ALONE

542 75 21
                                    

Tras pasar una semana de la ausencia de Huijun, Minjae se sentía cada vez más vacío, cada que miraba el asiento desolado de su amigo un sentimiento de lastima venia hacia él, temía ser muy obvio al preguntarle su situación a los profesores, fue un duelo que sobrepaso solo, a comparación de sus compañeros, solo se burlaban con más libertad de él y Minjae no tenía fuerzas suficientes como para discutir el tema, solamente se quedaba callado y pensando, los demás se percataron de la palta de su ausencia, aquel carisma que lo caracterizaba a lo que le preguntaban seguido que era lo que le sucedía, a lo que el simplemente respondía que no había dormido bien y que no se encontraba en su mejor momento. La campana del receso sonó y todos salieron corriendo hacia la cafetería excepto Minjae, quien simplemente recostó su cabeza contra la paleta del pupitre, miró fijamente el cielo desde la ventana, de su mente venían recuerdos que los sofocaron en llanto, se limpiaba frecuentemente las lágrimas con el miedo de ser descubierto por sus compañeros.
- Yo nunca tendré una vida normal, solo quiero sonreír, sonreír de verdad... porque siempre me pasan estas cosas, que hice mal... el mundo me derrumba y me arrebata lo que más quiero... - susurro furioso entre lágrimas.
La puerta se abrió lentamente, de lo contrario Minjae reaccionó ocultando su rostro entre sus brazos fingiendo dormir. Escuchó como una mochila fue colocada en el asiento quien le pertenecía a Huijun. Lentamente este se volteó y abrió los ojos observando entre su brazo de quien se trataba.
- H-hola Minjae... - una voz conocida topo contra sus tímpanos.
Rápidamente levando la mirada topándose con el rostro de Huijun; quien de lo contrario Minjae sintió un alivio al rededor de todo su ser, cual respondió abrazándolo, para después soltarlo inmediatamente.
- Perdón... - agacho la mirada.
- ¿Por qué te disculpas... estabas llorando? – dijo tomando a Minjae de las manos.
- No... - dijo rascándose los ojos.
Huijun sonrió consecutivamente que este lo jalo hacia a él abrazándolo, ambos cerraron sus ojos con fuerza sintiendo ese abrazo, un abrazo que duro más de 8 segundos.
- Temo que este sea nuestro último abrazo... - contesto Minjae, atrayéndolo nuevamente hacia él.
- Calma... yo siempre estaré aquí para estar acompañándote. – dijo señalando el pecho de Minjae con su dedo índice.
Lagrimas caían del rostro del pequeño, hasta que sintió como alguien lo movía constantemente de sus hombros, asustado abrió los ojos topándose con la mirada de preocupación de Haruto.
- ¿Te encuentras bien? – parecías muerto.
"Un sueño... solo fue un simple sueño..." pensaba al momento de ver a su alrededor.
- Creíamos que te habías desmayado o algo, como no te vimos salir del salón...
Minjae rio falsamente para después calmar a todo su salón.
- Estoy bien... no se preocupen...

La vida no suele ser como todos queremos,
Y hay veces en que la vida suele destruirnos,
Arrebatando donde más nos duele,
Llevándose aquella compañía que nos daba un propósito de ser,
Un propósito de vivir y que simplemente ante su ausencia su querer...
Temes ante las de perder...
To: A.H.S.


Huijun no se encontraba del todo bien, se encontraba en una esquina de su habitación, con tan solo ropa interior, su mirada perdida, sudando frio, cansado, sin posibilidad de levantarse. En su mente se figuraba todos los sueños en los que su amigo, Minjae iba salvarlo, y se quedaban en su casa jugando video juegos, mientras que este le contaba la verdad... pero el solo se bajaba de aquella nube dejando salir lágrimas, sabiendo que nunca escaparía de esta prisión.
- P-per...
La madre del chico abrió la puerta, con una mirada de asco le dio paso a unos de sus trabajadores quienes tomaron al chico llevándoselo a la misma habitación, inexpresivo sabía lo que se vendría, su cuerpo se encontraba descompasado.
- Calma hijo, este será el último de la semana y regresaras a tu estúpida escuela...
El chico fue tirado contra la cama ya sin ropa. El chico no dejaba de perder su vista a cada parpadeo, lagrimas cayeron al sentir una mano en su cuerpo y labios topando por su cuello, nuevamente se repetía aquella pesadilla de cada día.
Hasta que por fin la noche llego, ambos chicos se encontraban en sus recamaras, ambos mirando a la ventana, observando la luna, le sonrieron para después desearse las buenas noches a la luna e irse a dormir.

Hasta que por fin la noche llego, ambos chicos se encontraban en sus recamaras, ambos mirando a la ventana, observando la luna, le sonrieron para después desearse las buenas noches a la luna e irse a dormir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
HEY YOU!-MinJun (MCND) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora