Capítulo 16

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ALGO IMPOSIBLE DE OCULTAR

JACKSON
Me separé rápidamente de Samantha a lo que ella me miró con notable confusión. —Disculpa yo... Esto fue un error.— Me pegué mentalmente por decir eso. —¿Disculpa? ¿De verdad piensas que fue un error?— Preguntó incrédula cruzándose de brazos. La lluvia había dejado de ser tan fuerte, ahora era una simple llovizna. —Tengo que irme, no llegues tarde.— Musité rápidamente sin mirarla a los ojos y tomé mi motocicleta yéndome de ahí. Mierda, mierda, ¡Mierda! ¡¿Por que rayos la besé?! ¡¿Por qué no me contuve?! No puedo enamorarme, no voy a perder la apuesta que yo mismo propuse, pero de que hablo, ya la perdí desde hace tiempo. Da igual, no pienso enamorarme y menos de Parker, no pienso sufrir otra vez por amor, tengo que hacer algo para quitármela de la cabeza, cosa que iba a ser demasiado difícil ya que ahora estamos conviviendo bajo el mismo techo. Llegué a la casa de Samantha, me bajé de mi vehículo y saqué la copia de llaves de mi bolsillo que me había dado su madre para después ingresar al lugar. Me dirigí hacia la cocina y me preparé un café. Todo me estaba saliendo mal, primero siento celos por Samantha, luego confieso mis sentimientos por ella y ahora me besé con ella. ¡¿Qué rayos me pasa?! Fui a la habitación que me habían dado para hospedarme que quedaba exactamente al lado de la de Samantha y me tiré en mi cama con la mirada perdida en un punto fijo. No tenía las agallas para verla a la cara, no después de lo que pasó. Pude escuchar como la puerta de entrada estaba siendo abierta, ella había llegado. Me quedé inmóvil en mi lugar sin hacer sonido alguno con la intención de que crea que me dormí o algo por el estilo, pero escuché una segunda voz que me puso los pelos de punta, ¿Hacía falta que el este aquí? —Gracias por traerme Peter, no te hubieras molestado.— Escuche la voz de Samantha cerca de mi habitación a lo que salí de mi cama y apoyé mi odio en la puerta con la intención de poder escuchar mejor. —No te preocupes, Jackson es un idiota. ¿Cómo te va a dejar sola? El esta a cargo de ti.— No pude evitar rodar los ojos al escuchar la insoportable voz de Wilson. —Ni me lo recuerdes, aún no a pasado ni un solo mes que está aquí en mi casa y esto ya es un completo sufrimiento.— Habló esta vez Samantha, no pude evitar sentirme un poco mal al escuchar esas palabras salir de su boca. —Vamos a tener que seguir con el plan de Bethany, esto no se va a quedar así, Ryder estallará de los celos que tendrá al vernos juntos.— Musitó Wilson. ¿Plan? ¿Celos? ¿Qué estarán planeando estos dos? —Prométeme que si algo pasa me llamarás enseguida, ¿Si? Tengo que irme, cuídate.— ¿Y este quien se cree? ¿Superman? —Claro, te acompaño hasta la salida.— Fueron las últimas palabras que pude escuchar para después oír unos pasos alejarse. ¿Con Que quieres jugar rudo pequeña Parker? Jugaremos rudo entonces.

(•••)

El reflejo del sol no tardó en hacerse presente en mi rostro haciéndome soltar un quejido, con todo lo que había pasado ayer me había olvidado por completo de cerrar las cortinas. Enseguida la alarma comenzó a sonar indicando que era hora de cambiarme o llegaría tarde a clases. Me di una ducha rápida con la intención de relajarme, últimamente estaban pasando cosas, cosas para nada buenas. Terminé de asearme y procedí a colocarme una toalla y envolverla a la parte baja de mi torso para después ir hacia mi armario y comenzar a cambiarme. Una vez ya listo salí de mi habitación y bajé por las escaleras hacia la cocina donde me encontré a Samantha ya lista desayunando, esta me miro de abajo hacia arriba y siguió con lo suyo. Tomé las llaves de mi motocicleta y me dirigí hacia la salida. —¿No me llevarás?— Preguntó Samantha antes de que pudiese abrir la puerta. —Te recuerdo que estas a mi cargo.— Habló acercándose hacia mi de brazos cruzados. —Y yo te recuerdo que ya estás bien grandecita y puedes ir sola a la escuela.— Musité para después colocar las llaves en la cerradura y girar el picaporte encontrándome con Sabrina cara a cara. —¿Qué hace esta aquí?— Habló nuevamente Samantha con una expresión de seriedad en su rostro, se ve que logró reconocerla, pues me había visto cuando me besé con Sabrina. —"Esta" tiene nombre niñita.— Dijo con indignación. —No es de tu incumbencia Parker.— Contesté tomando de la mano a mi ex novia, Samantha estaba con Peter así que yo podía estar con quien se me de la gana. —Puedes pedirle a tu noviecito que te acompañe a la escuela, seguro no tendrá problema.— Hablé con una sonrisa de superioridad que al instante borré al escuchar la voz de Wilson atrás de mi a lo que me volteé para verlo fijamente. —Tienes razón Jackson, no tengo problema en acompañarla.— Habló Peter de brazos cruzados para después ingresar a la casa golpeando su hombro con el mío. —¿Nos vamos pequeña Parker?— Dijo mirándola con una amplia sonrisa mientras le extendía la mano haciendo que ella la tome a lo que yo elevé una de mis cejas, solo yo puedo llamarla de esa manera. —Claro, vamos.— Habló ella de forma alegre para después los dos irse por la puerta de salida y tomar rumbo a la escuela. —¿Para qué me haz llamado?— Preguntó Sabrina con curiosidad, sinceramente ya me había olvidado de su presencia. —Nada importante , es más, ya puedes irte o llegarás tarde a la escuela.— Musite mientras tomaba mi chaqueta y salía del hogar de Samantha con ella atrás de mi, cerré la puerta para después guardar las llaves en mi bolsillo. —¿Disculpa? No pienso caminar, me llevarás en tu motocicleta.— Afirmó a lo que yo solté un bufido.  —Esta bien, pero vamos ahora, no quiero llegar tarde.— Dije para después subirme a lo recién nombrado a lo que ella imitó mi acción subiéndose atrás de mí. Llegamos al instituto bastante rápido, yo fui el primero en bajar del vehículo a lo que luego ayudé a Sabrina a hacer lo mismo. Ustedes se preguntan. ¿Por qué haces esto? Fácil, una palabra y ocho letras, venganza. Confesé mis sentimientos por Samantha, ella me besó y sin embargo ni se tomó la molestia en terminar con Peter, puede ser que yo sea algo frio pero tengo sentimientos. A lo lejos pude ver como Parker me observaba, la expresión en su rostro era algo indescifrable, nunca la había visto antes. Pude ver como rodaba los ojos al verme junto a Sabrina a lo que no pude evitar sonreír ampliamente, sonrisa que se borró por completo al ver que ella estaba tomada de la mano de Wilson. —Te gusta.— Habló Sabrina de la nada a lo que yo me volteé a verla algo confundido. —¿Disculpa?— Pregunté mirándola fijamente. —Jack, puede ser que ahora no seamos novios, pero antes de serlo fuimos amigos, muy buenos amigos. Te conozco lo suficiente para darme cuenta que aquella chica a la que estas a cargo de su cuidado te gusta. —Me lo hubieras dicho antes, podría ayudarte o algo por el estilo.— Musitó encogiéndose de hombros a lo que yo la miré impresionado. ¿Acaso esta chica cambia su humor tan rápidamente? ¿Primero me besa y luego quiere ayudarme a conquistar a Samantha? Cada vez entiendo menos a las mujeres. —¿Parker? ¿Gustarme? ¡Claro que no!— Dije con desagrado a lo que ella me observó elevando una de sus delgadas cejas. —No me lo niegues Jack, es sumamente obvio. Es más, estoy completamente segura que me pediste que vaya a tu casa para que ella me viera y puedas darle celos.— Pronunció de lo más normal a lo que yo rodeé los ojos. —Ella tiene novio Sabrina.— Musité serio. —¿Y tu estás seguro de que eso es verdad? ¿No querrá darte celos?— Preguntó cruzándose de brazos. —Inventas muchas teorías.— Dije soltando una risa. —Pues también podrías darles celos, y conmigo.— Volvió a elevar sus hombros mirándome fijamente. —No creo que sea buena idea...— Pronuncié en un susurro. —¿Estas seguro de eso Jackie? Podrías darle celos besándome ahora mismo...— Hablo de forma seductora acercándose hacia mi a lo que me hizo reaccionar. —No Sabrina, no caeré en tu estúpido juego otra vez, ya déjame en paz.— Solté con seriedad para después finalmente ingresar a la escuela dejado a mi ex novia atrás. Tenía clase de Francés, no me gusta mucho esa materia ya que no la comparto con Dylan pero me va bastante bien en los exámenes así que no es tan malo después de todo, llegué al salón y la clase no tardó en comenzar. Sinceramente no estaba prestado atención, pues estaba pensando seriamente si ignorar a Samantha por lo que queda del resto del año o simplemente tratar de tener una conversación seria con ella sobre ese "error" que ocurrió en la fiesta de Joey. Las horas pasaron rápido, además el profesor tuvo que irse antes por una urgencia familiar así que nos permitieron salir del salón dándonos hora libre. —Me fui rápidamente y pude visualizar a mi amigo Dylan a lo lejos, así que no dudé en acercarme a el. —Hey amigo, ¿Todo en orden?— Pregunté acercándome hacía el. —Hola, pues si, todo bien, ¿Y tu?— Habló guardando algunas cosas en su casillero. —Bien, supongo.— Me encogí de hombros. —¿Que tal las cosas con Bethany?— Pregunté viéndolo de forma pícara a lo que el soltó una pequeña risa. —No lo se, no hemos hablado mucho después del beso que nos dimos, estoy pensando en invitarla a una cita o algo por el estilo.— Comentó con una sonrisa de labios. —¿Pues qué esperas? ¡Invítala!— Alenté elevando mis brazos. —Seguramente lo haré, ¿Y tú? ¿Como van las cosas con Samantha?— Preguntó elevando sus cejas repetidas veces a lo que yo rasqué mi nuca con notable incomodidad. —Hay algo que me olvidé de decirte ahora que lo pienso...— Comenté a lo que el me miro con una expresión de intriga en su rostro. —¿Qué cosa?— Preguntó mientras cerraba su casillero para después mirarme atentamente. —¿Recuerdas en la fiesta de Joey cuando todos estábamos jugando al juego de la botella y Samantha estaba apunto de besarse con Peter a lo que yo me fui?— Comencé a hablar a lo que el asintió. —Bueno, resulta que estaba tan celoso por ver aquella escena que le confesé mis sentimientos y ella me... Me besó, bueno, besamos, yo también le correspondí.— Dije rápidamente a lo que el abrió sus ojos por completo. —¡Sabía que te gustaba!— Exclamó victorioso ganándose una mala mirada de mi parte. —Pero tampoco pensé que se besarían, eres mi ídolo.— Habló burlón a lo que rodé los ojos. —Oh vamos, estamos en pleno siglo XXI, ¡Besar a una chica no es nada importante!— Exclamé a lo que Dylan elevó unas de sus cejas mirándome burlonamente. —Jack, literalmente confesaste tus sentimientos hacia ella, ese beso significó mucho.— Habló de forma obvia a lo que solté un bufido. —¿Podemos ir a la cafetería? Muero de hambre.— Me quejé dejando el tema de Samantha a un lado. —Bueno esta bien, pero no creas que no vamos a hablar sobre esto luego.— Dijó señalándome de forma amenazante a lo que solté una risa negando repetidas veces. —Espérame, voy a buscar mi cartera, la deje en el salón.— Dije golpeándome la frente a lo que él asintió. Me dirigí hacia el lugar antes dicho, pero al llegar me topé con Samantha, quien era la única que se encontraba en aquel salón. ¿Por qué tengo tanta mala suerte? Decidí ingresar ignorándola por completo, sentía su mirada sobre mi pero no le tomé importancia. Me dirigí hacia mi pupitre y efectivamente mi cartera se encontraba en la parte baja de este. Escuché como la puerta del salón era cerrada de golpe haciéndome pegar un salto para después elevar mi mirada encontrándome con Samantha, quien se encontraba de brazos cruzados, como la mayoría de las veces. —¿Podemos hablar o vas a seguir ignorándome?— Preguntó viéndome sin expresión alguna. —No hay nada de lo que tengamos que hablar Samantha.— Contesté con una expresión de seriedad en mi rostro acercándome hacia ella. —¿Primero confiesas tus supuestos sentimientos hacia mi y ahora me ignoras? ¿Acaso no te queda ni una pizca de dignidad?— Preguntó con notable enojo en su voz. —Oh, ¿La pequeña Parker necesita atención? ¿Quieres que te de un abrazo?— Interrogué con una sonrisa burlona a lo que ella me miro con furia. —¿Sabes qué? ¡Olvídate de mi! Cruzaré esa puerta y no quiero que me hables nunca más. Ni te molestes en cuidarme los días restantes que te quedaban, lo haré sola.— Samantha continuaba hablando pero sinceramente ya no le prestaba ni el mínimo de atención a lo que decía. ¿Desde cuando se veía tan linda enojada? Seguía en las nubes con mis sentimientos absurdos hasta que pronunció aquellas palabras que me hicieron dar un giro de ciento ochenta grados en mi cabeza. —¿Pero sabes qué es lo peor Ryder? ¡Tu también me gustas! Y estoy harta de negarlo.— Musitó con sus ojos cristalizados, no lo dudé ni un segundo y me tomé el valor acercándome hacia ella y coloqué mis dos manos detrás de su nuca. Ahora fui yo quien dió el primer paso y pegué mis labios contra los de ella cerrando mis ojos y disfrutando de cada sensación y movimiento que esto provocaba en mi. Tenía una especie de revolución en mi estómago y mi corazón no dejaba de palpitar, palpitaba tan fuerte que hasta sentía que se iba a salir de mi pecho. Ya no sé e si podría seguir pensando que esto es un error, un simple y hermoso error.

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