17 Scott

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—Déjame ver si entendí – dijo Sam cerrando su laptop luego de leer el email – ¿eres hijo de Elliot James? – preguntó incrédulo.

No asentí ni lo negué, simplemente me encogí de hombros lo cual hizo que asumiera la respuesta. Me esperaba una respuesta agresiva o insultos, que gritaran por no haberlo dicho antes, pero Sam solo soltó una carcajada y me miró divertido.

—Tu novia fue secuestrada por su suegro ¡já! – gritó riendo – ni Tarantino se inventa un giro así – comentó lo que hizo que Gisselle sonriera ligeramente.

No respondí nada, no tenía nada que decirles ni pensaba hacerlo. Se me hacía muy incomodo hablar con alguien sobre mi relación con Elliot y lo que significaba él en mi vida, no era un padre para mi desde hace más de diez años y no vale la pena hablar de un torturador nato.

Vi a Annie lanzarme una mirada curiosa, supongo que intentando descifrar lo que pasa por mi mente pero yo solo mantuve mi mirada fría y discreta, ella apartó los ojos de mí y se levantó para admirar la bonita noche que Ámsterdam nos dejaba disfrutar. No dijo nada, simplemente se mantuvo pensativa e ignoraba los chistes sarcásticos que su hermano decía sobre mi.

Busqué a Gisselle con la mirada y esta analizaba la pantalla de la computadora de Sam en donde el Email del psicólogo estaba extendido, me senté a su lado lo que hizo que ella se sobresaltara ligeramente.

—¿Estás bien? – pregunté y ella me dedicó una mirada suave.

—No lo sé, está claro que Margaery me odia desde que me vió – dijo cerrando la laptop para volver sus ojos a mi – pero pensaba que solo eran celos, ahora es resentimiento.

—¿Estás asustada?

—Veo rasgos de mi padre en ella – dijo esta vez aún más preocupada y mirando sus dedos – tu padre... Le está dando poder y eso la hace peligrosa.

Annie volteó a verla y se acercó hacia nosotros, se arrodilló y agarró las manos de Gisselle entre las suyas lo que hizo ella dirigiera sus ojos hacia la rubia.

—No te hará daño – juró ella y acarició las mejillas de la chica con delicadeza – y se que Margaery no atentaría contra nosotros.

Por un momento dudé de eso.

Margaery nunca se ha mostrado como una mujer violenta, ella era la que intentaba detener cualquier rastro de crueldad de nosotros. Siempre me protegía y me recibía en su cama cada noche para no sentirme atormentado con mis sueños escabrosos, ella me comprendía.

Sin embargo, al ver a Gisselle en ese momento de debilidad no la dejó hablarle, la estuvo intimidando y no veía rastros de piedad lo cual la podía volver una mujer digna de temer. Estaba empezando a mostrar toda la fuerza y rudeza que tenía, no importa si nosotros queríamos detenerla en esos arranques.

Sam se levantó del sofá y se apoyó de la pared cruzando sus brazos en su pecho.

—Entonces Scott James... – empezó a hablar.

—No me llames así – lo interrumpí en seguida.

—Es tu apellido así que te callas – dijo y yo rodé los ojos – si Patrick lo sabía, lo cual me ofende ya que ese hombre era el más callado y misterioso además de ser un imbecil, debo pensar que Maggie también lo sabe – afirmó él.

Yo negué con la cabeza lo que hizo que él volviera a reír fuertemente soltando aplausos, lo que hizo que Annie se le acercara y asestara un golpe en su cabeza.

—¿De qué te ríes tanto? – preguntó ella molesta.

—Que la pobre Maggie está muy engañada en todo esto, definitivamente nos va a odiar cuando todo esto se sepa.

Sangre real (Subiendo) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora