"Siempre estuve a tu lado, incluso cuando llorabas por Bella. Pero siempre la elegiste a ella por sobre todo... hasta por sobre mí"
"Nunca pedí esto, pero me imprime de vos Jacob"
"Lo esperaría mil años si supiera que cuando volviera, vendría a mí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sol asomaba de entre las nubes era una tarde hermosa en la reserva La Push, la casa roja en un camino esperaba a sus invitados pacientemente.
Billy Black se asomó a la puerta para encontrar a los pequeños hermanos Call, la pequeña Swan y al pequeño Quil.
Los 4 niños entraron después de saludar al joven Billy Black.
Sus hijas Rachel y Rebecca ya estaban al pie de las escaleras dispuestas a llevar a los pequeños a la playa.
Cuando un pequeño Jacob de tan solo 6 años baja la escalera.
-Jay- grita una pequeña morena con unos rulos incontrolables, piel cobriza y unos ojos marrones brillantes.
Digna niña de la reserva dirían todos.
-Eva- dijo algo cohibido el pequeño devolviendo el saludo pero algo mas calmado.
Hasta que vio a la pequeña Bella y se separo de Evangeline rápidamente para saludar efusivamente a Bella quién devolvía con gusto el gesto.
Eva en cambió solo fue corriendo para montarse en la espalda de Quil quién la agarro rápidamente y seguidos de Embry quien se había molestado por que su melliza no lo habia elegido para ser su transporte personal como la niña decía.
Rebecca y Rachel miraban la escena con gracia ya que notaban la adoración de la pequeña Eva hacia su hermano menor, pero lamentablemente este solo tenia ojos para Bella Swan.
-Miren ya llegamos - dijo Embry - Ya bajala Quil - dijo separando a su hermana menor de Quil.
Ambos solo se rieron pero acataron la orden.
-Vamos Em mira las olas, podemos saltarlas, siiii ¿porfis?- dijo mientras rogaba y hacia pucheros Eva.
-Vamos enana- dijo revolviendo su pelo y agarrándola de la mano para ir dejando a Quil haciendo compañia a Jake quién no queria dejar a Bella sola haciendo castillos de Arena.
Embry pronto se fue también con Quil dejando a Eva sola a la orilla.
-Ey Evangeline, ¿que haces?- Pregunta Rachel Black mientras se acerca a la pequeña.
-Capaz nunca me quiera, ¿no es así?- dijo con lágrimas en sus ojos la pequeña.
-Wow,wow. Para el carro pequeña, solo tienes seis años. Tienes una vida por delante, Jacob no es el único niño que hay en el mundo- mientras se arrodillaba a su lado hundiéndose el la suave arena.
-Pero es al que quiero -dijo nuevamente Eva.
-Y si lo quieres Lucha por él no te quedes de brazos cruzados y lograrás que él te ame incluso más de lo que tu lo amas- dijo quitando las lágrimas a la menor.
-¿Eso crees Rach?- preguntó esperanzada la pequeña, mientras la mayor asentía.
-Gracias, eso haré- dijo abrazándola fuertemente.
Rachel observo a la pequeña ir con su hermano y sus amigos más feliz que un tornado.
Sus rulos rebotaban al caminar, dandole un aire aun más infantil y su precioso vestido blanco resaltaba en su piel cobriza.
-¿Que le dijiste a Eva?- Pregunto Billy Black mientras se acercaba a su hija del medio.
-Es un secreto de chicas Papá, ¿Donde esta mi gemela?- pregunto al no verla.
-Volvió a casa por el regalo de Jake para Bella que se va a Arizona con su madre, definitivamente esta vez- responde el mayor viendo como se acercaba su esposa Sarah hacia los niños para jugar con ellos mientras abrazaba cortamente a sus hijos.
-Bueno chicos ya debo irme- menciono tristemente Bella.
-Te voy a extrañar Bells, digo vamos. Vamos a extrañarte muchísimo- dijo Jake.
-Algo solo un poco- dijo Quil con una sonrisa juguetona.
-Lo mismo que Quil- dijo Embry.
Todos miraron a Eva que miraba el mar atentamente, su hermano le dio un codazo.
-Auch, bruto. Te vamos a extrañar Bells- dijo para darle un corto abrazo a la niña.
Los cuatro niños observaron a la mayor de ellos subir al movil policial de su padre e irse por la carretera.
Soltando todos un suspiro volvieron a la playa para observar a una mujer joven, la madre de los mellizos.
-Adios Jake- dijo Eva para dejar un beso en su morena mejilla logrando un leve sonrojo-Adiós Quil- dijo para dar un abrazo al recién nombrado.
Los tres subieron a la vieja camioneta celeste algo desgastada para dirigirse a su casa, a unos 25 minutos de la Push.
Una casa de color azul de dos pisos se alzaba en el lado derecho de la ruta, su tejado ya de un color gris debido a los años.
Una puerta de color marron tallada se alzaba en la entrada.
La mamá se apresuro a abrir la puerta, ambos niños entraron.
Un sillon de color marrón oscuro en el medio del salón, un pequeño televisor enfrente de él.
-Voy a la cocina mis niños, hay lasaña- dijo con voz algo triste pero sus niños no lo notaron.
Sirvió la lasaña para ambos mientras ella se servia un poco de agua.
-¿No vas a comer mamá?- pregunto Embry.
-No tengo hambre amor, pero gracias- dijo para acariciar el pelo de sus niños- Los amo mis amores, cuidense me voy a acostar cualquier cosa me despiertan ¿si?.
-Si mamá- dijieron los mellizos. Después de cierto tiempo los mellizos se durmieron en el sofa juntos y abrazados.
-Te amo Em-dijo quedándose dormida.
-Te amo más Eva-dijo para murmurar unas palabras incomprensibles para su madre que recien bajaba de su cuarto. Ambos recordaron las palabras que pronuncio Embry antes de dormirse.
Siempre juntos, contra viento y marea. Siempre con vos Eva.
