10 - Gisselle

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Mis piernas están temblorosas con cada paso que doy alejándome del callejón en el que me escondí, mi respiración es acelerada y mi pecho arde.

Mire detrás de mi como Scott volvía a donde los demás esperaban y cuando desapareció de mi vista emprendí mi camino por las calles y parques de Londres buscando donde esconderme, las miradas curiosas de las personas eran todo lo que lograba vislumbrar cuando las atravesaba con gran velocidad huyendo como si alguien me persiguiera.

Todo se está saliendo de control, nada de esto se suponía que debía ocurrir.

Pero no podía seguir viviendo en un constante miedo con que Margaery me llegara a hacer daño, todos me trataban bien, podía sentir una vibra suave y una buena convivencia de parte de todos, incluso de Patrick a pesar de que sabía que estaba del lado de ella, nunca me hizo daño ni me insinuó algo que me intimidara pero Margaery... Ella no estaba bien.

Me era imposible no ignorar sus comentarios sarcásticos, sus miradas discretas venenosas en desaprobación hacia mi presencia y en las obvias ganas de herirme físicamente, lo logró pues mi brazo aún tiene 5 hendiduras en donde sus uñas se presionaron hasta hacerme sangrar.

Al inicio supe que su constante rencor hacia mí era por Scott, se sentía amenazada por mi y no la culpo, esta en su total derecho a reaccionar como fiera para defender a lo que es suyo, ella lo ama, lo puedo ver en sus ojos y en cómo su tacto o su simple cercanía la hace enrojecer sus mejillas a un color escarlata.

Tengo claro cómo era su relación antes de que llegara yo y por eso puedo intentar entender su constante desprecio notorio.

Él por su lado no lo entiendo, no parece incomodarle tenerla cerca ni ponerlo nervioso, adopta una figura despreocupada pero sigue teniendo los pies en la tierra como si ella fuera otra chica más en la vida, no puedo ver lo mismo que veo en Margaery pero no implica que no la quiera.

Se puede querer a una persona de mil maneras diferentes y aunque no sea la forma que tu quisieras, no le quita la pureza al sentimiento.

Tal vez esté enamorado de ella así como ella lo está de él solo que Scott si sabe esconder sus sentimientos, como puede ser que solo ande con ella para no herirla.

Yo por mi parte no siento a Scott interesado más en mi de lo que es necesario, sabía que sacarme de las garras sangrientas de Elliot era mi señal y se lo agradeceré siempre, pero no significa que esté enamorada de él o sienta lo que Margaery siente.

No tengo tiempo de pensar en romances o en triángulos amorosos, necesito esconderme de todos de una forma más segura que como estaba con ellos, pero no consigo a donde irme. Ni siquiera puedo abandonar Londres sin llamar la atención, se perfectamente que Elliot tiene custodiado todas las agencias de vuelo y aeropuertos para encontrarme, no es para menos tiene un entrenamiento que le explicó bien como ejecutar una misión jaula por el lado distorsionado de la ley.

Tengo que pensar en algo.

Estar escondida debajo de un puente en el centro de Londres sin abrigo en otoño es sinónimo de temblar de frío, sobre todo si la noche estrellada empieza a aparecer sobre la hermosa ciudad, llevaba unas 3 horas escondida en la penumbra del puente.

Sentía ojos sobre mi, que recorrían mi cuerpo desde la punta de mis zapatos hasta llegar al extremo de mi cabello haciéndome erizar completamente, mi aliento salía como humo de mi boca al chocar al viento y esos ojos extraños aún seguían.

Date prisa, era lo único que pensaba.

No pensaba en nada más aparte de querer salir huyendo de ese sitio mugriento y peligroso, pero si salgo y alguien me encuentra me arrepentiré por siempre, por lo que decido quedarme en mi sitio sin mover ni un solo músculo ignorando esa sensación de incomodidad.

Pero no se iba.

Me sentía expuesta a cualquier daño, me atreví a mirar el sitio de donde sentía la mirada, me encontré con unos brillantes y amarillentos ojos de gato que se acercaba a mi con lentitud, un pelaje negro que se confundía con la noche, sin embargo no fue lo que me perturbó. El gato solo era el acompañante de una mujer de cabello negro y ropa rota con gotas rojas, las cuales caían de una navaja que su brillante hoja estaba cubierta del líquido rojo y que ella sostenía firme.

Bien, creo que ahora si debo huir.

Me pongo en pie para retroceder lentamente hasta salir debajo del puente y que la luna brillante me cubra con su luz, la mujer se acercó más y el gato ronroneaba advirtiendo cada uno de sus pasos.

¿Dónde estás? Fue el siguiente pensamiento que cruzó mi mente.

Miré a mi alrededor y solo localicé unas raíces de un árbol colgadas como escaleras para subir, pero no podía llegar a ellas estaban muy lejos y no me arriesgaría a darle la espalda.

Tal vez podría intentar defenderme, fui a agacharme para tomar una roca pero el gato ronroneó más fuerte advirtiendo mis acciones, levanté mi mirada y la mujer sonreía como maniática mientras negaba con su cabeza.

Entonces todo ocurrió tan rápido que no me dio chance de asimilarlo.

Él apareció detrás de ella, acomodó su brazo al rededor del cuello de la mujer mientras la apretaba con fuerza, ella soltó el cuchillo y sus uñas las empezó a clavar en el brazo de él pero no parecía dolerle, el gato saltó a su pierna pero con una patada lo alejó inmediatamente lejos de nosotros y se concentró en terminar lo que estaba haciendo, a ella le faltaba la respiración poco a poco, sus ojos se entornaban hacia arriba y sus rasguños empezaron a cesar, entonces reaccioné.

—No, por favor – rogué acercándome un poco y la furia contenida de él desapareció al verme – no, basta no la asesines.

Mis palabras al parecer surtieron efecto y su agarre disminuyó, la mujer cayó al suelo desmayada, sin embargo su pecho subía y bajaba levemente.

Él llegó hasta mi y me inspeccionó, sus ojos preocupados analizaron cada centímetro de mi cara y yo le di un apretón en sus manos para hacerle ver que estaba bien.

—Scott estoy bien.

—Te dije cuando saliste del callejón que te escondieras – su voz sonó a un regaño mientras me guiaba hacia el árbol – ¿un puente fue lo que mejor se te ocurrió?

—Era esto o caminar en Londres y sabes que es más peligroso – respondí – ¿ellos sospechan?

—No, cuando te encontré envié a Patrick de vuelta al callejón y Annie estaba con Margaery y Sam, no me vieron encontrarte ni tampoco sospechan.

—¿Me llevarás con ellos?

—No quiero problemas con Margaery, no ahora que ya estamos bien... – entonces se volteó a mirarme – pero te voy a proteger igual.

Sonreí asintiendo y lo abracé, todo esto mientras la suave brisa otoñal nos rodeaba y las hojas naranjas siendo compañía junto con la luna.

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Instagram: Cinder_writer

Sangre real (Subiendo) ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora