? -el rubio exigió una respuesta- Luzu es mi amigo y Dimitar es amigo de Viktor.

—Él ya no quería sufrir, ni quería hacerte sufrir a tí, ya sabes que Luzu es así, y Dimitar lo iba a seguir a donde sea, comprendelos, ya no son unos niños, querían vivir su vida.

—¿Porque no fuiste con ellos? -mostrando aquel pedazo de hoja que hizo que los ojos de Auron casi salieran de sus cuencas-.

—No era la persona indicada para acompañarlos, a demás de que Luzu está terminando de cambiar, necesita una familia de verdad y yo no ayudaría. Está curado, ya no tiene doble personalidad -se le escapa una risita- ¿Sabias que Luzu era una de sus tantas personalidades? Borja era él, o al menos todos lo conocíamos como "Muerte".

La pareja se miró preocupada, aquel ser que parecía ser despiadado, que decía ser un dios de la muerte ¿Era la verdadera personalidad de aquel castaño?

—Entonces... Luzu... Borja... era...

—Él quiso engañarse -interrumpio Perxas- quiso hacerse creer que fue condenado por un dios que cuidaba de su familia, pero la verdad es que su familia lo obligó a practicar la magia oscura, es por eso que nació "Luzu" por el miedo, desde ese entonces Luzu fue quien tomo el control de su mentalidad... hasta el día de las elecciones... ya sabes el resto.

El pelirojo salió de la habitación y se fue dejando sola a la pareja, aquel día era bastante confuso para ambos, una vez más volvieron a perder a dos personas queridas.

Salieron de aquella casa que parecía que caería en cualquier momento. Volvieron a comisaría diciendo que encontraron a Horacio, aquello hizo que Volkov volviera a respirar tranquilo, a esas alturas sabía que ya no podía tener nada con el pelirrojo, pero ya sabía que fue culpa suya por rechazarlo y denigrarlo.

Pasaron varios días para que todos se recuperarán de lo que había pasado, Horacio explico todo lo que Luzu y Dimitar le habían dicho sin omitir nada, así dejando que varias cosas de ambos salieran a la luz y ya no fueran misterio, como que ambos se conocieron en el psiquiátrico pero lo habían olvidado.

Auron y Reborn se dieron cuenta cuanto necesitaban uno del otro en el momento en el que encontraron a Horacio, sabían que ambos ya estaban metidos en sus mundos, ya lo compartían sin exepciones ¡Claro! No eran tan melosos como uno quisiera, pues esa no era la personalidad de ninguno de los dos, ambos eran unos hijos de la gran puta.

—¡Papá!

Las gemelas se quedaron a vivir con los dos adultos, el mayor acepto aquello con gusto, no le molestaba para nada tener una familia con aquel moreno que hacía que su corazón latiera más fuerte.

—¡Papá Reborn!

—¡Papá Auron!

—¡Dejen dormir, joder! -se quejo Auron ocultandose entre las almohadas-.

—¡Vayan a jugar a otro lado, capullas! -Reborn se cubrió con las sábanas-.

—Pero se nota que son unos boomers -se quejaron las dos al mismo tiempo- ¡Hoy es su aniversario joputas! ¡Les preparamos el desayuno! ¡Frederick se lo va a comer a picotazos!

—No me quiero parar -se quejo Auron una vez más-.

—¿No quieres o no puedes? -las dos comenzaban a comprender porque los dos adultos no querían levantarse de la cama-.

—¡Váyanse a tomar por culo! -sonrrojado les lanzó una almohada sacándolas de ahí, aún podía escuchar sus risitas al otro lado de la puerta-.

—Calma -Jack lo tomo de las mejillas- aquí el malumorado soy yo.

—Deberia ponerles un correctivo a esas mocosas -dijo con un puchero-.

—¿De que hablas? Si son idénticas al padre.

—Reborno, cabron.

Ambos se vistieron y se tomaron de las manos dispuestos a comer lo que las gemelas les habían preparado, pero se toparon con la sorpresa de que, en efecto, Frederick se estaba comiendo la comida.

—Controla a tu hijo, Auron.

—Tambien es tuyo -tomo al pollo entre sus manos, pero este se libero y se subió a su cabeza-.

Ambos se sentaron y procedieron a comer lo que el pollo no había comido, mientras, las niñas los observaban con una sonrisa y les tomaron una foto.

—T'estimo RebornLive (Te amo RebornLive).

—Love you too AuronPlay (Yo también te amo AuronPlay).

FIN.
GRACIAS POR LEER.

Tan cerca y tan lejos [Intenabo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora