Desde Siempre - Jacob Black

"Llamando"

El sonido del telefono resono por toda la habitación.
Evangeline se levanto de la cama de su amigo donde estaban practicando y atendió.

-Diga-

-Eva- era jake

-Hey Jake, ¿paso algo?-

-No relamente. Hoy fui a la casa Swan, y vi a Bella-

-Oh y ¿cómo esta?-

-Esta hermosa Eva es la chica más linda que vi en mi vida-

-Oh Wow, y eso que solo tenemos 15, Jay. ¿No crees que es un poco precipitado?-

-No, al contario. Creo que me flecho Eva-

"ya lo creo" fue el pensamiento en la cabeza de la chica.
Esta empezo a hacerle señas a su amigo para que la haga terminar la llamada.

-¿Estás bien Eva?-

-Si, obvio es solo que me agarraste en un "mal momento" Jay-

"Eva ven tenemos que seguir o no te voy a dar galletas"

-Oh, ¿ese es Malcom?-

-Si, tengo que irme Jay, estabamos practicando y bueno. Tu sabes que nadie en la reserva se resiste a las galletas de Anna James-

-Emm si obvio, te queria preguntar. Papá me dijo que te invitara a cenar el viernes. -Dijo algo de darte unos consejos antes de tu presentación el lunes con los niños-

-Claro no hay problema. Estoy ahí ¿a las 8 te parece bien?-

-Si, nos vemos-

-Adiós Jake-

"Vamos EJ"

Esa frase fue lo último que pudo escuchar Jacob.

Se sintió inquieto, casi sin poder controlarlo empezo a recordar a su mejor amiga.

Esa persona que había estado incondicionalmente desde siempre, lo había ayudado cuando su mamá había muerto en ese accidente.

Cómo lo habia consolado por días, le había hecho galletas, había estado ahí para él sin pedir nada.

A pesar de los años su mejor amiga seguía con él, no lo había abandonado, nunca a pesar de las veces que habían peleado siempre se buscaban el uno al otro.

Por eso se habían hecho casi hermanos, él veía en ella una luz que en parte lo mantenía cuerdo, era la única que lo entendía o al menos intentaba hacerlo.

De vuelta en la Casa de los James, Malcom y Evangeline entablaban una conversación.

-¿Que vas a hacer con Jacob?- la pregunta la tomo por sorpresa.
-Sinceramente no lo se Mal una parte de mi dice que debo olvidarlo, pero nunca intente realmente estar con él-un suspiro salió lentamente de sus labios.
-Sabes que siempre vas a contar conmigo. ¿No?- un abrazo la tomo desprevenida.
La chica enterro su cabeza en el cuello de su amigo y lo abrazo por sus hombros. El chico la abrazo por la cintura y la levanto levemente.
La chica lo miro levemente desde su lugar, su mandibula marcada fue lo primero que llamo su atención, su piel morena pero no tanto como la de la chica, sus ojos mieles y pelo negro.
Era atractivo sin lugar a dudas, su aspecto también daba a denotar su ascendecia mitad de la reserva y mitad de forks.
-¿Puedo intentar algo?- su pregunta habia salido como un susurro.
El asentimiento del chico la ánimo.
-Si no lo quieres solo alejate Mal- dijo para empezar a acercarse muy despacio hacia el chico.
Él solo la miraba atentamente, sus ojos marrones rodeados por sus largas pestañas levemente arquedas y quedo ahí, su nariz con leves pecas en ella.
El rostro de la chica se acerco a él, Malcom lo hizo igual sus labios se rozaron.
Y fue la chica quién tomo la iniciativa y junto sus labios.
El beso fue lento y tierno, con respiraciones sincronizadas y nada mas que pureza, el beso fue real.
Pero no había sentimientos amorosos en él.

Se separaron lentamente ambos con miedo de que algo cambiara despues de eso.

-¿Sigues siendo mi mejor amigo?-

-Me ofende esa pregunta siempre vamos a ser mejores amigos- la sonrisa del chico calmo los nervios de la chica.

-Te amo Mal, eres mi mejor amigo y si alguien merecía mi primer beso eras vos, solo no alardes de eso- dijo para sonreir al chico y mirarlo.

-También fue mi primer beso- dijo para acariciar su mejilla.

-Me mentiste, habias dicho que tu primer beso fue con Danna- dijo para soltarse de su abrazo y golpearlo levemente en el hombro.

-Si esta bien mentí, no queria que te burlaras al decirte que no pude besarla- dijo para revolverme el pelo.

-Jaja tonto, ¿salimos a correr el finde?-

-Obvio EJ- me sonrió para cargarme en sus hombros y subir las escaleras al salon de música.

El se sento en el piano y empezo a tocar una melodía pegajosa y rapida la chica comenzo a bailar entre los instrumentos de una forma algo torpe.

Esta sin que se diera cuenta era grabada por la madre del chico que al encontrar tan adorable escena le fue imposible no grabarla.