Capítulo LXXXIV - La interrogante.

420 28 0
                                    



Sebastián

- Pero soy su pa...- dudé en decirlo, ya que no me siento con ese derecho, pero lo dije. - Padre.

- Lo sé y perdón. Pero no puedes venir, te llamaré luego. - Dijo y colgó de inmediato.

*Maldita sea. Pensé. Tuve que cancelar una reunión importante para ver si podía hablar con Estela; tal vez pedir perdón y si no, silenciarla. Todo para que no se sepa lo que ocurrió. Pero...—Tragué saliva—Alquilaron una casa. Ahora Diana pasará más tiempo con ella.

Es demasiado estresante vivir bajo el constante pensamiento de ser delatado en cualquier momento. Esos pensamientos intrusivos me tienen sin poder comer o dormir por las noches. No le deseo eso ni a mi peor enemigo.

Si Diana llega a saber todo esto, solo va a victimizar a Estela, pero yo también me estoy sofocando. Nunca haría algo así por voluntad propia; al ser presa del licor, que nunca puedo dejar, me hundí en las aguas de mis más bajos deseos. Era beber y beber en abundancia todos los días, extrañando el cuerpo de Diana, hasta que mi subconsciente me llevo a buscar calor en un cuerpo que considero maldito el solo tocarlo. ¿Y cómo digo que no fue mi intención? Exacto, no puedo decirlo. ¿Quién me creería? Es un crimen lo que he cometido, por eso, mejor que no se descubra jamás.

No me quedó de otra que ir a casa. Total, he cancelado lo que tenía pendiente; y si no puedo saber dónde está Estela, ¿qué otra cosa puedo hacer? Esperar mi condena.

No puedo creer que iba a tener otro engendro y de la peor forma posible, gracias al cielo fue fallido. Sin embargo, la pregunta inquietante sigue en pie: ¿Por qué no ha hablado aún?

Esa niña tiene suficientes razones para odiarme y ahora no me imagino qué tanto más después de lo que le hice. Entonces... ¿Por qué no ha hablado? Con una sola palabra de aquel suceso, puede destruir no solo mi vida, sino lo más preciado: Mi relación con Diana, que ha prendido el vuelo últimamente. Puede que eso sea, esa niña ama a su madre, no diría algo que la lastimara.

Puede ser una simple suposición, pero de ser así, tenemos algo en común: Diana. No haría nada que pudiese lastimar a Diana.

Debe ser... No hay otra respuesta. 

Sin censura: 《detras de Las apariencias》.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora