HEY YOU!-MinJun (MCND)

KILLER

Ya me cansé de vivir,
Ya me cansé de respirar,
Mi corazón deja de soñar,
Ya no quiero vivir nuevamente esta atrocidad,
Ya no quiero ahogarme en esta agonía,
Cual se repite cada día.

POV. HUIJUN
Jamás desee esto a nadie, son mis pensamientos cuales me llevan a este desgarrador intento, temo por ser humillado, temo por ser criticado, mas no tengo tiempo, si continuo aquí encerrado, terminare siendo yo quien termine con mi propia vida...
Ya habían pasado semanas desde lo acontecido, mis torturas habían acabado, al parecer ya no era más que una carga más para mi madre, se notaba en sus ojos, en la manera en que ella me trataba no era común, al parecer ya me había acostumbrado sus gritos y golpes, tanto que me auto lesionaba cada noche con tal de sentir algo de tranquilidad, me hacía sentir "seguro"... hasta que un día donde me levanté tarde, mi madre vino a visitar mi habitación, estaba indefensa, no tenía ningún arma u objeto de tortura, era solo ella, con una hermosa sonrisa en su rostro; extrañado metí mi mano por debajo de mi almohada, esta me abrazo comenzó a acariciar mi cabeza mientras tarareaba una canción, me sentía asqueado, incomodo, quería empujarla lejos de mí, pero lo máximo que podía hacer era pellizcarme partes de mi piel para quitar ese sentimiento, hasta que dijo la palabra cual odiaba oír de su parte...
- Hijo...
Desde ahí no tuve control de mi ser, mi mano tomó del mango de aquel objeto que tomé a escondidas días anteriores, "es mi momento" me decía, llevé cuidadosamente mi mano detrás de su espalda esperando el momento preciso.

Observé toda la sangre cual por la baja temperatura comenzó a coagularse rápidamente, mi respiración era acelerada, no podía conmigo mismo, quería llorar, quería golpearme, pero me negué rotundamente a no hacerlo y salir de aquella habitación, no se encontraba nadie en la mansión, sentía como pasaban escalofríos por mi cuerpo, mi pecho comenzaba a doler del gran nerviosismo que tenía.
- ¡¿H-hola?!
Nadie contestaba, esto comenzaba a asustarme, "¿Qué voy a hacer?" pensé, lágrimas de frustración salían de mis ojos.
- ¿DONDÉ ESTAAAAAAAN?!
Un grito agonizante se escapó de mis labios terminando derrumbándome en el suelo, ambas de mis manos y rodillas manchadas de sangre cuales sostenían mi cuerpo agotado.
Parecía una pesadilla cual al parecer jamás se terminaría. Minutos pasaron hasta que escuché un teléfono sonar, inmediatamente conteste.
- ¿D-diga?
- Yangmi maldita hija de perra, devuélveme a mi hijo, ya tiramos a plomo a todo tu personal, la siguiente eres tú...
- S-señor... ay-ayúdeme... p-por favor...
- ¿Quién habla?
- S-soy Huijun... y-yo...
La llamada se cortó, provocando que recuerdos invadieran mi mente, recodando aquel día donde vi por última vez a Minjae, donde su rostro cambió rotundamente, donde aquellos ojos me miraron con frialdad, provocando en mi sentir esa culpa, si me hubiera negado... si le hubiera advertido... esto no estuviera pasando... nada de esto me estuviera atormentando... sabía que era el fin de mi historia, que ya no habría continuación, a lo que simplemente me recosté mi espalda y nuca contra la pared observando a la nada esperando a que alguien acabase con mi vida...

MIENTRAS TANTO CON MINJAE...

Minjae se encontraba encerrado junto con su vigilante, Hanbin, quien se retiró minutos después de que este haya recibido la orden de Wei que lo siguiera. El chico se encontraba exhausto, ya no sabía en que confiar, casi ni sabía reconocerse así mismo, se sentía un inútil, pasaron las horas y solamente escucho como unos pasos se aproximaban a su habitación, pero estos eran diferentes, el ritmo se le hacía familiar, a lo que rápidamente se levantó observando atentamente entre los barrotes esperando a que aquel sujeto pasase por la puerta, lo que terminó sorprendiéndolo.
- W-wooseok... - suspiró.
- Minjae... ¿te encuentras bien?
- No... - dijo aun en shock. - ¿Qué haces aquí? – su tono comenzó a cambiar a una de enojo. ¿acaso fue el en realidad quien lo traicionó?
- Wooseok... ¿Qué haces aquí? – preguntó Wei entrando a la habitación.
El menor comenzó a perder la paciencia, lagrimas salían de sus ojos, su ira lo ahogaba cada vez más.
- ¿Qué mierdas le hiciste al niño? – preguntó Wooseok, mirando a Wei a los ojos.
- Eso no te concierne, aparte ese era parte del plan.
- ¿Plan? ¿Cuál plan? ¡Esto es maltrato infantil, no sabes que intensiones tiene, esta indefenso, tu pelea no es con el chico, si no con su padre, entiende! ¿Acaso crees que él comprende lo que está pasando?
- En definitiva, sí. – contestó seguro Wei, para después recibir una bofetada por parte del contrario.
- Estas demente... no controlas tus emociones, por eso siempre estas al último... - el chico se disponía a salir de la habitación en busca de las llaves, pero Jinhyuk lo detuvo tomándolo de su muñeca. – suéltame.
- ¿Qué vas a hacer?
- Es más que obvio, sacarlo de aquí... - lo miró a los ojos.
- Puede delatarnos...
- Mira, haremos un trato... me llevo al chico, a cambio que este no se entrometerá ¡jamás! ¡Pero jamás! En tus planes, lo desapareceré de tu rango... y volveré aquí... contigo... - dijo serio sin apartar la mirada.
Jinhyuk no sentía tanta seguridad a lo que dijo el chico, mas no podía superar el hecho que el amor que tenía hacia él era más fuerte que nada, a lo que lo soltó de la muñeca, dándole a entender que era un "trato".
Jinhyuk sacó de su saco una pistola con balines de sedantes.
- Lo siento, pero... no debes de ver nada afuera de esta habitación... - y terminando aquella oración disparó, tornando la mirada del chico en completa oscuridad.
Paso una noche y amaneció en su habitación, extrañado se levantó de golpe, provocando que este se derrumbara nuevamente contra el suelo.
-agh... - sus manos lograron detener su caída.
- ¿señorito, se encuentra bien? – una de sus criadas lo ayudó a levantarse y llevándolo nuevamente a la cama. – no se levante, aún se encuentra cansado, ahorita la señorita Dara le sube su desayuno...
La puerta se abrió repentinamente encontrándose con su padre.
- Papá...
El padre se acercó al niño abrazándolo.
- ¿Te encuentras bien hijo mío?... - besó la frente del pequeño, para después mirarlo a los ojos.
- ¿Qué pasó... dónde está Wooseok?
Su padre figuró una mirada inexpresiva al oír aquel nombre, para después negar.
- Hablaremos de eso más tarde, ahora descansa, ¿sí? – le dio un último beso para después despedirse acariciando con su dedo pulgar la frente de este y salir de la habitación.

TURBIO VERDAD? Aunque no sé , aveces me paso de lanza, pero bueno... emmm... que les pareció? No olviden votar  y recuerden que los amo y no olviden darle amor a los chicos, no como algunas coreanas que me entero que andan acosando a los chamacos 🤬 pero si...