HEY YOU!-MinJun (MCND)

LIES

Minjae al salir ya de clases, se dedicó a solo observar a ese chico, su mirada no se despegaba de tal ser.
- ¿Pareceré un acosador con la actitud que tengo ahora?  – se preguntó en voz alta, para después encogerse de hombros.
- No del todo... - le susurro Haruto al oído.
- ¡Ahhh aish! Haruto, porque me sigues?
- Ay perdón, es que la verdad sueles hablar muy alto...
Minjae rodo sus ojos para después continuar viendo a Huijun, quien se encontraba cabizbajo, esperaba a que vinieran por él, hasta que un auto se parqueo frente suyo y se trepo, aunque desde el cristal de atrás se veía como una mujer comenzó a tomarle de los pelos y comenzar a jalonearlo con agresividad, sorprendiendo al chico.
- Señorito Minjae... - le llamaba una voz a lo lejos, era su chofer y mayordomo de confianza, Wooseok.
- Perdón... es que, me distraje. – dijo con una mirada perdida, para después cambiarla por una sonrisa.
- Coménteme señor, su sonrisa lo delata, lo conozco desde pequeño y se cuándo algo mal le sucede.
- Es que... vi como a mi nuevo amigo lo golpeaban, no se... me tomo muy por sorpresa...
- ¿Como?... ahhh... señor, tal vez su compañero cometió un error y bien fue castigado y repudiado por su acción.
- No, pero... no parecía con esa intención sabe... o tal vez y estoy exagerando...
- Mantenga la calma señor, mire, si tanto le preocupa, porque no mañana habla con el directamente y le pregunta por lo sucedido.
- Tal vez debería...
Minjae se pasó toda la tarde pensando a lo acontecido anteriormente, algo no cuadraba en su memoria.
Mientras tanto Huijun, se encontraba hincado sobre tapas de cerveza, con la cabeza baja, mientras que sus padres lo golpeaban, diciéndole que era una vergüenza por el hecho de no tener amigos y ser un completo perdedor.
- No puedo creer que tengamos un hijo así de inútil, ni para socializar sirves... - el hombre robusto escupe sobre su hijo consecutivamente continúa golpeándolo con la cinta.
- Perdónenme... - dijo casi inaudible, aguantando las lágrimas y el dolor.
- ¿Cómo quieres que te perdonemos? Si eres un inútil. – la madre le dio una fuerte bofetada provocando que el chico caiga contra el suelo. Huijun harto y con miedo, salió corriendo hacia su habitación para después encerrarse y contra la puerta recostarse y suplicar repetidas veces que lo perdonaran, cuando claramente él no tenía nada que perdonar.
- Al rato saldrás... y no te la acabaras hijo mío...
Huijun entre lágrimas, observaba a su alrededor, este se encogió en posición fetal y comenzar a llorar en silencio.
Entre sollozos, se preguntaba tantas cosas, y que solo quería irse... pero sabría que solo moriría... "tienen razón mis padres... soy un completo inútil..." lentamente la puerta se abrió sin sentido, y su mirada se tornó fría y atormentada.
- Por favor... no me hagan nada, por favor... se los suplico... - repetía mientras se arrastraba, intentando escapar.
Un señor, enorme con un aspecto atlético, lo tomo fuerte, intentándolo inmovilizar, Huijun solo intentaba soltarse, porque sabría lo que vendría hasta que después de tantos esfuerzos fallidos el hombre logro ponerle una inyectarle la droga que lo tranquilizaría momentáneamente.
Después de unos minutos él se encontraba acostado, sin ropa, en un dormitorio completamente blanco, amordazado, atado de pies y muñecas, entre lágrimas intentaba pedir ayuda para después ver a un hombre robusto y completamente desnudo acercarse a él con una sonrisa de terror.
Huijun agitaba varias veces su cabeza, tenía miedo que lo lastimen, el hombre lo sostuvo de sus piernas levantándolas para después introducir por el ano una pastilla. Huijun con sus pocas fuerzas intento patearle, logrando hacerle algo de daño. El hombre al parecer tenía un carácter de no buen gusto y golpeo directo al abdomen del chico dejándolo inocente, el hombre gritaba por la devolución de una cantidad, las luces fueron apagándose poco a poco, junto con la vista de Huijun la cual se nublaba gradualmente, hasta tornar todo de color negro...