Creo que este personaje es importante, aunque algunas se olviden de él...
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Que impredecible puede ser la vida, los giros que puede llegar a dar pueden marearte o hacerte sentir adrenalina, es tu decisión como quieras reaccionar ante ellos pero siempre van a ocurrir, porque son ciclos que toman su curso para luego cerrarse o simplemente dejarse llevar, pero al final, siempre terminan.
Mi ciclo como consejero de la familia real empezó y terminó más rápido de lo que pensé, puede sonar como una broma pero 15 años trabajando para la familia real pueden pasar volando. A veces me gustaría volver a esa época, a pesar de que el Rey William era un monarca frío y calculador, no le gustaba ser criticado por lo que se encargó de que nadie en Cambrils tuviera queja alguna de su autoridad o de cómo llevaba las cosas, de hecho, aunque no era una persona amable o humilde muchos lo preferían a él que a un hipócrita que se mostraba como algo cordial y que al final, estuviera robando a sus espaldas. Sin embargo, toda esa amabilidad y humildad de la que él carecía, se reflejaba en su esposa.
La reina Alice te invitaba a dos cosas: amarla o ignorarla, pero odiarla jamás. Tal vez no era una dirigente, pero era la pareja perfecta para una persona como la que era William.
Te dabas cuenta de que se amaban, cuando William empezaba a gritarle a cualquiera de las personas del servicio por algún trabajo que lo dejara insatisfecho y entonces, Alice aparecía como enviada del mismísimo cielo, dejaba sus manos en los hombros del Rey y los gritos cesaban. Las miradas tan dulces que compartían ambos no dejaban dudas de que eran el uno para el otro.
Fui testigo de tantas injusticias que cometió William a escondidas de Alice, sus palabras eran:
"Alice me reprime de mis peores impulsos, aveces puede ser bueno y aveces simplemente es un impedimento, por eso mi querido Russo, aprende a manejar la mentira y la verdad como una igual"
Podía ser aterrador.
Cuando William hablaba de esa manera, cometía alguna fechoría. No podía detenerlo antes de hacerlo y cuando lo intentaba sólo obtenía algún maltrato de su parte hacia mi hija... Margaery.
Oh, pequeña mía.
Me hallaba en frente de la puerta de su habitación, toqué dos veces y no hay respuesta alguna.
Los nervios me consumían.
¿Qué piensas de mí? ¿Sabes que eres mi hija? Por muchos años ella fue parte de mi ser, anhelaba la vida más perfecta para ella y sabía que bajo mis alas no la iba a obtener, por lo que permití que la Reina Alice la tratara como suya. Nunca me atreví a abandonarla, solo quería estar cerca de ella sin tener que impedirle alguna de sus ambiciones porque si las tenía, su mayor codicia era obtener al principe George.
Y lo obtuvo.
Pero no podían estar juntos.
—Alteza – saludé bajando la cabeza en cuanto la puerta fue finalmente abierta.
Ella me invitó a pasar, su cabello rojizo caía por su espalda, con un vestido azul oscuro hasta las rodillas y una suave capa de maquillaje en su rostro. Me sentí un padre orgulloso al verla así.
—Camillo Russo – pronunció mi nombre con escepticismo – Que interesante que vinieras a verme, justo ahora.
—¿Alteza? – expresé una mueca de confusión.
Ella me rodeó, el resonar de sus tacones dejaban claro la existencia de maderas huecas debajo de nuestros pies. Con cada golpe que daba, más mi corazón amenazaba con explotar.
—Recuerdo cuando Angelique nos presentó, un simple profesor de leyes e idiomas, un tutor común y corriente con experiencia en el consejo real de mi... – se quedó callada, tragó saliva y cerró los ojos – del Rey William.
Seguía en estado de shock, ¿a donde quería llegar?
—Supongo que tus motivos para venir a verme es para comunicarme algo... – volvió a tomar una pausa – algo que es de interés para mi ¿cierto?
—Alteza...
—¿No conoces otra palabra además de "alteza? – me interrumpió secamente.
Me sentí apenado, había ido a verla para comunicarle de los rumores sobre una trampa para dejarla fuera del trono, un plan que siempre fue el original por Angelique y Elliot.
Ese plan al que a mi me incluyeron, necesitaba contarle la verdad, pero me sentí tan impotente ante su fuerza y tono al hablar que las palabras se volvieron agua en mi boca.
Y en ese momento, de la nada, ella empezó a reírse como si de una broma se tratara, pero era una risa sarcástica.
—Querido Camillo, aún no soy tu reina ni soy tu princesa, eso ambos lo sabemos.
—¿Disculpe? – Exclamé incrédulo.
—Si, es por eso que estás aquí ¿no? – preguntó, pero al no obtener respuesta alguna de mi parte pasó sus manos por sus rizos rojos antes de cruzarse de brazos – vaya, y yo que pensé que al meno mi legítimo padre tendría los pantalones bien puestos para serme sincero.
Y en ese momento palidecí, porque ella lo sabía.
Sabía que era su padre.
Sabía que Elliot y Angelique James le habían mentido.
Y en sus ojos note un brillo de decepción, al darse cuenta de que su padre era un cobarde.
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Les prometí que volvería ❤️
Feliz año niñas lindas, una actualización sorpresa que tuve en borradores hace muchos meses, ahora procedo a contarles:
Tengo dudas sobre el final de la historia, debido a que en mi cabeza aún no tengo ejemplificado cómo quiero que sea la transición, se quien quiero que se quede con el trono, pero aún faltan detalles.
Ahora, puede que hoy les dé ese final como puede que no 🤞🏻 depende de si logro encajar todas las piezas como quiero :D pero lo importante es que he vuelto y Sangre Real está por acabar.
Les recomiendo releer esta historia si quieren tener la mente fresca, será necesario para mi secuencia final ❤️.
Gracias por esperarme princesas ❤️
Att; Una princesa que vuelve a su castillo ❤️
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Sangre real (Subiendo) ♡
Fiksi Umum¿Qué pasa si te enteras de que todo lo que eras en realidad nunca lo fuiste? ¿Y si todo era parte una gran mentira? La valentía puede ser signo de miedo, el miedo puede ser signo de desconfianza y la desconfianza puede ser signo de traición. Hasta...